IBÉRICA CONTEMPORÁNEA 2019


Ha terminado la séptima edición del Festival Ibérica Contemporánea de Querétaro dejando en los queretanos y sus visitantes un especial recuerdo y la certeza de haber podido disfrutar, de primera mano, de algunos de los espectáculos más bellos de la danza española, tanto de clásico español como de flamenco. Pero nos quedamos cortos si en esta valoración no consideramos que este Festival es un icono de la convivencia entre los propios artistas y a su vez,de estos con los espectadores y los alumnos.

En esta edición, además de los ya consagrados Carpeta con la escuela de los Farrucos o el galáctico Eduardo Guerrero, se suman extraordinarios bailaores flamencos como la majestuosa Ana Morales, la enigmática María Juncal, las flamenquísimas formas de Pedro Córdoba, la elegante sensualidad de María Moreno, la profundidad expresiva de José Galán o la desbordante juventud de Nazaret Reyes.



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Merece especial mención el programa, que destila cuido y sensibilidad, además de presentar cada año una serie de hitos que suponen crecimiento. En esta edición ha sido novedosa la incorporación de la Orquesta Filarmónica del Estado de Querétaro a la Gala Multiestelar, acompañando al Taller coreográfico Larreal del RCPD “Mariemma“, a la Compañía Ibérica de Danza y al bailarín Pablo Egea. La performance del argentino Francisco Lorenzo, que con técnicas contemporáneas recorrió movimientos de todos los artistas que participaron en el festival.

También se incorpora a la programación una formación musical por sí misma, aunque finalmente participó el bailaor Pedro Córdoba. La Compañía del flautista Sergio de Lope fue una de las sorpresas por la fuerza y la calidad que derrocharon en las dos últimas galas (Multiestelar y de Clausura). Y a todo esto hay que añadir las numerosas actividades interdisciplinares relacionadas con el flamenco, gastronómicas, cine, clases públicas, al aire libre, certamen de moda, etc…

Ibérica Contemporánea es la mejor referencia como macro festival del arte de la danza española. La directora general, Adriana Covarrubias, y con ella su organización, es meticulosa y consiguen que todas las personas relacionadas con el mismo sean felices… Es un elevado propósito el que se han propuesto y lo superan año tras año, con creces…

¡Larga vida a Ibérica Contemporánea!.



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SOBRE DISTINTOS ESPECTÁCULOS



MARÍA JUNCAL


María Juncal deleitaba a un patio de butacas abarrotado con su espectáculo "Espacio en Blanco", que hacía descansar la responsabilidad musical en Oscar Lago, el cante en las voces de Jesús Corbacho y Juan Triviño y la percusión de Francisco Teruel.

Con esta obra, María quiere dibujar "la vida de cualquiera y la suerte de escribirla día a día". Vivir haciendo camino, tomando decisiones en cada encrucijada, siempre avanzando. Pero también dibuja la mirada retrospectiva que ayuda a valorar si el espacio recorrido ha sido el mejor, si las decisiones que en el pasado tomamos podrían haber sido otras y en ese caso, si nuestro presente sería el mismo. Desde el mismo nacimiento, desde que conocemos los cuatro elementos básicos de la naturaleza (tierra, mar, aire y fuego), mientras que caminamos, ¿qué podría yo decir del andar del caminante?, desde las idas y las venidas, desde la belleza, desde la pena honda, desde la tradición y la vanguardia, ella se duele, y se gusta... y se va. Es María Juncal...

Un trabajo impecable que consiguió levantar de sus asientos a todos los asistentes y aplaudir incansablemente reconociendo el excelente trabajo de esta bailaora, que demostró una forma física extraordinaria, inagotables recursos plásticos y una elegancia de altura. Oscar Lago, por su parte, volvió a demostrar que el respeto que los profesionales del flamenco le tienen, está perfectamente justificado. Su forma de imprimir pellizcos a la melodía es personal y araña el alma de cualquiera, igual que emocionan determinados pasajes de la obra que invitan a la melancolía y la calma. Sublime en la seguiriya, armonioso en la guajira, tradicional en la soleá y creativo desde una visión global del espectáculo.

También merecen mención los cantaores Jesús Corbacho, excepcional siempre en sus colaboraciones para el baile, acordándose de Pepe Marchena en su faceta más dificultosa por guajira o en los semitonos del maestro Enrique Morente por seguiriyas. Juan Triviño dejó muy buen regusto en los fandangos que interpretó a capela acordándose de Gordito de Triana y del Niño Gloria.

Una jornada para el recuerdo, pero también otro punto de partida sin retorno para este Festival Ibérica Contemporánea, que día a día crece y late más fuerte, tanto como los corazones de los artistas y las personas de la Organización que lo hacen posible.


REGALO, DE PEDRO CÓRDOBA

Guitarra: José Luis Medina
Cante: El Mati y Antonio Campos.

"Regalo" es el espectáculo de Pedro Córdoba, un catalán de padres andaluces afincado en Madrid después de haber vivido muchos años en Sevilla. Su trayectoria es muy interesante ya que ha trabajado en la Compañía Andaluza de Danza, varios años en la compañía de Eva la Yerbabuena, y ha colaborado con frecuencia en las compañías de Javier Barón, Joaquin Grilo y Javier Latorre.

Le acompañaban al cante Antonio Campos y el Mati, con la guitarra del cordobés José Luis Medina. El formato, por las características del espacio escénico, fue el de Tablao, pero eso no restó al resultado final. Abrió por soleá, como los grandes... voces en alternancia, Antonio y Mati, y fue como si Pedro gritara en desafío: ¡Esta es mi verdad... Yo soy Flamenco!. Y cada vez su grito era más fuerte. La tensión se cortaba... Y los compañeros artistas del festival que asistieron lo jaleaban con la misma verdad que él regaló.

Tras la granaína de José Luis Medina en la que demostró ser un guitarrista de altura, seguro y de sonido brillante, los cantaores hicieron la llamada por tonás, personal y la del Cristo que popularizó el gran Don Antonio Chacón, para que Pedro se acordara del primer bailaor que se atrevió con este palo, Antonio el Bailarín, y se rebuscara muy dentro para dar todo lo que tenía. Y así lo hizo con la fuerza que imprime en sus pies, jugando con los tiempos, vertical y sobrio, sin brazos apenas excepto para recomponer la figura, amigo del contratiempo y de la ausencia de artificios. Y otra vez la formó...

Tiempo para los tangos con la ausencia del bailaor, en lo que fue un paseo por la geografía andaluza y extremeña. Antonio y Mati alternaban su intervención creando un muestrario generoso de este palo flamenco.

Las alegrias se convirtieron en la lanzadera del último tramo de "Regalo". Una letra corta de Rafael Romero y Pedro Córdoba sale convencido, buscando la mirada de complicidad de sus acompañantes, un desplante y la esencia, en unas alegrías equilibradas y serias, que dan paso a bulerías cargadas de una tensión que crece, que se respira dentro y se transmite fuera. Pedro se gusta y suma, y ahora entendemos el título de esta obra. Él es el regalo... Porque el Flamenco de verdad no necesita nada más para ser grande.


"FARO" DE EDUARDO GUERRERO.

Guitarra: Javier Ibáñez
Cante: Samara Montañez y El Mati

El Faro es el que alumbra, el que marca la senda de los marineros que navegan en la noche. Faro es la luz y el brillo. Pero Faro es el mar y el oleaje, y el viento y también la lluvia, y la luna que crece o que decrece.. Faro es la historia misma de un puerto de mar y de su gente.

De Cádiz llega Eduardo Guerrero, y nos presenta Faro, el más austero de sus espectáculos, sin trama ni teatralidad. E independientemente de eso, lleno de fuerza y de belleza. Es un formato dinámico, donde todo se mueve, se evoca al mar y al cielo de forma recurrente, y Eduardo es estéticamente perfecto. Su complexión y su nivel de coordinación es la de un atleta de élite.

Empieza con la Caña rápida que puso sobre los escenarios el Maestro Morente para representar un corrida de toros y para su entendimiento no se requiere de imaginación alguna. Todo es evidentemente gráfico y obvio. Cita, quiebra, pasa, torea, a veces toro y a veces torero, y se hace visible el honor, la nobleza y el arrojo. Todo el tiempo sacude un taconeo constante, como banda sonora de la muerte anunciada. Este número ya es un clásico del Arte.

Guerrero sale de escena y Samara llora despacito y con regusto Volver de Carlos Gardel. Desgarrada y doliente, para el tiempo...

La rumba es una fiesta también para el flamenco, sinuosa y sugerente. Jugando con palillos y con pies, Eduardo se sitúa en el centro de todo. Samara y Mati rompen para él sin reserva. Es ese otro flamenco que se baila en las fiestas y en las celebraciones, pero que casi nunca pisa el escenario.

Mati da otro respiroa por bulerías de Pansequito y termina en Adiós Málaga del último disco de estudio del Maestro Enrique.

Después el temporal, el viento sopla y tocan los cantes sin guitarra. Romances y tonás llenan el plano con un Guerrero que explota y se expande. No hay formas nuevas aquí. Es Cádiz. El ingenio es la simpleza adornada por las formas de este mago de la expresión corporal. Y recogerse en el dolor por Seguiriyas y Cabales.

Por bulerías frenéticas le canta Mati al Mar Mediterráneo y Eduardo sabe que este es el momento del alarde. Y vuelven al triángulo para chapotear en las salinas de la bahía de Cádiz por alegrias. A sal huele y a redes recién sacadas del agua. Guerrero es estampa y vértigo en este palo.

Remata en Bulerías, también de Cádiz, y su temperamento le hace saltar desde el escenario. Lo ha dado todo y sobran las palabras. ¡Viva el flamenco!.


ANA MORALES


Durante el tiempo que los jueces deliberaban, tuvimos ocasión de disfrutar del espectáculo de Ana Morales, acompañada por los cantaores Antonio Campos, El Mati y la guitarra de José Luis Medina. Todo empezó por cantes de Levante y Ana paseaba natural por el escenario, cómplice con sus músicos, preciosista en su estampa, sabiendo que en el baile el tacón no lo es todo, sino un recurso más del lienzo que dibuja. Juega con la quietud y apenas tiene prisa. Y administra el discurso con notorio dominio. Se rompe cuando quiere, cuida cada detalle aunque parezca entrópico, sorprende con ingenio y desafía a la física con formas y con quiebros que cautivan los ojos de todas las miradas.

Fandangos de Morente, Tonás, Abandolaos, Soleá de Triana con la bata de cola, Mati recuerda a Enrique con el Ángel caído y luego Vidalita. La bailaora surge desde la tierra misma, con sinuosas formas que dibuja en el aire, y luego la Farruca, arriesgada y precisa, la belleza se junta con la fuerza del alma.... Yo nunca he visto a nadie taconear tan rápido.

GALA MULTIESTELAR


El Festival Ibérica Contemporánea nos ofreció La Gala Multiestelar el viernes 19 , en lo que prometía ser una noche variada y de calidad flamenca, pero resultó ser una jornada exquisita que difícilmente podrá pasar al umbral del olvido. Se abrió con un homenaje a una bailaora mítica, Antonia Santiago Amador, la Chana para el arte, que agradeció en video tal reconocimiento.

Abrió Sergio de Lope con su grupo, Mati al cante y teclados, David Caro a la guitarra, Javier Rabadán en percusión y Juan Fer Pérez al bajo. En nada se notó que Sergio tocara con una flauta prestada después de romperse la suya impartiendo una clase durante la mañana. Presentó cinco temas de su nuevo proyecto "Ser de luz". Nana, garrotín, seguiriya, fandangos y bulerías. En este último tema contaron con la colaboración del bailaor Pedro Córdoba, que ha sido uno de los maestros que han participado en esta edición.

Este grupo domina perfectamente la tensión y la fuerza. Su magia sobre el escenario no puede compararse a nada de lo existente. El público supo apreciarlo aplaudiendo en pie un buen rato. Y su participación en el festival constituye un hito histórico por ser la primera vez que se da cabida a un grupo musical, aunque al final incorporase baile.
La participación posterior de José Galán destaca por su concepto del espectáculo, que desde el primer momento contiene un mensaje que zarandea las consciencias. Contó con Rabadán en percusión, el Mati al cante y David Caro a la guitarra. Este último interpretó una bulería en solitario que encendió al respetable en aplausos. Soleá , martinete y fandangos para terminar con una sevillana que bailó con Diana Beltrán, una alumna con diversidad funcional, lo que permite denominar a este Festival como el único que defiende un modelo inclusivo, no solo en el ámbito formativo, sino también en el escenográfico. José Galán sorprende, porque el arte es mucho más cuando tiene cosas que contar y este creativo puso sobre el escenario una reflexión profunda sobre la soledad, sobre el amor y sobre el miedo a lo diferente.

Cerró la noche Nazaret Reyes, hija de Cristobal Reyes y Juana Amaya, con la guitarra de David Caro y la voz de Antonio Campos, que hizo unos bonitos fandangos de Huelva cerrando con una creación de David Lagos. Soleá por Bulerías y seguiriyas sin artificios. Ortodoxia y poder. Esta joven bailaora mostró que está sobrada de temperamento. Y gustó muchísimo. La bailaora Ana Morales me comentaba lo mucho que le recuerda a su madre. Y es que Nazaret ha nacido y crecido en este arte siendo hija de quien es...

El público de Querétaro fue muy respetuoso y agradecido en esta noche que fue grande y bien estructurada, en la que hubo de todo y a todos encantó.

¡Siempre Ibérica!




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