Pepe La Nora


Libros
Angel Lacalle
Diput. de Huelva (2003)
Antonio Nieto Viso


Sería farragoso por mi parte enumerar todos los estilos de fandangos de Huelva, aunque sería oportuno teniendo en cuenta el libro que nos ocupa hoy. Por ahora, me voy a ocupar de un importante artista onubense que fue Pepe La Nora, y lo hago, con la ayuda de un interesante libro que se publicó el año 2003, patrocinado por la Diputación Provincial de Huelva con la colaboración del ayuntamiento de San Juan del Puerto y su Peña Flamenca.

Esta biografía, fue escrita por nuestro entrañable amigo Ángel Lacalle, que como sabemos, falleció en Madrid el veintitrés del pasado mes de Marzo. No repuesto todavía del dolor por su pérdida, de un tirón me lo he leído comenzando en la portada, que dice: I Centenario del nacimiento del cantor Pepe La Nora 1903-2003 La vida por un Fandango. En 97 páginas, nuestro recordado Ángel, supo plasmar la historia del creador de una variedad choquera. Evidentemente, tanta riqueza de datos, la mayoría le fueron facilitadas al autor por Pepe Briones, cantaor retirado, que vive en la localidad madrileña de Leganés, una enciclopedia viviente del flamenco que le tocó vivir al lado de grandes figuras de su tiempo. Algún día, más pronto que tarde, entrevistaré al amigo Briones para que nos cuente sus vivencias por todos los pueblos de Andalucía, y lo más importante; poder escuchar en sus flamantes gramolas los miles de discos de pizarra que guarda en su casa.

De la pluma de Ángel Lacalle, que ya está en la Gloria, salieron los hechos que están recogidos en el libro, del que me honro en comentar, en virtud de nuestra amistad personal y flamenca a lo largo de muchos años.

Comenzamos: José Valladolid Rebollo, artísticamente conocido por Pepe La Nora, por influencia del nombre de su madre, que fue Leonor Rebollo Arreciado, conocida entre sus paisanos por La Nora, cosa bastante frecuente en muchos pueblos, en que se conoce por el apodo a una persona antes que por el nombre propio.

Pepe La Nora, nació el siete de Septiembre de mil novecientos tres, en la calle San José, de San Juan del Puerto, con ascendencia de Alosno, y de Almonte, lugares de nacimiento de sus padres.

Con dieciocho años de edad, nos llegan las primeras referencias artísticas de Pepe buscándose la vida en compañía de su inseparable hermano Curro; también cantaor, pero con una biografía más reducida debido a que murió joven. La romería del Rocío es uno de esos acontecimientos cercanos a su pueblo donde comenzó a curtirse como cantaor.

Nuestro personaje, después de su dura jornada de trabajo en el campo, se arreglaba para la fiesta, se ponía su traje, sus botines, y el sombrero de ala ancha; y si era invierno, se enfundaba su pelliza para soportar mejor el sereno de la noche de los duros inviernos de entonces. Aquí queda demostrada su afición para aprender, y desarrollar su cante a través de lo vivido.

Cuando había que celebrar algún acontecimiento, o por el contrario, aparecía la amargura de la escasez en aquellos difíciles años, se juntaban a cantar un grupo de amigos alrededor de una botella de vino, entre los que estaban Perico La Bolera, y El Cano Correa, que se peleaban unos con otros con las armas de sus cantes.

De entre los muchos viajes de Pepe que hizo por los contornos andaluces, destacamos, en el que conoció y cantó en Mairena del Alcor con un niño de pantalones cortos, que no era que don Antonio Mairena, el que con el tiempo, recibiría la III Llave de Oro del Cante.

La tierra y el mar, estuvieron siempre presente en la vida de este hombre bueno, conociendo y viviendo, el ajetreo del muelle de su pueblo moviendo el mineral de cobre del cercano Riotinto, que le dio la oportunidad de conocer a muchas personas las cuales le serían de mucha utilidad para su carrera profesional.

San Juan del Puerto, es un pueblo, por el que han pasado figuras punteras del fandango de Huelva como: Rengel, Paco Isidro, Rebollo, Garrido, El Comía; imprimiéndole a este estilo una patente del buen cantar por Huelva en particular.

La Exposición Iberoamericana de Sevilla de 1929, le dio la oportunidad de grabar sus primeros discos con la casa Regal, acompañado a la guitarra por Niño Ricardo, con el título “Que redoblen las campanas”.

Con la ayuda del célebre Pérez de Guzmán, conocido aristócrata y gran cantaor, que gracias a nuestro amigo Francisco Zambrano Vázquez conocemos su auténtica e intensa biografía, Pepe La Nora comenzó a acumular fama en la Feria de Sevilla en la caseta del “77”, visitada por los cantaores más importantes de aquella época, entre los que destacamos a, Manuel Vallejo, El Gloria, Tomás Pabón, José Cepero, Manuel Torre, Mazaco, y otros muchos más. En esta caseta, La Nora, llegó a cantar ante su Majestad el Rey Alfonso XIII, monarca, que lo mismo que su augusto padre, fueron buenos aficionados al buen cante; sabemos que Juan Breva cantó en el Palacio de Oriente en Madrid a requerimiento de Alfonso XII en muchas ocasiones.

Los colmaos, las tabernas, y las salas, continuaban después de la Feria de Abril, donde ganó buenos duros con su hermano Curro para alimentar a su familia, y estar un poco más desahogados.

Las incipientes compañías discográficas, entre las que estaban, La Voz de su Amo, Columbia, Pathe, Odeón, Gramófono, Regal, Polydor, y Parlophon, pedían a los artistas que estrenaran nuevos cante. La popularidad del Fandango fue muy acogida, por lo que los más virtuosos, crearon, y recrearon este palo, que luego pagaría las consecuencias, tanto, que todavía no se ha recuperado del todo de aquella crisis.

Pepe La Nora, contrajo matrimonio con Rosario Briones, vecina de San Juan del Puerto, el día 31 de Diciembre de 1930. Fue un hombre tierno y responsable cuando estaba con su familia. Como dato curioso, decir, que el ajuar de su hogar lo compró con las mil pesetas del contrato con la discográfica Regal a cambio de inmortalizar cinco cantes en pizarra.

El cante de Pepe, y su fandango personal está en la actualidad en fase de revalorización, al ser cantado por importantes artistas de la talla de, El Cabrero, Luis de Córdoba, El Perejil, a los que siguen, Placido González, Hernández Garrocho, Isidro González Cruz, y la Peña Flamenca Femenina de Huelva; por lo que está asegurado para continuar alegrando con sus melodías bellísimas y cambios sonoros a los aficionados.

Unas de las noches más felices de este cantaor fue, la del 17 de Marzo de 1954, que celebró el setenta y cinco cumpleaños de José Tejero, importante aficionado, propietario de una conservera de la zona. Una fiesta flamenca, en la que invitó a cantar al entonces joven Pepe Briones acompañando a su padre y del guitarrista Rafael Rofa (hijo). En el transcurso de la misma los invitados, reconocieron al viejo maestro, siendo requerido insistentemente para escucharle, y así recordar los viejos tiempos cuando se pasaban las noches en vela. Entre ellos estaban ilustres personajes como: Fernando Terry, Felipe Osborne, y Joaquín Murube.

Pepe La Nora, murió en San Juan del Puerto, ciudad donde había nacido, el cuatro de marzo de 1983, cuando contaba setenta y nueve años de edad.

El libro biográfico, lo cerró Ángel Lacalle con la discografía de de este singular cantaor, comenzando con la Historia Antológica del Fandango de Huelva, y en Historia del Flamenco, de Ediciones Tartessos. Le siguen, las letras empleadas para poner punto y final con los comentarios de algunos contemporáneos y amigos que lo conocieron.

Espero que a muchas personas les haya sido de interés lo aquí expuesto, esa ha sido mi intención, y al mismo tiempo tener un merecido recuerdo para Ángel Lacalle.