La Caña


Libros
José Luis Jiménez Sánchez
JLJS, 2006
Pablo San Nicasio Ramos


El libro que nos ocupa, al igual que los dos anteriores de la serie iniciada por este autor, está llamado a ser una de las principales referencias para el estudioso del cante flamenco más ortodoxo. En este caso en lo que compete a los orígenes, evolución y naturaleza musical del flamenco, ahí es nada, y más en concreto sobre un palo tan flamenco como la Caña.

Si en los anteriores volúmenes se nos presentaba una visión microscópica de la Rondeña y de la Serrana, ahora, con una estructura similar, se nos llama a viajar por un camino musical milenario que llega a nuestros días. Teniendo como hilo conductor la caña, uno de los estilos matrices del arte flamenco que conocemos hoy.

También en este caso prologado por Alfredo Arrebola, la obra de José Luis Jiménez pasa ya por ser la publicación definitiva sobre este estilo. Y es más, si como se presupone, este autor sigue en la titánica labor investigadora de los cantes rondeños, estaremos ante una de las colecciones más interesantes para el aficionado, comparable a las enciclopedias de Blas Vega, por ejemplo.

Principalmente porque se va más allá de lo local o puramente flamenco, para indagar en la política, sociología, antropología y por supuesto música española desde la época musulmana. Es decir, se abordan temas tan necesarios y poco tratados como el primigenio folclore ibérico, la música en Al-Ándalus, la música andalusí, la convivencia de moriscos y gitanos en la región Andaluza desde la conquista de Granada, etc.

Con una documentación rigurosa y una exactitud en las citas y alusiones francamente encomiable, se hace relativamente ameno algo de por sí farragoso, sobre todo al mezclarse la legislación con curiosas estampas de usos y costumbres andaluzas de todas las épocas.

Del mismo modo, se aquilatan las conclusiones finales, que el propio autor enumera en su epílogo, al citarse las referencias que sobre la caña existen en expertos tan dispares como Richard Ford, Estébanez Calderón, Federico García Lorca, Manuel de Falla, Joaquín Turina, Demófilo, los musicólogos H. Schuchardt y A. Gevaert, Blas Infante…

Libro que, para el que quiera abreviar y no adentrarse en sus cuatrocientas páginas, puede resumirse poco antes del final. Cuando aborda la estructura, los maestros, las letras principales y el muestrario discográfico que ha arrojado la caña. Cerrándose todo en un simpático y humilde epílogo del autor, también encaminado a ahorrar tiempo a aquellos que no se atrevan con la lectura completa de una más que recomendable publicación.