Recuerdos


Discos Flamencos
Esperanza Fernández
Discmedi (2007)
Perico de la Paula


Aun recuerdo por 1998 cuando Esperanza Fernández cantó en la Peña Flamenca de José Mercé de Cáceres, esa era la primera vez que escuchaba cantar a esta gitana de Triana. Rondaba yo los 24 años y me quedé impresionado por la forma de cantar de Esperanza, muy elegante en sus formas, entregándose a cada momento, sin falsear el cante, con armonía, con fuerza, con una perfecta afinación y con una voz increíble, capaz de expresar gran variedad de matices. Su sentido del compás y su conocimiento del flamenco ortodoxo aun se recuerda en la membrana auditiva de muchos de los aficionados las bulerías de Jerez y Lebrija, la Tona Grande y Chica o los cantes por soleá que dejó impresionados esa noche Esperanza Fernández.

Recuerdo que pensé, que había que seguir la trayectoria flamenca de esta gitana, hija del cantaor Curro Fernández y hermana de Paco y Joselito Fernández, guitarrista y bailaor.

Colaboraciones con Camarón de la Isla, Enrique Morente, Mario Maya, Paco de Lucía o Riqueni, y actuaciones en Brasilia, Bruselas, Colonia, Connecticut, Lisboa, Marrakech, Nueva York, París, Roma, Tampere o Tesalónica, dan fe de la amplia y extensa carrera que tiene tras de sí Esperanza Fernández .

Posee igualmente una versatilidad musical que le ha permitido ofrecer su voz, una de las mejores del flamenco en el momento actual, para formaciones musicales de esteticismo distinto al flamenco.

En octubre de 2001 presentó su primer trabajo discográfico en solitario con el título de: "Esperanza Fernández", obteniendo excelentes críticas de la prensa especializada y siendo desde los primeros momentos uno de los más vendidos en el campo del flamenco, aunque para muchos aficionados era más un trabajo de canción aflamencada que de cante flamenco, hay que hacer mención especial a las bulerías de Lebrija, con la guitarra de Moraíto, recogidas en ese disco, sin olvidar el cante por soleá.

Escasos meses atrás la Asociación de Críticos Flamencos, eligió como mejor álbum del 2007, este Recuerdos de Esperanza Fernández.

De ese primer disco “Esperanza Fernández” a este “Recuerdos” hay una trayectoria en medio de la madurez de Esperanza, como artista y como persona, dando lugar a que nos encontremos con un disco directo, fresco, espontáneo y flamenco.

Esta coproducción del Centro de Arte y Flamenco de Sevilla y Dismendi, segunda obra en solitario de la cantaora, se abre con un cante festero en tonos menores, bulerías que ya popularizó la Niña de Los Peines “Manolito Reyes”, quizás uno de los temas al más fresco a bien de llegar al público.

“Lo mismo que los metales”, son unos fandangos de Huelva con unos estribillos cantados bajo un estética desenfadada y con unos tonos armónicos, quizás por los acordes que la guitarra de Juan Antonio Rodríguez utiliza para el toque de estos fandangos, donde Esperanza realiza una versión del fandango de Rengel, se acuerda del fandango de Paco Isidro y estampa un fandango alosnero de Juan Maria Blanco, estos tres fandangos se encuentran registrados bajo un marco de pinceladas personales, con mención al cuarto y quinto tercio de este último fandango alosnero.

“Mi David y mi Miguel”, quizás uno de los mejores registros de Esperanza en este disco. No en vano se dice que la trianera, en sus cantes directos, muchas veces roza la perfección. En este caso la afinación de la guitarra de Miguel Ángel Cortés, es un gran apoyo melódico para el cante de esta soleá, con algunas coplas de Bulería por Soleá, corte que empieza con un estilo de Antonio la Peña, soleá de la Andonda, soleá de Pepe de la Matrona, recuerda a la Niña de los Peines con la famosa letra de Bulería por soleá “Que yo de Hungría vine ayer”, la cual liga con una soleá del Quino y cierra con una soleá de Paquirri de ejecución asombrosa, con tintes en su primer tercio de Alcalá.

Recuerdos al Titi en estos tangos, con melodías trianeras que le hacen las veces de estribillo, muy acertado y acaramelada suena la guitarra del cordobés Juan Antonio Rodríguez.

Una perfecta complicidad entre cante y guitarra existe en el cante por farrucas con sabor a la Niña de los Peines

El dolor y su representación artística en su máxima expresión nos transmiten los dos Hermanos en este corte por seguiriyas del Chache de Lebrija, seguiriyas con tintes de Paco la Luz, Francisco la Perla, Tío José la Paula, de Juan Junquera y de Perrate.

Recuerdos de una copla cantada por Imperio Argentina, por Rocío Jurado, que Esperanza canta ajustada al compás de la bulería.

Las cantiñas con aire del que sopla en Lebrija a Utrera, que huele a Pinini, donde la cantaora hace un remate por bulerías con marca de la casa. La guitarra en directo de Miguel Ángel Cortés se ajusta a la cantaora a la cual mece hasta en los silencios y contratiempos.

A afinaciones armoniosas y ritmos asincopados recurre Juan Antonio Rodríguez para el cante por abandolaos que plantea la cantaora con recuerdos a Córdoba y Granada, con los fandangos abandolaos de Dolores la Huerta y Rafael Rivas y el fandango abandolao de Frasquito.

Para finalizar, la tremenda Gelem-Gelem en versión romaní que en la grabación acompaña el piano de Dorantes, el Himno de los Gitanos “caminé, caminé, por largos caminos”, donde la cantaora pone gran expresividad en su cante.

Así es “Recuerdos”, segundo trabajo en solitario de la cantaora Esperanza Fernández, donde la cantaora trianera ofrece una selección de cantes y canciones que la han marcado a lo largo de su trayectoria profesional y vital.