Con este título, sugerente y atractivo, se ha desarrollado un curso en la Universidad Internacional de Andalucía (sede de Málaga) que ha concitado el interés del alumnado -llegado desde distintas partes de España y compuesto mayoritariamente por mujeres-, y ha supuesto el enfoque multidisciplinar por parte del profesorado de un tema no por conocido suficientemente sabido, toda vez que si bien la mujer siempre tuvo una presencia activa en el flamenco, no es menos cierto que su papel nunca fue considerado en su justa medida.


Desde el estudio de la imagen patriarcal de las mujeres en las coplas flamencas hasta el análisis de la legendaria figura de la Niña de los Peines, pasando por el recordatorio de Tía Anica la Piriñaca, el tema de la coeducación, la mujer y la guitarra, las teorías sobre el papel de bailarinas y bailaoras en el nacimiento del baile flamenco, el rol de la mujer en las peñas flamencas, la figura de las Cármenes, las diferencias entre el baile de mujer y el baile de hombre o la presencia de la mujer en el cante flamenco, han sido los temas que se han ido desgranando a lo largo de cinco días (entre el siete y el once de julio), durante los cuales han primado el rigor y la discusión por encima de anécdotas y leyendas ya insostenibles. Siempre con un objetivo claro: reivindicar el importantísimo papel que la mujer ha ejercido a lo largo de la historia documentada del arte flamenco en cualquiera de sus facetas, algo que a estas alturas debiera ser innecesario, pero que todavía es preciso recordar.

Miguel López –director del curso-, José Luís Ortiz, Eulalia Pablo, Gerhard Steingres, Loren Chuse, Paco Vargas, Génesis García, Alfredo Arrebola y Manuel Bohórquez han sido los encargados de desentrañar los temas antes citados, cada cual desde su particular óptica, que a la postre han resultado de interés para los asistentes al curso, por cuanto el nivel de razonada discrepancia ha sido alto y apasionado.

Por más que el tema central esté de moda, porque la mujer es cada vez más parte esencial del engranaje social del siglo que transcurre, su estudio analítico en un curso de verano dedicado al flamenco puede considerarse una novedad, pues desde la perspectiva de género es la primera vez que se encara el tema. Y por eso hemos de felicitar a su director y a la universidad que lo ha incluido en su programación de verano; pero de nada serviría –o su utilidad sería menor- si sólo fuera un mero intento. Su continuidad, pues se presta a muchas más diferentes visiones, debiera ser el camino a seguir hasta llegar a conclusiones efectivas que dejen sentado claramente y de manera exhaustiva el verdadero papel de la mujer en el nacimiento y posterior evolución del arte popular más bello y profundo de cuantos se dan en el mundo.

“En estos cinco días -según palabras del director- se ha demostrado que el tema de género y flamenco es un tema que interesa a los flamenco/as. De las ponencias presentadas por las nueve personas que formaron el equipo de especialistas en estos temas, se deduce que la mujer ha estado limitada en todos los ámbitos de desarrollo del flamenco: El baile, el cante, el toque, su participación en la vida profesional, la vida pública del flamenco, etc. Sin embargo, no significa esto que en el ámbito flamenco exista más sexismo que en los demás ámbitos de de relación social. En definitiva este curso ha servido para localizar las formas y elementos en que el sistema patriarcal ha limitado las posibilidades de desarrollo personal y profesional de las mujeres. Se ha visto que estos elementos que han de ser visibilizados para que podamos hacer un frente común que evite que siga influyendo contra las mujeres flamencas Además se hizo explícito cómo todavía hoy existen muchas letras sexistas que tratan a la mujer como un ser inferior, dependiente del hombre, merecedora de insultos, amenazas y maldiciones, incluso hemos localizado letras que incitan a los malos tratos.”

Cómo enseñar el flamenco ha sido el gran debate de los últimos años entre las personas que se dedican a la enseñanza, ya sea esta de un nivel l educativo u otro. Y sigue siéndolo. Debate que invariablemente llega siempre a la misma conclusión: la enseñanza del flamenco es necesaria, por cuanto nos pone en contacto con el conocimiento de la música por antonomasia de Andalucía, con su cultura, con sus tradiciones más ancestrales e imperecederas, con la sociedad de antes y de ahora, con la historia y la geografía de su tierra, con una forma lúdica de entender, querer y respetar sus raíces, etc. De ahí la importancia de este curso de la UNIA. El resultado, según palabras de su director, ha sido excelente. Profesores y profesoras hemos cumplido con nuestro trabajo, aportando ideas y experiencias. Y las mujeres y hombres que estaban allí para aprender –en realidad, todos lo estábamos- han aprendido y han participado muy activamente.

De las actividades paralelas, debemos destacar el magnífico concierto “Solo y nada menos que mujeres” de Antonia Contreras (cante), Laura González (guitarra), Rocío Bazán y Eva Bazán (palmas) en el que se recordó a cantaoras como La Trini, La Serneta, Pastora Pavón o La Repompa. El recital, planteado como un homenaje a la mujer flamenca, vino a constatar el momento en el que se encuentra la mujer en el flamenco, llenando el escenario de aire fresco y femenino, dejó con ganas de más a los muchos asistentes que acudieron al auditorio de la Diputación de Málaga.