HERENCIA
El Cante de Tío Juane y de sus hijos Nano de Jerez y El Gordo
Flamenco y Universidad. Vol. XXV
Fonoruz Co 1329 – 2015
Autor. Antonio Nieto Viso
Escribe nuestro amigo, el catedrático don Rafael Infante, en el libreto que acompaña a este volumen XXV de la serie Flamenco y Universidad que: “En el presente volumen se le rinde homenaje a uno de los cantaores más genuinos y profundos que se han criado en el barrio de San Miguel de Jerez de la Frontera”.
Con los cantes de estos tres maestros, tenemos la esperanza de que estos sonidos artísticos siempre estén presentes en la mente de los buenos aficionados, y sean una llama viva que ilumine a las nuevas generaciones que quieran portar la antorcha de estos geniales cantaores.
Recordemos que, Tío Juane fue el último y verdadero fragüero jerezano del barrio de San Miguel, donde transcurrió su infancia y juventud en la misma Plazuela, lugar donde tuvo la oportunidad de reunirse para aprender de aquellos gitanos herederos de un cante puro en sus origenes.
Esta herencia cantaora de la casta de los Fernández continúa con sus hijos Nano de Jerez y Manuel El Gordo, de los que tenemos la suerte de escucharlos en directo, o bien en su discografía.
El primer lugar en este cd., lo ocupa un cante por martinetes legendarios puros y rancios a cargo de Tío Juane. A mi juicio escuchamos una reliquia irrepetible de un tiempo, ya lejano, pero que no hemos olvidado.
También, con la guitarra de Eduardo el de la Malena, nos trae a la memoria Tío Juane unas soleares grabadas en 1985, en las que están recogidas las más viejas esencias de ese compás que no todos saben utilizar.
Continuando con esta grabación de 1985, el patriarca Tío Juane nos dejó para la posteridad una seguiriya de Manuel Torre, y además llama poderosamente la atención el tercio ejecutado por el estilo de Tío José de Paula.
Acompañado por la guitarra jerezana del bueno de Fernando Moreno, le escuchamos a Nano de Jerez por tientos, muy bien desarrollados con los esquemas e Antonio Mairena, rematados por tangos.
Nano con su enorme personalidad está fabuloso en las dos bulerías que ejecuta bajo la batuta de la guitarra de Fernando, que nos hace pensar que estamos en la gloria jerezana de sus calles y de su gente tan fantástica. Pocas son las ocasiones en las que una grabación de este tipo, se consigue tanta belleza.
Afortunadamente, también hemos de reconocer el magisterio de Nano en bulerías por soleá, que para desarrollarlas, ha empleado los matices que nos dejó Antonio Mairena.
Manuel El Gordo, acompañado por la guitarra también jerezana de Domingo Rubichi, deja un buen sabor de boca con una excelente salía, ennoblece a su casta cantando el taranto de Manuel Torre en toda su extensión, y aportando su eco inconfundible de los cantaores de esta tierra peculiar, que también conocen los aires de Levante.
Pero donde de verdad nos eriza el vello El Gordo, es por fandangos naturales, porque se mete en las circunstancias de la temática y va meciendo tercio a tercio los aires de un sentimiento profundo que pocas veces se puede exponer en una grabación de este tipo.
No quiero finalizar, sin mencionar la tanda de fandangos contenida en el corte cuatro a cargo, de Tío Juane y sus hijos, con lo que rindieron tributo a los mejores de este palo. En sus voces, tercio a tercio sale a relucir puro sentimiento de esta casta de artistas de Jerez.