Tiempo Presente


Discos Flamencos
Michele Iaccarino
La Voz del Flamenco (2008)
Pablo San Nicasio Ramos


Se está empezando a hacer difícil enumerar a todos los guitarristas extranjeros que se asientan en España y se adentran en el mundillo flamenco para quedarse en él.

Hablamos de un abanico de gente que engloba instrumentistas, profesores, estudiosos o simples aficionados a la guitarra. Enamorados foráneos que tratan al instrumento más jondo con una veneración, rigor y respeto tales que sigue asustando el desdén histórico que se ha tenido con la sonanta en nuestro país. Los tiempos cambian. Y más que lo harán.

La propuesta discográfica del italiano Michele Iaccarino afronta sin ningún complejo nueve toques variados, todos basados en un concepto de guitarra solista. Primer acierto. Con la dificultad añadida de ser originales y contar, como siempre, con escasos medios para sacar la empresa adelante.

“Tiempo Presente” es un disco que se mantiene en pie gracias a la gran técnica del italiano, afincado en Sevilla desde hace años.

Técnica que, por otro lado, llega a cotas ciertamente profusas. Más que técnica a veces es pirotecnia, obviándose el concepto de falseta o motivo, en favor de escala infinita. Haciéndose difícil a veces la identificación de un tema.

La guitarra que tiene en la cabeza Iaccarino destaca por un limpísimo sonido, independientemente del pasaje que afronte. De estética próxima a Vicente Amigo, incluye combinaciones con toques Chill (en su primer tema, el que da nombre al disco), ecos de la música electrónica (en la siguiriya “Ámbar Rojo” y la bulería “La Fresca”) y roneo con el pop (al final de “Abandolao”)

Su parecido al toque de Vicente Amigo, siendo algo por lo que pasa un porcentaje muy alto de los guitarristas actuales, es una característica nada fácil. Sobre todo si se tiene en cuenta que para los dedos resulta especialmente sufrido. Los suyos parece que lo toleran todo.

Entre las rémoras que se pueden encontrar a este álbum podrían destacarse las prisas en la ejecución (es un flamenco del gran premio de Monza) y, como decimos, la excesiva carga virtuosística.

Entre sus virtudes sin duda la solvencia del guitarrista, su valentía al crear un disco concebido en su formato como el de los grandes concertistas actuales y el acierto, por lo original, en el resultado de unos cuantos temas: “Tiempo Presente”, “Torre de Babel” y “Abandolao”.

Demuestra aquí Michele Iaccarino que las tablas flamencas le han sentado bien y se reivindica como un tocaor muy capaz, sobre todo, intuimos, en la faceta de acompañamiento al baile y en la composición coreográfica.

Disco que se nutre con las interesantes colaboraciones de Jesús Corbacho, José Carrasco, Pedro Sierra, Basilio Fernández y sobre todo el violín de Alexis Lefevre.