Pérez de Guzmán y su fandango


Libros
Francisco Zambrano
Diputación Badajoz, 2008
Antonio Nieto Viso


Don José Pérez de Guzmán y su fandango
Autor: Francisco Zambrano Vázquez



José Pérez de Guzmán y Urzáiz, nació en Jerez de los Caballeros en 1891 y murió cuando ya tenía cumplidos los treinta y nueve años, en la finca familiar del convento-hacienda Nuestra Señora de la Luz, de Lucena del Puerto (Huelva) en 1930.


Con esta introducción, se abre el libro titulado: Don José Pérez de Guzmán y su Fandango, una completa biografía que llevado a cabo nuestro amigo Francisco Zambrano Vázquez. Un hombre, que conoce muy bien la historia y el posterior desarrollo de los cantes extremeños y del flamenco en general, merced a su tesón y esfuerzo investigador que ha ido por el dato allá donde podía encontrarlo, como lo ha demostrado con sus ponencias en congresos y en conferencias por toda la geografía española.

Para los que no lo conozcan, les diré, que Paco Zambrano, nació el año 1947 en Fuente de Cantos, localidad perteneciente a la provincia de Badajoz, es licenciado en medicina y cirugía por la universidad de Sevilla, especialista en medicina del trabajo, y en la actualidad desempeña el cargo de inspector médico de la seguridad social.

Con su amplia formación cultural y como flamencólogo en particular, ha sido todo un lujo leer este trabajo que puede ser considerado una tesis doctoral, por lo riguroso de los datos que aporta, la sencillez en la lectura que lo hace comprensible a todo el mundo que se acerque a conocer a la personalidad artística el cantaor José Pérez de Guzmán, su fandango lo recogieron directamente de él los cantaores Manuel Centeno, y el Cojo de Málaga, amigos y protegidos suyos, los que lo grabaron, siendo por lo tanto las primeras grabaciones del fandango de Pérez de Guzmán, porque es sabido que el creador nos los grabó nunca.

Ya tenemos por tanto, lo más suculento para ir comprendiendo poco a poco a este personaje aristocrático, que le gustaba el flamenco como una de sus pasiones.

La flamencología actual, está viviendo su etapa de oro por la gran cantidad de investigadores y estudiosos que están desvelando a los artistas y acabando con viejas leyendas, que tanta confusión han creado. A partir de ahora, el mundo universitario, los aficionados en general, y el público en particular, tienen una amplia información para complementarlo con la audición en directo, o bien a través de las grabaciones antiguas, que con la digitalización actual se les puede hacer justicia histórica sin tener que acudir a los intermediarios para hacernos una idea, que a veces resulta deformada por el tiempo, o por los interesados en menoscabar las dotes artísticas de aquellos legendarios creadores.

Conozco, y soy amigo de Paco Zambrano, por eso puedo afirmar de su honradez en este libro, y en todo lo que hace, puesto que le pone el corazón por entero, ya que para él ante todo, está la justicia y la pasión por el arte flamenco sin esperar nada a cambio, con su humildad solo busca la satisfacción de poner cada parte del cante en su sitio, sin ánimo de polemizar.

A mi juicio, estamos ante un texto de consulta que todo buen aficionado debe ter en su biblioteca. Fue escrito en el año 2008, y publicado gracias al área de cultura de la Diputación Provincial de Badajoz, así que los cuatros años transcurridos, no le han restado interés; todo lo contrario, se acrecienta su valor a medida que lo vamos releyendo.

En 317 páginas, está comprendido todo el saber de una época muy importante del cante flamenco con Pérez de Guzmán como protagonista, en la que se perfilaron muchos estilos que hoy conocemos. La erudición de Paco Zambrano, es la clave para recorrer el tiempo. No solo conociendo lo artístico, sino también lo histórico en los acontecimientos que rodearon a este personaje extremeño de nacimiento y onubense de adopción.

Nadie se esperaba el triste final de don José, que se suicidó como acredita su acta de defunción: falleció en su finca la Luz del término municipal de Lucena del Puerto, a los treinta y nueve años, a consecuencia de heridas de Arma de fuego. Estuvo casado con doña Dolores Molina Álvarez, natural de Sevilla, y no tuvieron descendientes.

Como médico que es, Paco Zambrano apunta la posibilidad de que tomara esta fatal decisión al enfermar de tuberculosis, enfermedad incurable por aquellos años, todavía el doctor Fleming no había inventado la penicilina.

El libro, aunque extenso en contenidos, anécdotas, vivencias y demás pormenores, lo puedes leer en un par de tardes, particularmente, lo recomiendo que lo lean varias veces, así llegaran a la conclusión que he llegado yo: El flamenco es un arte para escucharlo, pero también para estudiarlo, con profesores como Paco Zambrano podemos estar orgullosos de adentrarnos en la audición de los que forjaron el cante sin temor a equivocarnos, y cada día seremos más los que disfrutamos de este genuino arte, hoy mucho más con el aval de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.