Alauda


Discos Flamencos
Elisa Prenda
Maya Music Prod. 2020
José Cenizo


Elisa Prenda, Alauda, Maya Music Producciones/Ayuntamiento de Mairena del Alcor (Sevilla), 2020


FLAMENCO JONDO AL VIOLÍN


José Cenizo Jiménez


Recibimos con mucho interés el disco “Alauda” de Elisa Prenda, violinista que realizó su carrera en el Conservatorio Superior de Música de Sevilla y completa su formación en la Escuela Superior de Música de Cataluña (ESMUC), donde cursa el máster de Flamenco. Nació en una localidad muy flamenca, Mairena del Alcor, cuna de Antonio Mairena y de Calixto Sánchez, entre otros. Profesionalmente ha actuado con figuras del flamenco como David Peña Dorantes, Manuel Cástulo, Luisa Palicio, Macarena Giráldez, Amador Rojas, la pianista Miriam Méndez, María José Llergo, etc.

En las palabras de promoción del disco, se nos dice que Alauda, el título, hace referencia a “un pájaro con un canto melódico y nítido, muy variado, de gran belleza, común en tierras llanas y agrícolas como las de la Baja Andalucía. La Alauda es la alondra de los romanos. Y esta otra Alauda es, además, un viaje hacia la libertad a través de un género que siempre ha estado presente en mi vida, el flamenco. Un género que me ha hecho crecer como persona y como músico, que me ha abierto horizontes inimaginables”.

Asimismo, sobre el objetivo del mismo: “Este disco, un proyecto formativo necesario, es el zócalo que me sustenta en formas y estilo. Ha sido, de alguna manera, un experimento, un crisol donde se combinan una sólida formación clásica con la espontaneidad, la creatividad, el pellizco de las músicas populares, del flamenco más puro, en apariencia tan lejos de los pentagramas. Ahora Alauda debe emprender el vuelo, sostenido, vibrante, de quietud aparente, esperando transmitir esa sensación de libertad que solo los pájaros atesoran”.

Hermosas palabras para un precioso conjunto de temas musicales que, como dice José Prenda Martín en las palabras del libreto, “nos remite a los sentimientos más auténticos, a una primavera explosiva de matices y tonalidades que merece ser vivida, que necesita ser escuchada”.

El disco contiene ocho temas, cada uno un palo flamenco. Como la autora se ha molestado, amablemente, en dejarnos interesante información sobre cada tema, lo reproducimos literalmente porque merece la pena leerlo y en el libreto del disco no vienen estas palabras de explicación técnica y de sentimiento personal que nos han llegado:

1. LA RAÍZ (Soleá por Bulerías)

El origen. El cambio entre el clásico, lo correcto, y la libertad del flamenco. El inicio de Alauda. Basado en motivos de la obra “Aires Gitanos” de Sarasate (que a su vez introduce temas del folklore de Europa del Este) y del conocido “Anda Jaleo”. Un guiño a la tradición, a la raíz, al origen de Alauda.

2.LA SALVAORA (Zambra)

Arreglo musical de “La Salvaora”. Vuelvo a la raíz y adapto esta popular zambra, sustituyendo el cante por el toque del violín. Este tema, junto con “Inmigración” representa un cambio entre creación y recreación, la ruptura de la espiral en la que te sumerges durante el proceso creativo.

1. LA NANA (Nana)

Es el broche del disco. Pequeño, íntimo y desnudo. Solos la voz y el violín. La letra nos habla de libertad, de sueños, bajo una atmósfera igualmente onírica. El acompañamiento musical evoca el anhelo de ser libres.

2. LA VEREA (Tangos)

Inicialmente los tangos formaban parte de la zambra, rematándola y aportándole el frescor de los tangos de Graná. Al final decidimos separarlos y es un tema lleno de energía en el que juego con el timbre que se produce al doblar las voces con el mismo instrumento. Son la alegría y el ímpetu de Alauda, el vuelo firme y sostenido, el compromiso con la vida que representa este viaje creativo.

3. AURORA (Peteneras)

Este tema está dividido en dos partes. La primera es una petenera sola, sin acompañamiento. Yo y el violín como transmisor, como prolongación de mi interior. La segunda parte es un arreglo de un tema de Dani de Morón en el que mantengo una conversación con la guitarra, creando efectos y dando luz al tema conforme avanza. Es una creación intimista en la que las cuerdas de ambos instrumentos se funden expresando con delicadeza cada una de las notas que forman la pieza. Es una aurora musical.

4. INMIGRACIÓN (Bulerías)

Arreglo musical de “Inmigración”. Es un tema de Dani de Morón y en el contexto de Alauda representa la energía, la impetuosidad del flamenco, la locura que supone un viaje como este y el descanso que representa la parada y la mirada retrospectiva, distante, desde el exterior.

5. PENA NEGRA (Seguirillas)

Para componer la seguirilla, al igual que en la soleá por bulerías, me basé en una canción del compositor venezolano Simón Díaz “Tonada de Luna Llena”, que es a su vez un género propio del folklore de Venezuela (las tonadas llaneras) y que Díaz las recopiló introduciéndolas en su repertorio para que no se perdieran. Durante toda la seguirilla hay motivos y pequeños guiños que nos recuerdan a esta tonada venezolana. Es el tema más largo y el que representa a la intérprete más madura y con las ideas más claras.

6. LA DOLORES (Rumba)

El disco finaliza con una rumba con aires latinos y estructura jazzística, con solos de algunos músicos. Es la fiesta de Alauda, es el final de este vuelo personal a través de la música donde aprendo y crezco con cada tema. Este tema está dedicado a mi abuela Dolores, una mujer llena de vitalidad y energía que, a pesar de tener 83 años y enferma de Alzhéimer, sigue siendo un terremoto que no para de reír y de bromear con todo y con todos. Es la vida hecha alegría, es la memoria de un microsegundo. No podía terminar mejor esta obra que con un homenaje, un recuerdo, a quien siempre sonriendo, ya lo ha perdido.

Estas son las palabras con las que la autora explica su obra, que cuenta con el siguiente reparto artístico y técnico: violín: Elisa Prenda; guitarra: Jordi Rodríguez; cante: Cristina López (tema 1), María José Llergo (tema 3), Ana Brenes (tepa 7); piano: Ángel Pérez (tema 8); bajo eléctrico: Nene Maya; contrabajo: Nene Maya (tema 2); percusión: David Domínguez Orgaz ; coros: Ana Brenes, María José Llergo (tema 4); palmas: Nene Maya, Antonio Maya, Lucas Maya; música original: Elisa Prenda (temas 1, 3, 4, 5, 7, 8); Dani de Morón (5, 6); Quintero, León y Quiroga (tema 2); arreglos: Jordi Rodríguez y Elisa Prenda; letras: Pedro Madroñal (tema 1), María José Llergo (tema 3), José Manuel Castillo (tema 7); producido y grabado por Nene Maya en Maya Music Producciones; mezclado y masterizado por Aldo Toesca en Stonebo; diseño gráfico: Manolo Suárez y Elisa Prenda. Enlaces:



Valoramos muy positivamente el disco, por su calidad interpretativa y su variedad. Sólo hemos echado de menos (casi deformación profesional e investigadora ya) que en el libreto aparezcan las letras, pocas en este caso, que se cantan. Hay un equilibrio perfecto entre el protagonista, el violín de Elisa, y el cante y resto de instrumentos. Vemos, incluso dentro de un mismo tema, pasajes plenamente intimistas junto a otros más vivaces y alegres, modulados a la perfección por la autora. Elisa canta con el violín, como en la zambra La Salvaora o en la petenera, o acompaña al cante con magisterio cuando las cantaoras hacen sus letras.

La raíz, la tradición junto a la rama, el vuelo, la modernidad se dan la mano en esta obra. Todo nos ha gustado, pero, por destacar, nos centramos en el primer tema, la soleá por bulería con remate de La Tarara, contrapunto inteligente, por su unión de melancolía y lirismo junto a alegría e inocencia. Asimismo, la petenera “Aurora”, de una intensidad adecuada a este cante tan atractivo al que hemos dedicado muchas horas de investigación y, junto a la alboreá, otro “misterio” del flamenco, le dedicamos un libro.

El tema “Inmigración”, guiño al tema del mismo título de Dani de Morón, encargo para el espectáculo “Inmigración” de la bailaora Ángeles Gabaldón, está muy conseguido, con el ritmo vertiginoso de la bulería y el contrapunto de pasajes más reposados o reflexivos, podemos asociarlo al sufrimiento y posterior, si ocurre, descanso del inmigrante (se supone que de escasos recursos) al llegar al lugar soñado, pero sin letra y por bulería no acabamos de ver si se pretende o no un efecto de denuncia (por el título se supone que sí, dadas las connotaciones actuales del término). El arte, eso tan subjetivo.

Bien, y cómo no aludir por último a esa rumba “La Dolores”, un final vitalista, lleno de fulgor y fiesta, pura alegría, la que nos deja este trabajo espléndido de Elisa Prensa, tan cuidado, tan lírico, tan bien acompañado. Nuestra enhorabuena.