Concierto organizado por Tito Losada y la Asociación España Libre de Drogas
en colaboración con diversas ONGs
Tito Losada guitarrista, Compositor y Director
David Moreira, Director Concertador
Vaky Losada guitarrista
Ivan Losada, guitarrista
José Losada, guitarrista
Amador Losada, percusionista
Mar Fernández, cantaora
Salvador Barrul, cantaor
Antonio Moreno, cantaor
Rafael Jiménez, cantaor
Rafael Martos, bailaor
Orquesta y Coro Internacional de Madrid

Fotografías: Marcos Yllana



Confieso que es la primera vez que asisto a una misa flamenca en un teatro de la Gran Vía madrileña, pero me intrigaba tanto despliegue (60 artistas en escena) en un teatro por cierto, abarrotado con más de 800 personas entre las que se encontraban; gente normal, alcaldes, empresarios y artistas del pop y del flamenco, para decir una frase que fue unánime: “No a la droga, si a la vida”. La cosa no tiene nada de extraño, pues a través de los medios de información estamos recibiendo la sorprendente noticia de que nuestro país se ha convertido en el primer consumidor de cocaína de Europa.

Pero ¿que tiene que ver la droga con las cosas de Dios? Bueno, para decir “No a la droga” cualquier cita es buena, además la misa era flamenca y todos conocemos el prestigio de la familia Losada con la sonanta y la percusión, así que mejor que mejor.

Además, aunque no lo parezca, en las letras del flamenco las cosas de Dios están siempre muy presentes, y son cantadas incluso por los no creyentes, por tanto la misa estaba plenamente justificada. Tampoco seria la primera vez, que yo sepa se han grabado más de seis misas flamencas por artistas tan diversos como Antonio Mairena, Enrique Morente o Rafael Romero. Recuerdo especialmente las que oficiaba el padre Bartolomé Rizos en Vallecas y en La Fortuna y como se entonaba este buen cura y mejor flamenco por malagueñas del Mellizo con su prefacio y todo. Así que ya tenemos el flamenco, la misa, y tenemos a Dios. Nos queda la droga, por desgracia tan presente en el ánimo de muchos flamencos, gitanos o no. Sin duda demasiado presente, por que he visto muy cerca, demasiado cerca como auténticos artistas se han derrumbado en ella, como han desaparecido algunos y lo rematadamente mal que llevan su carrera otros. Afortunadamente estos últimos todavía están a tiempo, solo tienen que llamar a la puerta y serán recogidos en centros donde no se les pregunta ni quienes son, ni de donde vienen. Y como el dinerito recaudado en este acto es para estos centros la cosa se va poniendo mas clara. Una vez mas los flamencos no se han salido por la tangente, han arrimado el hombro y al tiempo también se han rascado sus bolsillos.

El entusiasmo fue grande y naturalmente se cantaron alabanzas, pero también se cantó y se bailó por soleá, siguiriya, malagueñas y farruca y especialmente por alegrías, de esto ultimo que nunca nos falte.