Reflexiones sobre el Flamenco...


Libros
Luis Soler Guevara
Amigos Fl. Extremad,2013
Antonio Nieto Viso


Reflexiones sobre el Flamenco y los Flamencos


Con sumo gusto, comento para ustedes “Reflexiones sobre el Flamenco y los Flamencos”, libro escrito por la eminente pluma de nuestro buen amigo Luis Soler Guevara. Estamos ante un hombre humilde y honrado con una amplia cultura, por lo que me atrevo a decir, que es un socrático por su actitud ante la vida y su hombría de bien para ayudar a los demás sin pedir nada a cambio.


A lo largo de mi intensa vida, he conocido a personajes de todos los ámbitos de la cultura, aunque donde de verdad me siento a gusto es en todo lo que gira alrededor del arte flamenco. Por eso cuando se tiene la oportunidad de hablar con Luis Soler, uno desearía que se parase el reloj del tiempo para mantener conversaciones interminables, y lo digo porque a mí me ha sucedido. Lástima que las circunstancias geográficas no lo permitan.

Tampoco supone un obstáculo el no tenerle frente a frente, basta con levantar el teléfono, o bien acudir a sus interesantes libros, como por ejemplo, Antonio Mairena en el mundo de la seguiriya y la solea, escrito en colaboración con su sobrino Ramón Soler Díaz, o bien, Antonio Mairena (comentarios a su obra discográfica) que puede ser la obra más sería escrita hasta ahora sobre el maestro de los alcores. Todo esto unido a sus incontables trabajos y conferencias, avalan una trayectoria encomiable que se completa además con la posibilidad de con su justa voz te apunte todos los palos de este genuino arte, un privilegio que no todos tenemos a la hora de compaginar teoría y práctica, por lo que estamos ante un catedrático a la hora de estar en el Ateneo flamenco.

En este nuevo e interesante libro, Reflexiones sobre el Flamenco y los Flamencos, que Luis ha tenido la deferencia de dedicar a mi esposa y a mí, está comprendido en doscientas cincuenta páginas en las que están contenidas parte de su docto saber, puesto que toda su obra completa ocuparía varios volúmenes.

Al principio están los no menos interesantes prólogos laudatorios de académicos y de sus muchos amigos, que contribuyen a conocer mejor a este hombre bueno y cabal con el cante y con la vida, y que dan una idea de todo cuanto atesora recorriendo la España flamenca.

Su brillante exposición académica-flamenca se inicia con la Semblanza del Tío Mollino, un cantaor no profesional al que costó trabajo para que grabara su cante enigmático sin mescolanzas de ningún tipo, dictado con su voz profunda para recordar al hombre, y sobre todo al aficionado lo corta que es la vida. Le sigue el de la familia “Chaqueta”, esa saga que comenzó con Antonio Fernández de los Santos el “Chaqueta” y que continúa cantando los más ricos y variados estilos con la personalidad que les caracteriza en los escenarios y en la intimidad de una peña, que están en parte en la historia, y en la memoria de los aficionados del campo de Gibraltar.

Entre otras cosas, me parece muy interesante que el autor valore la trayectoria del cantaor Luis Caballero, que desgraciadamente nos dejó para siempre el 24 de julio de 2010. Cito textualmente: “El de Aznalcóllar ha sabido verter su estima con muy equilibrada sensatez, postulando y defendiendo por su dimensión y grandeza, dos sabores distintos que amamantarán la historia del cante. Entre otros, a dos de sus más grandes figuras, a don Antonio Chacón y a don Antonio Mairena. Esta dualidad de formas, algunos la han presentado ofreciendo una lectura sesgada cuyo alcance las incompatibilizan y enfrentan. No es nuestro estilo el de derramar bilis en esta cuestión absurda. ¡Allá ellos!, Si colegimos este contraste es porque entendemos que Luis Caballero lo tiene superado como pocos. Al menos esa es nuestra percepción”.

Perdonarme que haya transcrito por completo el párrafo segundo de la página 19, pero es que quiero que comprueben la veracidad de todo cuanto les estoy exponiendo sobre el personaje Luis Soler, para así destacar su valentía y honradez al mismo tiempo.

Es certero al definir en Diálogos desde la música clásica con Paco de Lucía. Cuando Haendel escribió su magnífico Tedeum con motivo de la firma del Tratado de Utrecht, aquel que todavía permite la anexión como colonia británica de un trozo de tierra andaluza, jamás podía el músico alemán imaginarse que muy cerca de ese marco iba a nacer doscientos treinta años después, un gran músico del que los tiempos conocerían como Paco de Lucía. Para seguir diciendo seguidamente que, si Paco de Lucia hubiera nacido en Viena, Bonn o Zalzburgo, posiblemente el mundo hubiera alumbrado otro Bach, un Beethoven, u otro Mozart, pero nuestro arte flamenco, también hubiera perdido la más preclara de la música flamenco-andaluza.

Analiza las personalidades flamencas tan importantes figuras como Antonio Fernández Fosforito y Antonio Mairena, dos dimensiones humanas diferentes pero convergentes en su fuerte personalidad artística y humana que para la historia queda, tampoco se olvida de Terremoto de Jerez, ni de Manolo Caracol.

Toca el tema de la evolución y la innovación del flamenco, cree que la polémica surgida sobre las formas y desarrollo de un colectivo como el flamenco, sujetos al igual que otras artes a cambios y transformaciones en el tiempo, desciende del desconocimiento e ignorancia de algunos aspectos, cuando no, de un interés nada serio de sus polemistas.

Me gustaría seguir tratando de más artículos, pero tampoco conviene abusar del espacio, y pienso que mejor será tener un ejemplar en su biblioteca para así leerlo cuantas veces quieran.

Con orgullo y pasión por el leal saber de Luis, me he ocupado de este interesante libro sobre el flamenco en todas vertientes.

Termino deseándole a Luis Soler Guevara una larga vida flamenca, para que sigamos aprendiendo de su inagotable sabiduría de este andaluz convencido.