Real de Miguel Poveda


Entrevistas escritas
Manuel Ríos Ruiz


El Premio del Festival del Cante de las Minas, allá en 1993, puso en órbita a un joven cantaor catalán. El nombre de Miguel Poveda comenzó a sonar en el ámbito del género y él supo aprovechar sus facultades para ir adquiriendo un profundo conocimiento de los estilos, lo cual le proporcionó contratos y actuaciones en los más significativos acontecimientos flamencos, hasta merecer el Premio Nacional de Cante de la Cátedra de Flamencología de Jerez y el Nacional de Música del Ministerio de Cultura, mientras su discografía ha ido creciendo y siendo acogida con el marchamo favorable de la crítica especializada. Ahora, Miguel Poveda estrena “Real” un CD y DVD, en el que recoge el estreno de su disco “ArteSano”, en el Teatro Real, grabación distinguida como Disco de Oro.


-Consideras a “Real” una demostración clave de tu momento artístico?

-En “Real” le ofrezco a la afición un recital que tiene el marchamo de haber sido realizado en el escenario español más importante musicalmente hablando, un escenario que después de aquel recital de Paco Lucía, ha seguido abierto al arte flamenco, prestigiándolo, naturalmente.

-¿Cuándo tuviste la certeza de que habías nacido para ser cantaor flamenco?

-Quizás cuando atraído por el cante, por el flamenco en general, a los catorce años, en mi adolescencia, empecé a cantar algunos estilos. y me sentía a gusto. Seguidamente en la peña flamenca de Badalona, mi ciudad natal, me fui digamos que fogueando y ampliando repertorio.

-El triunfo en el Festival del Cante de Minas, en La Unión, ¿supuso para ti un acicate básico para tu proyección artística?

-Efectivamente, me abrió caminos y actuaciones. Sigo ligado a La Unión, donde me ha dedicado una calle y el próximo festival lo quieren dedicar. Estoy sumamente agradecido a su afición.

-¿Tu paso por las peñas flamencas que valor ha tenido en tu proyección cantaora?

-Ha consistido en un enriquecimiento personal en todos los órdenes, en el profesional y en el social. El contacto directo con los cabales resulta algo reconfortante para un artista de género.

-¿Cuáles han sido las fuentes estilísticas que te han servido para tu formación?

-En principio la discografía antigua, las grabaciones de Tomás Pavón, Don Antonio Chacón, Manuel Torre, La Niña de los Peines, El Gloria, Carbonerillo, Antonio Mairena, Manolo Caracol, Pepe Marchena, Juan Telega, Chiquetete, Fosforito y tantos otros grandes maestros. Y también de las voces coetáneas, siempre se aprende de los que cantan bien.

-El hecho de trasladarte para vivir a las comarcas flamencas andaluzas, he tenido influencia en tu devenir cantaor?

-Sí, en un instante dado sentí la necesidad de conocer los paisajes donde se había originado el cante, sus distintos estilos y entonaciones, los ambientes de Jerez, Cádiz, Sevilla, Málaga, para mí ha significado alcanzar una mayor identificación con mi arte.

-De tus múltiples actuaciones, tanto en España como en el extranjero, cual destacarías?

-Es muy difícil hacerlo, porque cantar en el Coliseo de Barcelona o en el Real de Madrid, es un orgullo, como lo es cantar en Nueva York, en Méjico, en París, en acontecimiento musicales de resonancia universal, pero debo decir que para mí ha constituido algo entrañable y muy importante mi recital en la Peña Terremoto de Jerez.

-Y después de la presentación de “Real” en Madrid, ¿cuál es tu camino?

-Seguir presentándolo, desde mañana en Barcelona, por toda la geografía española.