Edu Hidalgo, Lo que siento y lo que soy, 2019
PRIMER DISCO DE UN CANTAOR JOVEN DE RAÍZ Y CON FUTURO
José Cenizo Jiménez
Érase una vez un profesor de la Escuela de Ingenieros de Sevilla que, a la vez, cantaba flamenco con una jondura patente. Existe, y no es un cuento. Y presenta su primer trabajo discográfico, titulado “Lo que siento y lo que soy”, toda una declaración de intenciones de su autor, Edu Hidalgo.
En poco tiempo, Edu ha logrado, gracias al esfuerzo y a su enorme afición, hacerse un hueco entre la lista de cantaores jóvenes con proyección. Y esto es lo que demuestra con el CD que comentamos, su conocimiento grande del cante tradicional, su entrega en cada tercio, su impronta emocional en cada palo. Tiene una voz, como suele decirse, muy flamenca, con altos bien definidos y, cuando la ocasión lo requiere, sabe bajar con sentimiento, como en la malagueña, algo fundamental para que el cante no sea sólo grito e incluso desmesura y teatralidad sonora.
Además de la malagueña citada, con su jabegote, encontraremos estilos como soleá por bulerías, tientos, jaleos extremeños, alegrías y cantiñas, fandangos, bulerías, seguiriya y nana. Diez cantes realizados con soltura, intensidad. Además las letras son otra garantía de la mano de José Luis Rodríguez Ojeda y Moreno Galván, a las que se suman algunas del propio cantaor. Y qué decir de las guitarras, a cargo de Eduardo Rebollar y Manolo Franco, a los que la afición admira y quiere tanto, junto a las aportaciones de Liam Howarth, Javi Gómez, David Caro, Paul Bossauder. En los jaleos y coros hallamos, entre otros, a Nano de Jerez y Laura Vital en colaboraciones especiales.
La verdad es que nos gusta todo de este disco, pero si tenemos que destacar algo diríamos que los tientos -pura rabia-, la soleá por bulerías que abre el disco, la alegrías y cantiñas, la soleá homenaje a Antonio Mairena (incluso le dedica una letra), la seguiriya de soporte clásico… Todo está bien estudiado y asimilado, aquí hay cantaor de raíz, de estirpe, de fuerza y entrega para rato. Bienvenido este trabajo primero pero con una madurez que lo sitúa en primera línea de esa juventud que viene pegando fuerte con cante tradicional. Como dice Suárez Japón en el libreto, “descubrió muy pronto que el futuro estaba en el pasado” y nos apunta al “disfrute de escuchar los viejos sones en nuevas voces”.