La poesía de las 6 cuerdas


Opinión
José Cenizo

José Cenizo


RIQUENI: LA POESÍA DE LAS SEIS CUERDAS

(ESPECTÁCULO “HERENCIA”, FUNDACIÓN CAJASOL, SEVILLA, JUEVES 13-4-2023)

JOSÉ CENIZO JIMÉNEZ

Rafael Riqueni (Sevilla, 1962) vuelve a su Sevilla del alma, donde es tan querido, con este recital, “Herencia”, que se estrenó en el Teatro Lope de Vega el 29 de septiembre de 2020. En la sinopsis del espectáculo de los Jueves Flamencos de Cajasol del jueves 13 de abril se nos recuerda la senda que sigue Riqueni con total calidad y categoría de otros artistas anteriores en el concertismo de guitarra flamenca como Sabicas, Serranito o Paco de Lucía. Nuestro tiempo está marcado, desde hace años, por magníficos como Vicente Amigo o Rafael Riqueni, entre otros. Y Riqueni lleva unos años en primera fila debido a que ha, digamos, vuelto tras una larga etapa vital nada fácil, y a que, con todo derecho, en nuestra opinión, y sin hacer comparaciones que siempre son odiosas, su calidad técnica, su entrega, su conocimiento de la tradición renovada y, lo más importante, la impronta sentimental y lírica de sus composiciones son magistrales, llegando a construir genialidades ya perdurables, joyas musicales como el disco Parque de María Luisa (2017).



  • Rafael Riqueni en Cajasol
  • Rafael Riqueni en Cajasol
  • Rafael Riqueni en Cajasol
  • Rafael Riqueni en Cajasol
  • Rafael Riqueni en Cajasol
  • Rafael Riqueni en Cajasol
  • Rafael Riqueni en Cajasol
  • Rafael Riqueni en Cajasol
  • Rafael Riqueni en Cajasol
  • Rafael Riqueni en Cajasol
  • Rafael Riqueni en Cajasol
  • Rafael Riqueni en Cajasol
  • Rafael Riqueni en Cajasol
  • Rafael Riqueni en Cajasol
  • Rafael Riqueni en Cajasol
  • Rafael Riqueni en Cajasol


De este disco ofreció algunas muestras -“La isleta de los patos”, “El estanque de los lotos”, “Tiempos pasados”, “La glorieta de Bécquer” y “Trinos”-, así como del más reciente Herencia (2021) -“Triste luna”, “Soleá de los llanos”, “Farruca Bachiana”, “Minerico”, “Herencia”, “Lágrimas” y “Pureza”-. De obras anteriores nos dejó alguna muestra, con lo que completó una antología de su trayectoria: “Al Niño Miguel” de Juego de niños (1986), “Paseo de Ensueño” de la Suite Sevilla (1963) y “Esa noche” de Alcázar de Cristal (1996). En los años intermedios, decíamos, una tormenta vital y un freno artístico que hace poco logró superar, como dijo él mismo, gracias a la música, a la guitarra y al calor del público. Todo lo que aparenta de timidez -no lo conocemos personalmente para dar detalles- lo vence con la guitarra en las manos, con una derecha y una izquierda verdaderamente prodigiosas, manejando en una combinación magistral escalas, picados, arpegios, rasgueados o sobre todo trémolos que embelesan al espectador y, gracias al lirismo que todo lo impregna, dice mucho con pocos elementos, con piezas que a veces son muy breves pero intensas como pocas. Pequeñas joyas que llenan el alma de gozo, la vida de alivio y el corazón de hermosura y deseos de bondad, o eso nos parece (aunque sepamos que la ética y la estética son cosas distintas).

Así el mago Riqueni nos conquista, nos seduce, pero no con alardes técnicos, velocidad casi imposible en las cuerdas, rasgueados extremos, sino con la cadencia emotiva y de un color musical precioso, penetrante, con la cálida voz de sus cuerdas y sus manos, pues con ellas nos cuenta cosas Riqueni. Su guitarra habla, consuela. Como dijo el poeta Luis Rosales: “La guitarra suena, Se juntan las manos / la guitarra habla, de vivos y muertos, / cuando no tengas nada en la vida, los labios atados / oye la guitarra por un mismo beso”. Un poeta de la guitarra, cuyos versos, los acordes y movimientos con las cuerdas, miran hacia dentro, dan luz desde el interior. Te llena de emoción, te envuelve, te lleva a su esencia, como nos ocurre también con el toque mágico y único de Diego del Gastor, cada uno a su modo. Música con verdadera hondura que nos reconoce como humanos y nos hace mejores sin duda por su belleza inconfundible.

Fotos: Remedios Malvárez (quedamos agradecidos).