Sólo guitarra


Discos Flamencos
José Luis Montón
ECM Records, 2012
Pablo San Nicasio Ramos


Dice Mayte Martín que José Luis Montón es un guitarrista esencialmente romántico. Sus entrevistas (las de ambos) están colgadas aquí, en Jondoweb. Es cierto, en la conversación con José Luis se puede intuir lo que luego finalmente acaba cristalizando en discos como el que nos ocupa. “Sólo Guitarra” es la última producción de este catalán afincado en Madrid. Disco elaborado en el ojo del huracán económico que nos azota y basado en su instrumento, únicamente. Algo que, sin embargo, resulta valioso tratándose de este tocaor, sincero y especialmente sensible a la hora de contar historias sonoras. No hace falta nada más.


Disco de referencia por tanto en un autor muy versátil y “camerístico” (para la historia quedarán ya sus continuados trabajos a dos con, entre otros, el genial Ara Malikian).

Es José Luis Montón una de las cabezas pensantes de la guitarra actual y uno de los instrumentistas con una mente más abierta de todo el panorama. Capaz de tocar el Concierto de Aranjuez por Europa y a la vez acompañar a Mayte Martín (o a quien sea). Montar un coherente espectáculo de introducción al flamenco para niños y al día siguiente dar clase de guitarra al más alto nivel.

De esos guitarristas que no abundan y que, para empezar en este disco, propone dos farrucas seguidas. No se recuerdan muchas farrucas en la guitarra de última hora. Se me ocurre la de Vicente Amigo en 2005, desde entonces…

Pues bien, estas, exquisitas hasta la cumbre, entroncan con el final del disco, que finaliza recordando el motivo inicial del arranque y a la vez bordeando el cante del propio José Luis.

No es un típico guiño para dar coherencia al conjunto. Cualquier oído atento verá como la forma de componer cada una de las trece estampas responde a una misma idea de abordar el instrumento.

Hay variedad en los toques y guiños a su propia trayectoria compositiva e interpretativa. Se ve claramente en la bulería “Son & Kete”, con estupendas falsetas nuevas y ecos de aquellas fenomenales creaciones que colorearon el “Querencia” de Mayte Martín.

O “Air”, interesante versión de la célebre pieza bachiana girada también a dúo con Ara Malikian. Revisión que ofrece cierta ampulosidad en el arreglo, con continuos arpegios que colorean la melodía original y, en algún punto, hasta añaden cierto soniquete.

“Altolaguirre” es un tango que incluye cierres por malagueña junto a ese lirismo melódico exclusivo de este guitarrista. La perfecta muestra de lo que es capaz un músico con mucho mundo.

Ese contraste entre la flamencura más racial y el reposo y articulación más académicas será una constante en la taranta, las cantiñas, la soleá, guajira, tanguillos y la seguiriya. Un diálogo continuo entre la melodía y su soporte arpegiado y la sección más rítmica, la que nos lleva a los lugares comunes para todos los flamencos. Los de la pura cepa y los de la otra, que también lo vale. Música instrumental que no necesita la voz, porque la melodía está tan clara que el tópico de que la guitarra “canta” aquí pierde todo cariz frívolo.

Trece piezas en total donde prevalece el fraseo y el tono ecléctico entre la estética sonora de guitarra clásica y la música y creación flamencas. Siendo José Luis Montón un guitarrista esencialmente flamenco, aludimos a la clásica para que el lector lo entienda, aunque esa forma de concebir la sonoridad de este instrumento no es patrimonio de ningún estilo en concreto. Más bien debiera serlo de todos.

Pero qué difícil es hacer un disco con un solo instrumento y tener esta capacidad de llenarlo todo.

La pulsación de José Luis Montón contempla un refinamiento en desuso, seguramente para alguno “poco flamenca” por aquello del sonido sutil y medido, fraseado, pero el problema reside, como decimos, en la errónea opinión y falta de perspectiva.

Con los años se contemplará la trayectoria de José Luis Montón como la de un guitarrista absolutamente imprescindible y muy en consonancia con los tiempos que vivió. Los de globalidad, intercambio y versatilidad.