Tomás Pavón


Libros
Manuel Bohórquez Casado
Pozo Nuevo, 2007
Marcos Escánez Carrillo


Tomás Pavón. El príncipe de la Alameda



La biografía de Tomás Pavón era una asignatura pendiente para la flamencología, ó como se le quiera llamar al estudio de esta disciplina musical. Lo cierto es que Manuel Bohórquez es una de las personas más apropiadas para abordar este proyecto, entre otras razones, porque ya acometió de forma encomiable la biografía de su hermana Pastora. Así que es la continuación de un trabajo anterior, que además fue el preludio, aún siendo una iniciativa privada, de la gran obra que lideró posteriormente el Centro Andaluz del Flamenco y que recogió toda la discografía de la artista además de numerosos estudios sobre su obra.

Tomás Pavón fue un hombre introvertido y delicado, con extraordinaria sensibilidad y una desarrollada conciencia del arte. Un hombre para el que la época que le tocó vivir era hostil, a veces.

Permaneció alejado de los círculos mercantiles del flamenco, y grabó en muy pocas ocasiones. Además, su obra es muy breve respecto a la diversidad de cantes que dominaba.

La Niña de los Peines era muy consciente de las posibilidades artísticas de su hermano, y de las limitaciones que éste mismo se autoimponía en su relación con los demás y por todo ello, lo mantuvo siempre bajo su amparo económico.

Bohórquez empieza contextualizando la geografía flamenca donde nuestro artista nació y vivió siempre. Sus artistas, los palos más extendidos y, sobre todo, la importancia que llegó a alcanzar la familia Pavón en el flamenco en general y en Sevilla en particular.

El tratamiento de la familia Pavón se inicia con la figura más desconocida, el hermano mayor de nombre Arturo y del que se ha llegado a decir que cantaba mejor que los dos pequeños, aunque con una voz desagradable. También se ha dicho que fue el único maestro de La Niña de los Peines.

Realmente, lo que se puede contar de Tomás es lo que se puede contar de un hombre que nunca abandonó su hogar, que apenas trabajó de cara al público y que sufría de algún que otro complejo que le indisponía ante los desconocidos, e incluso ante algunos conocidos. Es decir, que el autor no lo ha tenido fácil. Y aún así, el tratamiento es ameno, riguroso y no falto de sensibilidad.

Esto se puede comprobar en el capítulo en el que el autor expone su relación con Pepe Pinto, su cuñado o al abordar algunas de las anécdotas que dibujan sus rarezas, su honestidad o sus momentos de crisis.

Otro aspecto que convierte este proyecto en un estudio completo y rotundo es que viene acompañado de un disco con toda la obra discográfica de Tomás Pavón y que Bohórquez refuerza con un estudio pormenorizado de dicha obra.

“Tomás Pavón, Príncipe de la Alameda” es un título muy oportuno para la biografía de uno de los pilares del flamenco. Un libro con el que su autor vuelve a cerrar expediente con la flamencología y con el que este arte sigue creciendo.