Farruquito, en Madrid


Reportaje
Jorge Sánchez
Diciembre, 2017
Jorge Sánchez


En Madrid, el Café Berlín, cambió de emplazamiento y sigue recogiendo el premio a unas actividades fantásticas, que todos los días completan su aforo.

Por su escenario pasan a diario figuras del flamenco, jazz y otros géneros musicales. Dinamismo en sus responsables y con el premio del público.

Ahora se presenta un Festival flamenco al uso. Figuras en un escenario próximo al aficionado.

La actuación de Farruquito llena de público, mayormente joven, el local. Un local que hasta tal punto estaba lleno, que era muy peligroso. Si pasa algún accidente, la seguridad está muy comprometida. Particularmente diría que estábamos todos en peligro.

Actuación con prolegómenos tranquilos, aquí nadie tiene prisa. Van por delante, Pino Losada al toque, El Perre y Juañares al cante con Bandolero a la caja. Poli al baile tradicional de tablao.

Y la salida de Farruquito en dos tramos, que hizo vibrar al público. Es excepcional el compromiso del artista en los varios escenarios que actúa. El da lo mejor en cada momento sin importarle donde pisa, sea un gran teatro como un pequeño local.

Sus movimientos, su cuerpo, sus brazos, su mirada, su tacón, siempre tienen un sentimiento, nada es al azar o a la técnica. Todo en él tiene es vibración y duende. Puro magnetismo y Arte. Un privilegio disfrutarle.

Farruquito sigue siendo el mejor bailaor flamenco del momento. Pero incomprensiblemente no es un ejemplo para el resto ¿por qué? ¿`por qué los demás se dedican a un taconeo repetible, inconexo pero si efectivo de cara al aplauso?.

Farruquito debería ser la proa de los jóvenes bailaores y no ser la excepción. De momento él nos hace vivir momentos inigualables.



  • Farruquito, en el Café Berlín, de Madrid
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  • Sobre el escenario, el mejor bailaor flamenco, Farruquito.
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  • Todos los artistas saludando al público del Café Berlín