La llave de la música flamenca


Libros
Antonio y David Hurtado
Signatura ediciones, 2009
El Fillo


Tal y como anunciábamos brevemente en nuestro anterior boletín, los hermanos Antonio y David Hurtado Torres, que saltaron a la arena pública en 1998 con la publicación de El Arte de la Escritura Musical Flamenca -obra en la que por primera vez en la historia alguien se atrevía a transcribir a pentagrama el cante flamenco-, vuelven de nuevo tras unos años de silencio con otro libro. En esta ocasión se trata de La Llave de la Música Flamenca, obra, según los autores, mucho más ambiciosa que todas sus anteriores publicaciones, pues en las casi 500 páginas de que consta se aborda el estudio de la línea evolutiva que une las manifestaciones preflamencas más arcaicas, embrionarias y sutiles –que los autores sitúan en el último cuarto del siglo XV y principios del XVI, en las dos formas musicales conocidas como la folía y la romanesca- con el repertorio musical flamenco propiamente dicho, que se consolida a finales del XIX.

La Llave de la Música Flamenca , editado por Signatura Ediciones de Andalucía, lleva dos prólogos, uno del compositor Tomás Marco y otro del cantaor Antonio Fernández Díaz, Fosforito, y se complementa con un disco compacto en el que los mismos autores a cargo de los instrumentos de teclado (clavicémbalo y fortepiano), junto a otros músicos (guitarras barroca y romántica, violín barroco, un tenor, dos sopranos y percusión) interpretan algunos de los numerosos documentos musicales contenidos en la obra, muchos de las cuales se publican e interpretan por vez primera en la historia, pues en gran medida proceden de manuscritos inéditos o de ediciones antiguas que no han vuelto a publicarse.

La presentación de La Llave tuvo lugar el pasado día 25 de septiembre dentro del marco del I Encuentro Internacional Flamenco de Triana, en el hotel Abba. La mesa estuvo moderada por Tomás Marco y este afirmaba: “este libro es una especie de gozne en torno al cual va a girar mucho de la investigación flamenca futura, porque hay un antes y un después del enfoque que esta obra nos da sobre el flamenco”.

El contenido del disco está estructurado de la siguiente manera: en primer lugar, como primera grabación, aparece un arreglo para dos claves y dos violines del célebre fandango de Luigi Boccherini, compuesto en 1788. No es la pieza más antigua, pero se sitúa de esa manera, presidiendo el disco, simbólicamente, a modo de homenaje al que es el palo flamenco documentadamente más antiguo, tronco fundamental de la mayoría de los demás cantes flamencos: el fandango, cuyos primeros vestigios(tres brevísimos fandangos)aparecen en un manuscrito anónimo de 1705, que los autores publican en el libro, tanto en su versión original de tablatura de guitarra barroca, como en su transcripción moderna a pentagrama.

Recordemos que en 1705, cuando el fandango aparece ya escrito en tablaturas para guitarra, y ya con su nombre definitivo que ha conservado intacto a través de los siglos, no existían aún ni las seguiriyas, ni las soleares, ni los tientos, ni las bulerías, ni los tangos...Sin embargo, el fandango ya estaba allí, incluso con su mismo nombre con el que hoy ha llegado hasta nosotros. Se demuestra así que él –tan despreciado durante tanto tiempo- fue verdaderamente el padre de casi todos los cantes flamencos posteriores. Y, por cierto: en su origen, el fandango(al igual que el tango, la zarabanda, el zorongo, el zarambeque, el cumbé, la rumba) es de origen negro, pueblo que, junto al árabe, sienta las verdaderas y auténticas bases estilísticas de la música preflamenca, en las etapas primigenias, más antiguas.

A partir de la grabación nº 2, el disco sigue un orden cronológico, que arranca desde una zarabanda para guitarra de Gaspar Sanz, publicada en 1674, en la cual se aprecia clarísimamente la fisonomía flamenca de los cantes llamados de ida y vuelta, hasta llegar a las grabaciones de cante flamenco ya totalmente configurado, en las voces de Chacón, Pastora Pavón, El Gloria y Vallejo, como resultado de una culminación de siglos.

Sorprendentemente, la guitarra barroca se nos muestra en todas las piezas del siglo XVII que los autores han incluido, totalmente ya impregnada de técnicas y rasgos armónicos plenamente flamencos, como el rasgueado y el golpe rítmico en la tapa, el clásico ritmo de hemiolia, impropiamente llamado compás de amalgama o de doce tiempos, y el modo de mi o frigio, mientras que todas los trabajos de flamencología que versaban sobre el origen de la guitarra flamenca nunca habían traspasado fechas anteriores a las segunda mitad del siglo XVIII.

Dentro de este terreno guitarrístico representado en el disco, son de destacar la impresionante jácara para guitarra de Antonio de Santa Cruz(segunda mitad del XVII) rebosante de giros que nos recuerdan a seguiriyas y bulerías(siglos antes de que éstas existan), o el exquisito fandango de Santiago de Murcia(1730), con evidentes rasgos soleaeros.

Otra de las primicias de La Llave de la Música Flamenca reside en la grabación de la caña que describe Serafín Estébanez Calderón en sus Escenas Andaluzas(1847). Esta grabación se basa en dos transcripciones musicales de este canto, realizadas y publicadas en dos años distintos –1862 y 1883- por dos músicos distintos y que los autores han encontrado y publicado asimismo en la presente obra. También se ha incluido en el disco la canción La Caracolera,canción andaluza con acompañamiento de piano, compuesta y publicada por Manuel Sanz de Terroba en 1876 y que es el modelo en que se basó don Antonio Chacón para elaborar los caracoles flamencos.

Afirman los autores que el hecho de haber empleado para la interpretación de las piezas voces de tenor y soprano no quiere decir, evidentemente, que en épocas preflamencas todo el mundo cantara con estas voces ni muchísimo menos, sino que este enfoque clásico se debe principalmente a razones de orden práctico pues una soprano y un tenor, al tener una técnica musical estándar pueden preparar e interpretar una pieza musical de una manera mucho más rápida que otro tipo de cantante que no sepa leer música.

No obstante, ya estamos experimentando con este repertorio cantado por cantaores flamencos, concretamente con Guillermo Cano –sin duda uno de los más brillantes artistas flamencos del panorama actual- , y los resultados son espectaculares.

La obra de los hermanos Hurtado Torres está surcada de otras múltiples ideas, descubrimientos y reflexiones, que a modo de afluentes ponen constantemente unos temas en contacto con otros, la mayor parte de las veces desmintiendo disparates e ideas sin fundamento histórico que se han mantenido a través del tiempo incluyéndose en los libros hasta el día de hoy.

En palabras de Antonio Hurtado Torres:

“Estas ideas, reflexiones y críticas nuestras–todas documentadas, por supuesto- en torno a muchas afirmaciones y concepciones erróneas y absurdas que se han mantenido hasta el día de hoy en el ámbito de este arte desde la época de Demófilo no dejarán indiferente a nadie, como las "divagaciones y elucubraciones bizantinas y pseudohistóricas" de la época de Manuel de Falla y el I Concurso de Cante Jondo y , por supuesto, la descomunal tergiversación histórico-estética a gran escala que se llevó a cabo en la época conocida como Mairenismo, en la cual se condenó y relegó bajo el estigma de "impuro" precisamente a todo lo que históricamente había sido la verdadera pureza. Asimismo, pueden resultar asombrosas e incluso escandalizar a más de uno afirmaciones como la de que el Planeta y el Fillo(a la luz que nos arrojan la musicología y la historia) sin duda cantarían algo mucho más parecido a lo que hoy se conoce como Copla o Canción Española que al flamenco, o que el Reggaeton está emparentado rítmica, estética y étnicamente, con el tronco primigenio del cual surgieron los tangos; o que la antedicha Copla o Canción Española, lejos de ser un género franquista -como dicen unos-, o republicano -como argumentan otros- es un estilo cuyo orígen se remonta, al igual que el flamenco mismo, al mundo costumbrista, preflamenco y romántico del siglo XIX, no solamente en cuanto a estética se refiere, sino también en cuanto a todos los parámetros musicales”.

En el libro también se desmiente la supuesta influencia que, según algunos autores, habría ejercido en el nacimiento del flamenco el género teatral y musical llamado tonadilla escénica, muy popularen la segunda mitad del XVIII. “No hay ninguna influencia de la tonadilla; al menos una influencia sustancial, de peso”, afirman los autores. “En comparación con el fuego, el ímpetu y la pasión de la música preflamenca del período barroco, anterior a la tonadilla escénica, la música de este nuevo género dieciochesco está mucho más dulcificada y estilizada, bajo la influencia de los estilos europeos galante y clásico. Y si bien es cierto que la música de la tonadilla es exquisita y elegante, podemos decir que de entre todas las épocas preflamencas, la época tonadillesca es la menos flamenca de todas. Aquel ímpetu, propio del barroco, volvería de nuevo en el siglo XIX, ahora ya con un tinte romántico, en la recta final de la cristalización del género flamenco”.

Como ejemplo de todo lo anterior se ha incluido en el disco la grabación (seguramente la primera interpretación en 230 años) de unas seguidillas correspondientes a la tonadilla titulada “la Anónima” compuesta en 1779 por Tomás de Abril. En este fragmento aparece por primera vez, que se sepa, la palabra “tango”, asociada al mundo musical popular andaluz, si bien, como decimos, la música de esta pieza dista mucho de ser aflamencada.

No obstante, La Llave de la Música Flamenca no solamente aborda el pormenorizado estudio de la línea genética del flamenco sino que también dedica una parte muy importante a la descripción histórica y musical de los cantes más importantes del repertorio flamenco propiamente dicho.

Serían muchos los aspectos que podrían comentarse de una obra que se desenvuelve en casi quinientas páginas, con una documentación que abruma, y un disco donde se puede oír directamente mucha de la música de la que se habla. Preguntados los autores acerca de si el libro es de naturaleza técnica, responden: “Si y no, y al revés. Es un libro que contiene algunas partes muy técnicas respecto a la música. A pesar de ello, no son estas partes las más largas del libro. Por el contrario, nuestra obra es accesible a todo tipo de público con un denominador común: que esté interesado por el flamenco. La Llave de la Música Flamenca no es un libro técnico; no es un libro de historia; no es un libro de literatura; no es un libro de musicología ni antropología. Es todo a la vez. Su lenguaje se desenvuelve, en diversos registros estilísticos; desde el tono literario, sereno unas veces, barroquizante otras, a la asepsia y frialdad de un lenguaje técnico cuando se trata de analizar una partitura, pasando por la ironía e incluso la teatralidad, cuando el tema tratado se presta a ello. Todo el aficionado al flamenco encontrará algo que le sea de provecho. Sea académico o no. Y éste es uno de los logros del libro en relación, por ejemplo, a obras anteriores nuestras, que eran más técnicas, y por lo tanto, más restringidas. Esta llave pretende hacer accesible el conocimiento al mayor número de personas posible”.

En esta obra han colaborado diversas instituciones: la Excelentísima Diputación Provincial de Sevilla; El Excelentísimo Ayuntamiento de Torredelcampo, Jaén; El Centro de Documentación Musical de Andalucía; y la Agencia Andaluza para el Desarrollo del Flamenco.

Curiosamente, la Bienal de Flamenco de Sevilla, cuyo Director aseguró verbalmente en diversas ocasiones a los autores y al editor de este libro, a lo largo de los últimos meses, que “le parecía un trabajo muy interesante que estaba precisamente en la línea investigativa que debía seguir la Bienal de Flamenco, y que por lo tanto iba a colaborar en él”(de hecho, la Bienal va mencionada en los agradecimientos), pocos días antes de la presentación, de forma sorpresiva, de repente, la Bienal se ha retirado del proyecto...No sabemos si es que entretanto, durante los primeros días de Septiembre, habrán tenido alguna desavenencia con el Señor San Pedro (por esto de las llaves)...

A pesar de eso, el libro ya está en la calle y toda la afición flamenca sinceramente deseamos que esta nueva llave del cante sirva para franquear las puertas detrás de las cuales, durante siglos, habitaba oculta la verdadera historia del flamenco.

Dejemos la voz final a los dos insignes prologuistas, citando sendos fragmentos del prólogo que figuran en la contraportada de la publicación:


"...este libro me parece de una importancia extraordinaria pues prácticamente por primera vez el Flamenco está abordado desde un estudio realmente musicológico y con las herramientas de la musicología moderna. Sin duda es un trabajo pionero pero también muy definitivo que abre unas perspectiva ricas y esperanzadoras a un arte que sin duda se merecía que alguien lo abordara con la altura, seriedad y metodología que aquí adquiere. Estoy seguro que es algo que ha costado mucho esfuerzo y que la compensación sólo puede ser el agradecimiento de todos los interesados en el tema y el hecho de que es más que posible que en el futuro este libro se convierta en un clásico fundamental de los venideros estudios flamencos. De momento, y en todo caso, sólo me queda decirle a los autores: enhorabuena y muchas gracias".

Tomás Marco. Compositor(fragmento del prólogo 1º).


"Antonio y David, desde su cualidad de músicos, con lo que esto implica de disciplina y de rigor científico, han puesto el dedo en la llaga de tanta divagación y opacidad sobre o en torno a los orígenes y fundamentos de los cantes flamencos. Han "buceado" con inteligencia y meticulosidad en los ancestros sonoros de nuestros cantes primitivos, desde mucho antes que la palabra "flamenco" coloreara y diera el nombre y el "marchamo" que hoy tienen todos los cantes de nuestra tierra.Antonio y David (tanto monta) han desentrañado y ordenado correctamente muchos de los sones jondos, que estaban dispersos e inconexos entre sí, del Flamenco actual y los del mundo sonoro anterior a la palabra "jondo" y los han ido colocando sabiamente en este gran puzzle musical que conforma el cante de Andalucía ¡Que Dios os bendiga!"

Antonio Fernánderz, Fosforito. Cantaor (Fragmento del prólogo 2º)