José Menese. La Voz de la Cultura Jonda


Libros
Génesis García Gómez
Ed. Almuzara. 2017
Antonio Nieto Viso




José Menese. La Voz de la Cultura Jonda en la Transición Española
Escrito por. Génesis García Gómez
Editorial Almuzara. 2017
Autor. Antonio Nieto Viso




Queremos comenzar, felicitando a la doctora en Filología hispánica doña Génesis García Gómez, que ha sabido escribir con toda brillantez esta maravillosa biografía del gran cantaor José Menese, que desgraciadamente nos dejó para siempre sobre la una de la madrugada del 30 de Julio del pasado año 2016.



Doña Génesis, ha sabido manejar las fuentes documentales para dejarnos para ahora, y la posteridad, la vida privada y artística de un personaje que se implicó en cuerpo y alma al Cante Flamenco.

Tampoco, queremos dejar pasar la ocasión para agradecerle a Editorial Almuzara la encomiable labor en pro del Flamenco, así queda demostrado en la selección de libros que ha publicado acudiendo a las más brillantes plumas que han sabido aportar lo mejor sobre el cante, el toque, y el baile; aparte de interesantes biografías como por ejemplo, esta que nos disponemos a comentar.

Nos detenemos primeramente en la página doce, para leer que, José Menese, ha sido la voz jonda y testigo y símbolo de la Transición española. Una época decisiva en la historia del Arte Flamenco, que se inició entre los años cincuenta y sesenta como Renacimiento Cultural Flamenco, seguida de la que nombramos como Revolución Cultural Jonda.

Efectivamente, estamos totalmente de acuerdo, ya que el periodo mencionado fue muy importante para el Flamenco, tanto en cantidad, como en calidad. Un espectacular avance que nos ha servido para llegar a la más reciente actualidad.

Muy esclarecedor resulta el párrafo primero de la página trece, que transcribimos textualmente: Esta edición, que ve la luz un año después de la muerte de José Menese, se debe al impulso permanente y fidelidad leal grabada a golpe de sangre y conocimiento que el pueblo de La Puebla de Cazalla, blanca y pura, ha puesto siempre en la vida y en la muerte y de la memoria de sus hijos naturales Francisco Moreno Galván y José Menese Escot; y la iniciativa simultánea de Encarnación Gil, quien interesó en este proyecto a quien tenía la voz y la representación del pueblo de Mairena del Alcor, ligado a la biografía que finalmente ha logrado gracias, a Manuel Pimentel, y del que nosotros agregamos, que es un hombre honrado y preocupado por la cultura de su tierra, que se ha ganado el respeto de todos.

En el libro, queda muy claro el tema de cuando a Menese le colgaron el sambenito de intelectual, a lo cual él respondió en su día, que nunca rechazará esa amistad que tanto bien le ha hecho. Que entró en un mundo para el que nos estaba preparado, pero en el que entró con las carnes abiertas, con toda entereza. Que se entregó de lleno, porque todo lo oyó y asimiló le interesó y le gustó, le sirvió. Y su mayor orgullo fue haber sido acogido por Alberti cuando él solo tenía 23 años y lo visitó en Roma.

También tiene cabida aquí, todos los contratiempos que José tuvo que soportar, los ataques desde los diversos sectores, que no estaban de acuerdo con él.

El libro contiene 427 páginas, las últimas, están dedicadas a las reseñas de sus discos con los títulos y sus correspondientes cantes de este artista que conquistó el corazón de los que tuvimos la suerte de conocerlo y escucharle cantar con las letras, la mayoría, compuestas por su mecenas, el pintor Francisco Moreno Galván, un personaje imprescindible para este cantaor que se entregó totalmente con su queja y emotividad para denunciar las injusticias que vio y sufrió en sus propias carnes, o bien de na de los más allegados, caso de su madre, en aquellos difíciles años.

Pocas personas saben que, en el año 1950, José María González Castrillo, luego Chumy-Chumez era alférez de complemento en Jerez de la Frontera. Por su testimonio, sabemos que por aquellos años en esta ciudad había mucho interés por la recuperación del Cante Grande.

Chumy-Chumez por encargo de Francisco, trasladó desde Puebla de Cazalla a Madrid a José Menese, sin saber que aquí se comenzó a escribir la biografía de este andaluz universal, que a mi juicio está comprendido en el capítulo de los mejores de todos los tiempos.

Doña Génesis, ha manejado magistralmente la documentación del personaje, que nos informa de su paso por el famoso Tablao Zambra, ubicado en la calle Ruíz de Alarcón de Madrid, se abrió en 1959 por su fundador y empresario el señor Casares, que quería recuperar y dignificar el Arte Flamenco; y lo consiguió mientras estuvo al frente del negocio hasta su muerte. El respeto, la disciplina, y el silencio mientras cantaba el artista era la norma fundamental para alcanzar este prestigio.

Al señor Casares, le llamaban el “chiflón”, ya que mandaba callar al más leve murmullo por parte de algún espectador. Por supuesto, José Menese cantó en este mítico lugar donde se forjó con la enorme responsabilidad cara al público.

José, cantó en Zambra entre los años 1963 y 1968 con sus correspondientes noches. Aprendió con Perico el del Lunar padre, Pericón de Cádiz, Juan Varea, y Rafael Romero, que fue el que más le influyó para forjar parte de sus cantes, puesto que siempre sintió predilección por lo cantaores gitanos.

Comenta la profesora García Gómez, que la unión intelectual y cantaora nació por los años sesenta, en la persona de Francisco Moreno Galván y José Menese, que marcaría la culminación del renacer del Flamenco y la presencia revolucionaria del Jondo puro.

El Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba decidió otorgar la Llave de Oro del Cante a Antonio Mairena. En este ambiente, aparece en 1963 el primer disco de José Menese en el sello RCA, acompañado por la guitarra del gran Melchor de Marchena; todo esto fue el broche con el que se cerró en 1965 cuando el Concurso de Córdoba le concedió a Menese el Premio Tomás el Nitri. Por su parte, la Cátedra de Flamencología de Jerez de la Frontera le otorgó el Premio Nacional al disco Cantes de José Menese, que fue su primer LP (disco de larga duración) presentado con el texto del académico Luis Rosales.

En la página 33, está reflejada la fecha de su nacimiento, que tuvo lugar el 3 de Diciembre de 1942, a las diez y media de la mañana en una humilde casa de la calle Santa Ana, número 11.Fue el cuarto de nueve hermanos. Hijo legítimo de Juan Menese Águila, natural de Puebla de Cazalla, y de Remedios Escot Cabrera, natural de Olvera.

La primera actuación de Menese en público fue cuando contaba con 17 años, en el Cine Carretería de Osuna, merced a los buenos oficios de Antonio Mairena, que poco antes lo había recibido en su casa de la calle Pedro Ayala de Sevilla, donde vivía el maestro de los alcores.

Avanzando en la lectura, llegamos al apartado donde se habla del Realismo Social de las primeras grabaciones menesianas, se gestaron en casa de Francisco, para no tener que recurrir a las letras tradicionales; idea social que el cantaor nunca abandonó, y que le trajeron algunos contratiempos, no olvidemos que los enemigos del Flamenco están dentro, y no fuera.

Según mi modesta opinión, estos mensajes y denuncias estaban en consonancia con aquellos tiempos. La letra es un mensaje dentro del cante como belleza sonora en la que el artista expresa según el momento que vive, por aquellos años había mucha ilusión por que las cosas cambiaran; Menese participó en aquella esperanza.

Moreno Galván se hizo letrista para satisfacer el deseo de José de ver hecho realidad y verdad los cantes que interpretaba. Coplas realistas que transmitieron las circunstancias de la vida para expresarlas cantando.

Con llegada de Menese a Madrid el año 1962, se abrieron los horizontes para el joven cantaor, que tuvo su primer domicilio en la calle Andrés Mellado donde estaba situado el estudio de Francisco. En la capital de España, ha vivido los años más intensos de su vida como artista, desde que el 12 de Septiembre de 1962 con lo justo, dejó Puebla de Cazalla.

Resulta curioso saber que, fue el escultor Eduardo Carretero, el que le enseñó a Moreno Galván los secretos de la rima; y al mismo tiempo fue uno de los protectores del cantaor.

En la página 173, bajo el título Demasiado joven para tanta carga, se describe a Menese como la voz del pueblo; y resulta esclarecedor para conocer a los escritores comprometidos con el existencialismo y con el realismo social, y la transformación política que pronto con su propia voz sonaba en los escenarios. Algunas de las voces de estos escritores no eran leídas, no eran comprendidas, no movilizaban masas, pero el cante de José Menese fue su altavoz para darlas a conocer.

Blas de Otero, se lamentaba y reclamaba un escenario y un micrófono, una canción, y un público masivo, para que s u voz fuera oída a través de otros. Y encontró la voz de José Menese para cantar sus poemas, que nos hacía palidecer con su mensaje. Lo mismo ocurriría con los temas de Rafael Alberti.

En la página 265, leemos, que el día 1 de Marzo de 1968 se casaron en la Iglesia de Santa Rita de Madrid, José Menese, y Encarnación Gil. Sus padrino de boda fueron el pintor Lucio Muñoz, y su esposa, la también pintora Amalia Avia. Con respecto al día de enlace, comentó José Manuel Caballero Bonald, el trauma que supuso para Moreno Galvan. El día que Pepe se casó fue terrible. Luego resulta que Encarna y Francisco se hicieron amigos, y pasaba largas temporadas en su casa, cuidaba de los niños, hacía la comida. El “Pamío” como cariñosamente le llamaba Diego Menese (hijo de la pareja) siempre fue un soporte familiar.

Conviene conocer lo que pensaba nuestro cantaor, que creyó en el posicionamiento de lo que debía ser la evolución del Flamenco. Este ya está hecho, el tradicional con una riqueza imponente. Ahora bien, el Flamenco evoluciona solo porque cada cantaor aporta lo suyo, su cadencia, sus giros, su personalidad; y eso es lo que le da movimiento y evolución.

El libro finaliza tratando los últimos años de la vida cantaora de este artista universal, que ha sido magníficamente descrita por doña Génesis García Gómez.

Nosotros creemos que la biografía de José Menese está perfectamente contada aquí, y que facilitará la labor de los expertos de las siguientes generaciones, que con su objetividad lo situaran en el lugar que le corresponde en la historia. Este es un libro con todos los detalles para el presente y para el futuro de nuestro arte en el conjunto de su conocimiento.