Con profunda satisfacción he escuchado “Picassares”, el sexto trabajo discográfico del joven guitarrista Daniel Casares.
Estamos ante un documento brillante para el oyente, que espera recibir el sonido que se escuchó por primera vez en la presentación que tuvo lugar el pasado 13 de noviembre de 2015; aunque a nosotros nos ha llegado con un poco de retraso, pero a veces lo preferimos, para así no caer en los halagos que se crean con la novedad.
Pasando por los distintos y variados momentos de la audición, creo oportuno comentar para ustedes tema a tema, y así comprender el alcance en este homenaje a Pablo Picasso, el pintor de la luz y la vanguardia, que ha sido la inspiración de los pintores que se basan en él para expresar todas las referencias, en especial, la del siglo XX. Aquí la guitarra testimonia y es capaz al mismo tiempo de hacernos disfrutar la música de este tiempo, convulso en las formas, pero interesante según las circunstancias de cada persona.
“Málaga” como título, y malagueña como estilo, abren la puerta a sonidos peculiares para sumergirnos en el embrujo y la belleza a través de la dulzura creativa que suena a gloria flamenca.
“Minotauro” desarrollado con los esquemas del fandango en el que colabora como vocalista el cantaor Niño de Pruna. El sello propio y la originalidad, la misma que se deja seducir cuando comprobamos lo contenido en los cinco trabajos anteriores como guía del concertista del que nos estamos ocupando.
“Azul” ha sido creado con fuerza y corazón con el duende invisible que nos va orientando a lo largo de algo más de cinco minutos con experiencias del pasado que se han ido acumulando en estos años.
Particularmente, me quedo con “Blanco Andalucía”, unas alegrías de Cádiz que por su nitidez y señorío nos llevan seguidamente a “Plaza de la Merced”, un redondeo con una escala musical ecléctica que observamos durante la escucha.
“Tangos de la Paz” son una combinación en la que el toque, y el cante, se unen a Casares con la interesante colaboración del contrabajista israelí Adam Ben Ezra que conducen la voz de Rubio de Pruna a un excelente nivel para seguir los caminos que creo Paco de Lucía para que suene hasta el final de los tiempos.
Por Bulerías sabe acoger el ritmo y el compás para que se escuchen con soniquete jerezano “Caballo de Guernica” que nos pasea a galope por las callejuelas de los barrios flamencos en la voz de Kiko Peña.
Hay una alta calificación con la melodiosa e inigualable Dulce Pontes, una de las mejores voces del fado portugués. La de Pontes es una expresión barroca para exponer la belleza en la armonía deun tiempo que nos está tocando vivir. El intercambio entre músicas cuando hay categoría y calidad ennoblecen el arte flamenco y viceversa.
“Calle Avignon” es el particular homenaje al genial Pablo Picasso que para orgullo nuestro vino al mundo en Málaga el 25 de Octubre de 1881. Todos debemos conocer su interesante biografía.
El broche de oro lo pone el tema “Prefiero amor” que compuesto por Luis Eduardo Aute lo canta a su manera por bulerías Miguel Poveda. Casares ha sabido rodearse de destacados profesionales para manifestar su compromisocon una carrera musical con el objetivo de hacerlo cada día mejor, su mente está pendiente de todo lo que le rodea para luego desarrollar con sus dedos un toque flamenco universal.