ENTREVISTA
ANDRÉS MARÍN
AL BAILAOR
José Cenizo Jiménez
Esta vez entrevistamos a un artista del baile, Andrés Marín, que representa sin duda uno de los pilares de la renovación del baile actual. Gran aficionado al flamenco en general, su arte no deja, como pretende, indiferente. Avalado por diversos premios importantes -uno de lo últimos en la Bienal de Flamenco- alcanza la plenitud y madurez en su carrera, a la que queremos acercarnos con admiración y respeto por quienes abren nuevos caminos partiendo de lo heredado.
Reproducimos la biografía de su página web (http://www.andresmarin.es/):
Andrés Marín es uno de los bailaores más singulares del panorama flamenco actual. Sus producciones se han centrado en la tradición flamenca y específicamente en los cantes clásicos, pero no desde una perspectiva convencional, sino a través de un estilo personalísimo y una estética de absoluta contemporaneidad. Director coreográfico, artístico y musical de su propia compañía, sus creaciones reflejan la libertad expresiva de una profunda investigación artística. De allí nace una poética rica en imágenes sugerentes, al servicio de su compromiso con el arte y con él mismo. En la actualidad se presenta como uno de los grandes renovadores del género.
Andrés Marín nace en Sevilla en 1969. Hijo de artistas flamencos, ha vivido el arte desde pequeño, tanto a través del baile en la escuela de su padre, como del cante, del que es un gran aficionado y profundo conocedor. Si hay un rasgo que defina su trayectoria, ese sería el de la independencia y la no adscripción a compañía o escuela alguna más allá de la enseñanza paterna. Autodidacta inclasificable, emprende su carrera profesional en 1992 como solista y coreógrafo para distintos espectáculos y eventos hasta fundar su propia compañía en el año 2002.
En todas las obras de Andrés Marín reina la experimentación y el riesgo, elementos que el artista considera imprescindibles para que el arte flamenco se mantenga vivo: Más allá del tiempo (2002), Asimetrías (2004), El alba del último día (2006), Vanguardia Jonda (2006), El cielo de tu boca (2008), La pasión según se mire (2010), Op.24 (2011), Tuétano (2012), Ad Libitum (2014), Yatra (2015), Carta Blanca (2015), D.Quixote (2017) y La Vigilia Perfecta (2020). Sus creaciones han sido acogidas por los principales circuitos europeos, tanto del género flamenco como de la danza contemporánea entre los que se encuentran la Maison de la Danse de Lyón, el Teatro Nacional de Chaillot de París, Sadler´s Wells de Londres, la Bienal de Flamenco de Sevilla, Montpellier Danse, el Museo National Picasso-París, la Opera de Lille, el Lucent DansTheater de La Haya, la Ópera Nacional de Latvia, el Théâtre de la Ville de París, la MC2: Grenoble, Festival de Danse de Cannes, la Bienal de Arte Flamenco de París, el Festival de Nîmes, el Festival de Jerez, Flamenco Viene del Sur, la Sala Pleyel de París, el Festival ¡Mira! o el Mercat de les Flors de Barcelona.
Artista inquieto, siempre en la búsqueda de nuevas maneras de sumergir la tradición flamenca en aguas inéditas, Andrés Marín ha colaborado con artistas de diversas disciplinas a lo largo de su carrera en el convencimiento de que el flamenco puede dialogar sin complejos con otras artes:
Pilar Albarracín, artista plástica. Acción para vídeo “Bailaré sobre tu tumba” (2004)
Blanca Li, coreógrafa. “Poeta en Nueva York” (2007-2008) Nominado a los Premios Max como Mejor Interpretación Masculina de Danza por su papel de Lorca.
Llorenç Barber, compositor experimental (campanas). “El cielo de tu boca” (2008-2011)
Bartabas, director del teatro ecuestre y musical Zíngaro. “Golgota” (2013-2016)
Kader Attou, bailarín de hip-hop y director del Centro Coreográfico Nacional de La Rochelle (CCN) “Rencontres” (2014) y “Yatra” (2015-2018)
Ensemble Divana, músicos de Rajastán. World Sacred Spirit Festival 2016, Jodpur (India)
Laurent Berger, dramaturgo y director de teatro contemporáneo. “D.Quixote” (2017-2019)
Marie-Agnés Gillot, bailarina Étoile. Christian Rizzo, coreógrafo, artista audiovisual. “Magma” (2019-2021)
José Miguel Pereñíguez, artista plástico. “La vigilia perfecta” (2020)
El artista compagina su actividad coreográfica y artística con la dirección de Andrés Marín Flamenco Abierto, una oficina de producción y estudio de baile propios con sede en Sevilla.
Preguntamos ya a Andrés Marín para conocer más y mejor su trayectoria y sus ideas y preferencias en el flamenco.
P. ¿Cómo fueron tus inicios en el flamenco y quiénes fueron tus maestros?
Q. Mis inicios fueron en casa, provengo de una familia que se dedicaba a la profesión, mi padre era bailaor y mi madre cantaora. Aprendí el flamenco de una manera muy orgánica, directa, casi como un juego, para nosotros fue familiar. Eso no quiere decir nada, simplemente fue así. A mí me cogió la etapa de las últimas giras de Juan Valderrama, Curro de Utrera, Juanito Maravilla, la Marelu, Gabriel Moreno. Mis padres iban en su compañía, yo era un niño pero lo recuerdo muy bien porque ya tenía uso de razón.
Vi la decadencia de esa última etapa pero también pude disfrutar de esos grandes cantaores y maestros que en ese momento estaban de cartel. Luego mi padre dejó el teatro y montó una academia. Yo tenía intención de seguir en la profesión de mis padres. Para mis padres, el Flamenco era una profesión como hoy en día es para mí. Así que mi primer profesor y mi maestro fue mi padre, y todos los que en esa época eran figuras, buque insignia y estaban en todo su apogeo, de esa forma tenía un espejo donde mirar. Por eso sería injusto nombrar algunos y dejar detrás a otros ya que cuando estás en proceso de aprendizaje, que aún sigo, eres una esponja y te interesa todo. Claro, cuando llenas el equipaje tienes que ir seleccionando y quedándote con lo que realmente va más contigo y lo más importante de todo es dejar espacio para que aparezca tu personalidad y tu necesidad. Pues tienes que buscar tu propio sello y hasta llegar ahí hay que cuestionarse mucho.
P. Aparte de bailar, ¿cantas, tocas la guitarra o escribes letras para el cante?
R. No toco la guitarra, he hecho el intento de escribir algunas letrillas y he escrito un par de letras cortas pero no es algo que me haya interesado. Creo que escribir bien no es nada sencillo. Me he interesado mucho en otro tipo de manifestaciones y aunque me gusta la literatura, también me he interesado en escultura, arquitectura, por supuesto la pintura, la música -que es más mi hábitat- y siempre me interesa también la antropología, el arte en general. Conozco bien el cante y canto, cantiñeo lo suficiente en todos los estilos.
P. Un momento importante en tu carrera hasta ahora.
R. He tenido muchos momentos importantes, no sólo uno, pero creo que cuando uno está iniciando su carrera un momento importante fue mi primera aparición en la Bienal de Flamenco. En aquel entonces la Bienal la dirigía José Luis Ortiz Nuevo y siendo yo un auténtico desconocido me dio la oportunidad de trabajar en el teatro de la Maestranza en un programa que se llamaba seis bailaores. En el cual estaban grandes maestros que para mí fue un honor estar al lado de ellos. El Mimbre que en paz descanse, El Güito, Juan Ramírez -que siempre fue un ídolo para mí también-, Joselito Fernández, Juan Paredes y un tal Andrés Marín.
Recuerdo que la crítica en aquella época no distaba mucho de la época de hoy. Por aquel entonces un crítico de El País creo que ya fallecido, que en paz descanse, que se llamaba Ángel Caballero, que daba fuerte, y, claro, con la forma mía de entender el baile en aquella época no me iba a escapar. Mi mujer solía guardar y tirar la crítica para que no nos diera qué cosa… Yo no lo sabía. También estaba por ahí Manuel Bohórquez que entendió u olió que en un futuro existiría un concepto más abierto o más cercano a la deconstrucción, otro tipo de arquitectura tanto sonora como dancística.
En definitiva, cuando uno quiere ser le da mucha ilusión visitar esos proyectos o esas metas que son muy elevadas y son tan lejanas, pues uno quiere transitar por donde transitaron todos tus maestros y tus ejemplos. Luego a lo largo de mi vida he ido colaborando con grandes artistas tanto de Flamenco como de otras disciplinas por ejemplo Bartabas del teatro ecuestre Zingaro; con Kader Attou, que es un gran coreógrafo, bailarín y exdirector del centro coreográfico de la Rochelle; con Blancali, con Marie Agnès Gillot y Christian Rizzo. Ella ha sido la primera bailarina de la ópera de París durante 20 años y Christian Rizzo ha dirigido y dirige el centro coreográfico de Montpellier, una maravilla. Y con mucha más gente de otro tipo de música como Llorenç Barber o Pilar Albarracín, artista plástica, o José Miguel Pereñíguez, que he estado en la última etapa con él. Ahora estoy también con Jon Maya Sein, presento Yarín en la Bienal de Flamenco de Sevilla, un espectáculo híbrido también que habla de la danza de los hombres, los bailes del norte y los bailes del sur con el bailarín vasco frente a un bailarín de flamenco. El objetivo del proyecto o creación es tenderle la mano al otro y a las otras culturas para terminar en un abrazo y romper las barreras.
Todos han sido momentos diferentes e inolvidables. Luego he trabajado mucho en el extranjero con compañeros y he disfrutado mucho. Por eso no podría decir un momento especial, pero sí me he visto en situaciones muy especiales y en teatros muy especiales como ya he dicho antes con grandes artistas muy especiales y a más grande más humilde.
P. Un momento especial de "duende" (como aficionado y como artista).
R. He tenido muchos momentos donde he sentido el duende, he conocido el flamenco desde que tengo uso de razón, he tenido la suerte de ver muchas noches a Juanito Valderrama y a todos los artistas que iban en su compañía incluyendo a mis padres. Quiero decir con esto que he visto mucho duende desde pequeño y también con los artistas con los que yo he trabajado y también con los artistas de otras disciplinas es donde está en la grandeza, en la transmisión, en la manera de elevar las cosas a otro estado, hacer de lo ordinario algo extraordinario y eso lo hace muy poca gente.
Sin ir más lejos el otro día estuve en el Teatro Central y me estremecí escuchando a José de La Tomasa porque sientes la grandeza del flamenco y del cante grande. Pero, como decía José Tejada Martín “Pepe Marchena”, no existe ni cante grande ni cante chico, existen cantaores grandes o cantaores chicos Y eso se puede aplicar a todas las artes en general o a todos los oficios.
P. ¿Cómo ves la situación del flamenco hoy?
R. Hoy en día yo creo que el Flamenco goza de un buen momento, sobre todo a nivel de información tenemos todas las herramientas, todo el mundo hace de todo, con YouTube te puedes influenciar de todo, y no es que esté mal influenciarte porque todos nos influenciamos pero después hay que saber tratar las cosas y qué haces con eso y dónde quedas tú, tu pensamiento, tu obra sin que sea un corta y pega. Se puede hacer una obra Frankenstein porque al principio cuando todos empezamos también somos un poco eso, aprendemos de los grandes maestros y vamos cogiendo fragmentos y fragmentos y más fragmentos de todos los grandes referentes e imitando a todos tus ídolos. Pues en las obras o creaciones pasa lo mismo, un poquito de aquí, un poquito de allí, un poquito de allá, claro, hasta que el monstruo coge vida es difícil y una vez vivo hay que lidiar con él, posiblemente no salga lo que te habías imaginado. Pero mientras tenga autoridad, profundidad y tenga alma es suficiente, para mí lo más importante es que se aleje del entretenimiento y se acerque a una obra lo más exigente posible.
Últimamente escucho mucho la palabra trascender, y quiero decir con esto que hay que tener cuidado cuando utilizamos la palabra trascender porque depende del nivel que tengamos estamos dando una formación errónea. Las anécdotas no trascienden. Trasciende lo real para bien o para mal, o para bueno o para malo, pero, claro, si encima es algo original no visto con pensamiento diferente y con profundidad pues eso es algo que te sacude. Y luego están los grandes maestros que tenemos en la retina de la memoria que nos sacudieron con un solo baile o un solo cante pero que aparte muchos de ellos tienen unas obras completas que nos han dejado para toda la vida. Vender tickets no es trascender, de hecho es todo lo contrario. Pero si trasciendes y vendes tickets pues entonces es una maravilla, pues estamos ante un acontecimiento social.
P. ¿Crees que hay un flamenco de gitanos y un flamenco de no gitanos?
R. Hoy en día el Flamenco se ha profesionalizado y perfeccionado y cohabitan gitanos y payos y ya hoy en día también muchos extranjeros. El Flamenco se ha universalizado. Una vez dicho esto, o tienes nivel o no lo tienes, o eres real o eres una copia de una copia.
Una vez dicho esto los gitanos tienen una cultura propia, unos gustos y una estética e incluso dentro de los gitanos hay diferentes formas y gustos. Pero yo creo que sí, para mí el gitano tiene una imperfección perfecta que es inevitable, cuando un payo quiere bailar a lo gitano queda chabacano porque fuerza la máquina y pierde la elegancia. Por eso cada uno debe bailar como es cada uno, aunque sea bailar del revés, como decía Antonin Artaud, revés y en ese revés encontrarás tu auténtico lugar. Honesto y original con inteligencia, pensamiento y poso, que no es lo mismo que amaneramiento viejo. Pero cuando ya te dedicas a profesional y convives con todos los compañeros se nota menos este concepto, al final es el nivel aunque cada cual tenga su gusto. Hay grandes artistas tantos payos cono gitanos en todas las disciplinas del Flamenco. La música es música, solo hace falta tener alma. Cuando me refiero música también me refiero a baile y danza.
P. ¿Qué opinión tienes sobre el últimamente muy comentado, con diferentes visiones, machismo en el flamenco de antes y de ahora, en cuanto a los artistas, las letras, los cantes, etc.?
R. En el Flamenco siempre han existido letras machistas. Vivimos en una sociedad machista y ahí está el problema, en el rap existen letras muy machistas quizás de peor gusto que las letras del Flamenco de hoy, la mujer objeto, etc., etc. Entonces tenemos un problema social, en mi opinión, sí debería cambiar o revisarse algo en este tema. En la vida o en esta sociedad en que vivimos vende mucho la tragedia, lo fatal, lo prohibido, las traiciones, etc., etc., pero no solo en las letras habría que cambiar este tema, también en las obras de teatro no hablar de la mujer fatal ni la mujer oportunista, etc. Cambiar ese rol, podían hablar de la mujer inteligente y poderosa, que las hay y las ha habido durante la historia. Sin ir más lejos en Flamenco estaba Pastora Pavón “La Niña de los Peines” entre otras, ella ha mandado y seguirá mandando mientras existan sus grabaciones.
P. ¿Qué opinas sobre la dinámica tradición y renovación en el flamenco, sobre todo en el momento actual, el flamenco del siglo XXI?
R. Yo realmente creo que el Flamenco desde su origen ha estado en continua renovación y evolución, es necesario, e inevitable. Es un arte vivo que convive con su tiempo, no está hecho para museos o para meterlo en una cápsula del tiempo y volver atrás para hacer reproducciones que no tienen nada que ver con la época que vivimos en la sociedad de hoy. Siempre he pensado que el Flamenco ha sido un reflejo de la sociedad tanto en la estética como en la ética. No se le da valor a las mismas cosas que se le daban antaño, incluso la indumentaria no es la misma que antes, la instrumentación, aparte de la guitarra, no es la misma que antes, los códigos no son los mismos que antes. Todo esto ha sido cambiante a lo largo de la historia, existen los registros para poder analizarlos. En cada década han salido formas y nuevas propuestas en todos los ámbitos. Por suerte siempre hemos tenido grandes talentos y creadores que han liderado como buque insignia este arte. Al campo no se le puede poner llave. Gracias a esos cambios evolutivos hemos conocido desde los más clásicos a los más vanguardista en todas las disciplinas y en todas las artes.
P. ¿Te sientes respetado en tu profesión y valorado en tu trayectoria?
R. Bueno, se podría decir que me siento valorado y respetado conmigo mismo. También tengo personas que me han apoyado mucho, me han valorado Y han tenido mucha paciencia conmigo, a las cuales se lo quiero agradecer, pero también he tenido muchos detractores. Yo creo que todo el mundo está en esa misma situación, no solo yo.
Me ha costado mucho porque he sido muy independiente, no he pasado por instituciones y he tenido que ir muy poco a poco. Entiendo que lo que yo hago es muy particular, pero no sé hacerlo de otra forma y tampoco quiero.
P. Tu cantaor preferido... De la historia y de la actualidad.
R. No podría decir uno solo, diría muchos, todos los que fueron grandes y personales y nos dejaron un legado. Es verdad que tengo predilección más por algunos que por otros, pero mayormente me quedo con todos porque todos aportaron su granito.
P. Tu cantaora...
R. A partir de Pastora Pavón La Niña de los Peines. Hay muchas. Entre ellas mi madre que ha sido la que me ha criado y la primera persona que yo vi en un escenario junto con mi padre y otros artistas enormes que iban en aquellas compañías de una España en blanco y negro. De los jóvenes muchos… De las jóvenes muchas… también.
P. Tu bailaor...
R. En el baile me pasa lo mismo. Como referente mi padre para mí, que fue el que me inculcó el amor a este arte, pero después muchos. Dejar alguno atrás tanto en el cante como en el baile o en el baile sería una pena para el Flamenco, ya que está forjado por muchos, así que no sería producente. Al que le gusta el Flamenco le gusta el Flamenco en todas sus vertientes, al que le gusta la pintura exactamente lo mismo, al que le gusta la gastronomía exactamente lo mismo, al que le gusta la naturaleza le gustan todos los animales y todo su hábitat. Al que le gusta de la naturaleza solo el león para mí es más un clasista, para mí está más cercano a un fundamentalismo de mirada corta.
P. Tu bailaora...
R. Ver respuesta anterior.
P. Tu tocaor o tocaora (que las hay)...
R. En la guitarra te diría lo mismo, no hay que repetir otra vez la misma cantinela. Seguramente si le preguntaras un gran maestro de guitarra te diría lo mismo aunque tengan su predilecciones. La historia no la hace uno. La historia la hacemos entre todos, aunque hay algunos que revolucionan porque han sido y son verdaderamente extraordinarios y únicos.
P. Un estilo de cante, baile y toque que te gustan.
R. Baile, la seguiriya. Cante, la seguiriya, soleá, bulerías. Eso con un cante preferido y estilos. Pero como decía José Tejada Martín no hay cantes grandes ni cantes chicos, hay cantaores grandes o cantaores chicos. Y eso se le puede aplicar a todo, tanto a la guitarra como al baile. Es definitiva jondura y profundidad, transmitir o no transmitir... Hay cantaores que de un fandango o una guajira o de una zambra hacen una obra de arte. Como ya lo hicieron con las malagueñas y cantes de Levante don Antonio Chacón, Marchena, El Cojo de Málaga, Escacena, sin dejar atrás a Vallejo o Valderrama. Y Manolo Caracol con la zambra. No solo él sino todos ellos. Es muy importante en el cante tanto en el baile o en la guitarra tener pensamiento, arquitectura, un poso de memoria que no es lo mismo que tocar bailar o cantar de memoria. Afición, que eso se nota mucho, el que tiene afición y el que no la tiene. Se nota mucho si tiene una afición verdadera o impostada aprendida a base de clichés. Y estereotipos.
P. Una letra que te guste
R. Una letra en especial, diría que hay letras muy bellas dentro del Flamenco, hay un gran un poemario tanto popular como de autor. Chacón tiene letras maravillosas, Marchena buscaba letras maravillosas, había mucha exquisitez y paladar. Y también se hicieron muchas adaptaciones de grandes poetas desde místicos a Lorca, Miguel Hernández, Alberti, Juan Manuel Flores... Y muchos otros que han sido muy buenos. Yo diría una que es mía muy cortita, no de gran mérito pero bueno…
Como martillo golpean,
me golpean las malas lenguas,
son tantas las que me hieren,
soy como el yunque que aguanta los golpes,
fueron tantos golpes que ya no me duelen.
Es una letra muy simple.
Por bulería
Puedes incluir en letra a Laurent Berger que me hizo todo el poemario de El Quixote.
1:Te quieren cuando le sirves,
te tiran cuando tu caes, (bis)
te siguen cuando te envidian,
te echan cuando los buscas, (bis)
los traidores del arte. (bis)
2:En mi ultimo combate
déjenme en paz. (bis)
Yo no quiero ver a nadie
por caridad.
A mí me dieron la espalda
y me traicionaron
ellos y sus palabras dulces, (bis)
los pies, los judas me los besaron. (bis)
Me olvidaron, me olvidaron,
los amigos me olvidaron,
los amores ya pasaban,
nadie de miles, me dicen nada
que te dicen que estarán NO.
Firmes en combate,
fieles y leal.
P. Proyectos a corto y medio plazo
R. Acabo de salir de un estreno el julio pasado en Itálica, se estrenó con la coproducción de Itálica y de los teatros del Canal en Madrid, Comunidad de Madrid, Éxtasis Ravel (show andaluz) un espectáculo que gira en torno al universo Sonoro de Maurice Ravel.
Y ahora mismo estoy sumergido en una creación nueva en Amsterdam que estrenamos el día 12 de Julio en el Julidans Skiagraphia. Ahora mismo estoy en esto. Pero seguramente pronto me pondré en otra cosa. O por lo menos eso espero. También estoy sumergido en un proyecto Yarín que se estrena en Bienal de Flamenco de Sevilla el día 29 de septiembre con el Teatro Central. Esta creación trata de los bailes vascos y andaluces, estoy con un dantxari vasco, Jon Maya, y un cantante vasco francés que se llama Julen Achiary.
(Nota: la entrevista se realizó antes del verano de 2022).
P. Tu sueño es...
Un sueño: mi sueño es seguir bailando, luchando por este nuestro arte que es el Flamenco, pero siempre desde la libertad, desde lo inclusivo, con integridad y honestidad sin olvidar nuestras raíces. No puede ser de otra forma.
Hasta aquí las respuestas con enjundia de Andrés Marín, artista cada vez más valorado. Le deseamos lo mejor.
Fotos: Del archivo de Andrés Marín, fotos de diversos espectáculos de Carlos Bonilla, Javier Fergo y Luis Castilla. Del archivo de José Cenizo Jiménez, foto de Andrés con José Cenizo y la hija de José, Mariángeles Cenizo Salvago, en el estudio del artista durante la entrevista que le hizo ésta para su trabajo fin de grado de Danza contemporánea (febrero de 2022).
P. ¿Cómo fueron tus inicios en el flamenco y quiénes fueron tus maestros?
Q. Mis inicios fueron en casa, provengo de una familia que se dedicaba a la profesión, mi padre era bailaor y mi madre cantaora. Aprendí el flamenco de una manera muy orgánica, directa, casi como un juego, para nosotros fue familiar. Eso no quiere decir nada, simplemente fue así. A mí me cogió la etapa de las últimas giras de Juan Valderrama, Curro de Utrera, Juanito Maravilla, la Marelu, Gabriel Moreno. Mis padres iban en su compañía, yo era un niño pero lo recuerdo muy bien porque ya tenía uso de razón.
Vi la decadencia de esa última etapa pero también pude disfrutar de esos grandes cantaores y maestros que en ese momento estaban de cartel. Luego mi padre dejó el teatro y montó una academia. Yo tenía intención de seguir en la profesión de mis padres. Para mis padres, el Flamenco era una profesión como hoy en día es para mí. Así que mi primer profesor y mi maestro fue mi padre, y todos los que en esa época eran figuras, buque insignia y estaban en todo su apogeo, de esa forma tenía un espejo donde mirar. Por eso sería injusto nombrar algunos y dejar detrás a otros ya que cuando estás en proceso de aprendizaje, que aún sigo, eres una esponja y te interesa todo. Claro, cuando llenas el equipaje tienes que ir seleccionando y quedándote con lo que realmente va más contigo y lo más importante de todo es dejar espacio para que aparezca tu personalidad y tu necesidad. Pues tienes que buscar tu propio sello y hasta llegar ahí hay que cuestionarse mucho.
P. Aparte de bailar, ¿cantas, tocas la guitarra o escribes letras para el cante?
R. No toco la guitarra, he hecho el intento de escribir algunas letrillas y he escrito un par de letras cortas pero no es algo que me haya interesado. Creo que escribir bien no es nada sencillo. Me he interesado mucho en otro tipo de manifestaciones y aunque me gusta la literatura, también me he interesado en escultura, arquitectura, por supuesto la pintura, la música -que es más mi hábitat- y siempre me interesa también la antropología, el arte en general. Conozco bien el cante y canto, cantiñeo lo suficiente en todos los estilos.
P. Un momento importante en tu carrera hasta ahora.
R. He tenido muchos momentos importantes, no sólo uno, pero creo que cuando uno está iniciando su carrera un momento importante fue mi primera aparición en la Bienal de Flamenco. En aquel entonces la Bienal la dirigía José Luis Ortiz Nuevo y siendo yo un auténtico desconocido me dio la oportunidad de trabajar en el teatro de la Maestranza en un programa que se llamaba seis bailaores. En el cual estaban grandes maestros que para mí fue un honor estar al lado de ellos. El Mimbre que en paz descanse, El Güito, Juan Ramírez -que siempre fue un ídolo para mí también-, Joselito Fernández, Juan Paredes y un tal Andrés Marín.
Recuerdo que la crítica en aquella época no distaba mucho de la época de hoy. Por aquel entonces un crítico de El País creo que ya fallecido, que en paz descanse, que se llamaba Ángel Caballero, que daba fuerte, y, claro, con la forma mía de entender el baile en aquella época no me iba a escapar. Mi mujer solía guardar y tirar la crítica para que no nos diera qué cosa… Yo no lo sabía. También estaba por ahí Manuel Bohórquez que entendió u olió que en un futuro existiría un concepto más abierto o más cercano a la deconstrucción, otro tipo de arquitectura tanto sonora como dancística.
En definitiva, cuando uno quiere ser le da mucha ilusión visitar esos proyectos o esas metas que son muy elevadas y son tan lejanas, pues uno quiere transitar por donde transitaron todos tus maestros y tus ejemplos. Luego a lo largo de mi vida he ido colaborando con grandes artistas tanto de Flamenco como de otras disciplinas por ejemplo Bartabas del teatro ecuestre Zingaro; con Kader Attou, que es un gran coreógrafo, bailarín y exdirector del centro coreográfico de la Rochelle; con Blancali, con Marie Agnès Gillot y Christian Rizzo. Ella ha sido la primera bailarina de la ópera de París durante 20 años y Christian Rizzo ha dirigido y dirige el centro coreográfico de Montpellier, una maravilla. Y con mucha más gente de otro tipo de música como Llorenç Barber o Pilar Albarracín, artista plástica, o José Miguel Pereñíguez, que he estado en la última etapa con él. Ahora estoy también con Jon Maya Sein, presento Yarín en la Bienal de Flamenco de Sevilla, un espectáculo híbrido también que habla de la danza de los hombres, los bailes del norte y los bailes del sur con el bailarín vasco frente a un bailarín de flamenco. El objetivo del proyecto o creación es tenderle la mano al otro y a las otras culturas para terminar en un abrazo y romper las barreras.
Todos han sido momentos diferentes e inolvidables. Luego he trabajado mucho en el extranjero con compañeros y he disfrutado mucho. Por eso no podría decir un momento especial, pero sí me he visto en situaciones muy especiales y en teatros muy especiales como ya he dicho antes con grandes artistas muy especiales y a más grande más humilde.
P. Un momento especial de "duende" (como aficionado y como artista).
R. He tenido muchos momentos donde he sentido el duende, he conocido el flamenco desde que tengo uso de razón, he tenido la suerte de ver muchas noches a Juanito Valderrama y a todos los artistas que iban en su compañía incluyendo a mis padres. Quiero decir con esto que he visto mucho duende desde pequeño y también con los artistas con los que yo he trabajado y también con los artistas de otras disciplinas es donde está en la grandeza, en la transmisión, en la manera de elevar las cosas a otro estado, hacer de lo ordinario algo extraordinario y eso lo hace muy poca gente.
Sin ir más lejos el otro día estuve en el Teatro Central y me estremecí escuchando a José de La Tomasa porque sientes la grandeza del flamenco y del cante grande. Pero, como decía José Tejada Martín “Pepe Marchena”, no existe ni cante grande ni cante chico, existen cantaores grandes o cantaores chicos Y eso se puede aplicar a todas las artes en general o a todos los oficios.
P. ¿Cómo ves la situación del flamenco hoy?
R. Hoy en día yo creo que el Flamenco goza de un buen momento, sobre todo a nivel de información tenemos todas las herramientas, todo el mundo hace de todo, con YouTube te puedes influenciar de todo, y no es que esté mal influenciarte porque todos nos influenciamos pero después hay que saber tratar las cosas y qué haces con eso y dónde quedas tú, tu pensamiento, tu obra sin que sea un corta y pega. Se puede hacer una obra Frankenstein porque al principio cuando todos empezamos también somos un poco eso, aprendemos de los grandes maestros y vamos cogiendo fragmentos y fragmentos y más fragmentos de todos los grandes referentes e imitando a todos tus ídolos. Pues en las obras o creaciones pasa lo mismo, un poquito de aquí, un poquito de allí, un poquito de allá, claro, hasta que el monstruo coge vida es difícil y una vez vivo hay que lidiar con él, posiblemente no salga lo que te habías imaginado. Pero mientras tenga autoridad, profundidad y tenga alma es suficiente, para mí lo más importante es que se aleje del entretenimiento y se acerque a una obra lo más exigente posible.
Últimamente escucho mucho la palabra trascender, y quiero decir con esto que hay que tener cuidado cuando utilizamos la palabra trascender porque depende del nivel que tengamos estamos dando una formación errónea. Las anécdotas no trascienden. Trasciende lo real para bien o para mal, o para bueno o para malo, pero, claro, si encima es algo original no visto con pensamiento diferente y con profundidad pues eso es algo que te sacude. Y luego están los grandes maestros que tenemos en la retina de la memoria que nos sacudieron con un solo baile o un solo cante pero que aparte muchos de ellos tienen unas obras completas que nos han dejado para toda la vida. Vender tickets no es trascender, de hecho es todo lo contrario. Pero si trasciendes y vendes tickets pues entonces es una maravilla, pues estamos ante un acontecimiento social.
P. ¿Crees que hay un flamenco de gitanos y un flamenco de no gitanos?
R. Hoy en día el Flamenco se ha profesionalizado y perfeccionado y cohabitan gitanos y payos y ya hoy en día también muchos extranjeros. El Flamenco se ha universalizado. Una vez dicho esto, o tienes nivel o no lo tienes, o eres real o eres una copia de una copia.
Una vez dicho esto los gitanos tienen una cultura propia, unos gustos y una estética e incluso dentro de los gitanos hay diferentes formas y gustos. Pero yo creo que sí, para mí el gitano tiene una imperfección perfecta que es inevitable, cuando un payo quiere bailar a lo gitano queda chabacano porque fuerza la máquina y pierde la elegancia. Por eso cada uno debe bailar como es cada uno, aunque sea bailar del revés, como decía Antonin Artaud, revés y en ese revés encontrarás tu auténtico lugar. Honesto y original con inteligencia, pensamiento y poso, que no es lo mismo que amaneramiento viejo. Pero cuando ya te dedicas a profesional y convives con todos los compañeros se nota menos este concepto, al final es el nivel aunque cada cual tenga su gusto. Hay grandes artistas tantos payos cono gitanos en todas las disciplinas del Flamenco. La música es música, solo hace falta tener alma. Cuando me refiero música también me refiero a baile y danza.
P. ¿Qué opinión tienes sobre el últimamente muy comentado, con diferentes visiones, machismo en el flamenco de antes y de ahora, en cuanto a los artistas, las letras, los cantes, etc.?
R. En el Flamenco siempre han existido letras machistas. Vivimos en una sociedad machista y ahí está el problema, en el rap existen letras muy machistas quizás de peor gusto que las letras del Flamenco de hoy, la mujer objeto, etc., etc. Entonces tenemos un problema social, en mi opinión, sí debería cambiar o revisarse algo en este tema. En la vida o en esta sociedad en que vivimos vende mucho la tragedia, lo fatal, lo prohibido, las traiciones, etc., etc., pero no solo en las letras habría que cambiar este tema, también en las obras de teatro no hablar de la mujer fatal ni la mujer oportunista, etc. Cambiar ese rol, podían hablar de la mujer inteligente y poderosa, que las hay y las ha habido durante la historia. Sin ir más lejos en Flamenco estaba Pastora Pavón “La Niña de los Peines” entre otras, ella ha mandado y seguirá mandando mientras existan sus grabaciones.
P. ¿Qué opinas sobre la dinámica tradición y renovación en el flamenco, sobre todo en el momento actual, el flamenco del siglo XXI?
R. Yo realmente creo que el Flamenco desde su origen ha estado en continua renovación y evolución, es necesario, e inevitable. Es un arte vivo que convive con su tiempo, no está hecho para museos o para meterlo en una cápsula del tiempo y volver atrás para hacer reproducciones que no tienen nada que ver con la época que vivimos en la sociedad de hoy. Siempre he pensado que el Flamenco ha sido un reflejo de la sociedad tanto en la estética como en la ética. No se le da valor a las mismas cosas que se le daban antaño, incluso la indumentaria no es la misma que antes, la instrumentación, aparte de la guitarra, no es la misma que antes, los códigos no son los mismos que antes. Todo esto ha sido cambiante a lo largo de la historia, existen los registros para poder analizarlos. En cada década han salido formas y nuevas propuestas en todos los ámbitos. Por suerte siempre hemos tenido grandes talentos y creadores que han liderado como buque insignia este arte. Al campo no se le puede poner llave. Gracias a esos cambios evolutivos hemos conocido desde los más clásicos a los más vanguardista en todas las disciplinas y en todas las artes.
P. ¿Te sientes respetado en tu profesión y valorado en tu trayectoria?
R. Bueno, se podría decir que me siento valorado y respetado conmigo mismo. También tengo personas que me han apoyado mucho, me han valorado Y han tenido mucha paciencia conmigo, a las cuales se lo quiero agradecer, pero también he tenido muchos detractores. Yo creo que todo el mundo está en esa misma situación, no solo yo.
Me ha costado mucho porque he sido muy independiente, no he pasado por instituciones y he tenido que ir muy poco a poco. Entiendo que lo que yo hago es muy particular, pero no sé hacerlo de otra forma y tampoco quiero.
P. Tu cantaor preferido... De la historia y de la actualidad.
R. No podría decir uno solo, diría muchos, todos los que fueron grandes y personales y nos dejaron un legado. Es verdad que tengo predilección más por algunos que por otros, pero mayormente me quedo con todos porque todos aportaron su granito.
P. Tu cantaora...
R. A partir de Pastora Pavón La Niña de los Peines. Hay muchas. Entre ellas mi madre que ha sido la que me ha criado y la primera persona que yo vi en un escenario junto con mi padre y otros artistas enormes que iban en aquellas compañías de una España en blanco y negro. De los jóvenes muchos… De las jóvenes muchas… también.
P. Tu bailaor...
R. En el baile me pasa lo mismo. Como referente mi padre para mí, que fue el que me inculcó el amor a este arte, pero después muchos. Dejar alguno atrás tanto en el cante como en el baile o en el baile sería una pena para el Flamenco, ya que está forjado por muchos, así que no sería producente. Al que le gusta el Flamenco le gusta el Flamenco en todas sus vertientes, al que le gusta la pintura exactamente lo mismo, al que le gusta la gastronomía exactamente lo mismo, al que le gusta la naturaleza le gustan todos los animales y todo su hábitat. Al que le gusta de la naturaleza solo el león para mí es más un clasista, para mí está más cercano a un fundamentalismo de mirada corta.
P. Tu bailaora...
R. Ver respuesta anterior.
P. Tu tocaor o tocaora (que las hay)...
R. En la guitarra te diría lo mismo, no hay que repetir otra vez la misma cantinela. Seguramente si le preguntaras un gran maestro de guitarra te diría lo mismo aunque tengan su predilecciones. La historia no la hace uno. La historia la hacemos entre todos, aunque hay algunos que revolucionan porque han sido y son verdaderamente extraordinarios y únicos.
P. Un estilo de cante, baile y toque que te gustan.
R. Baile, la seguiriya. Cante, la seguiriya, soleá, bulerías. Eso con un cante preferido y estilos. Pero como decía José Tejada Martín no hay cantes grandes ni cantes chicos, hay cantaores grandes o cantaores chicos. Y eso se le puede aplicar a todo, tanto a la guitarra como al baile. Es definitiva jondura y profundidad, transmitir o no transmitir... Hay cantaores que de un fandango o una guajira o de una zambra hacen una obra de arte. Como ya lo hicieron con las malagueñas y cantes de Levante don Antonio Chacón, Marchena, El Cojo de Málaga, Escacena, sin dejar atrás a Vallejo o Valderrama. Y Manolo Caracol con la zambra. No solo él sino todos ellos. Es muy importante en el cante tanto en el baile o en la guitarra tener pensamiento, arquitectura, un poso de memoria que no es lo mismo que tocar bailar o cantar de memoria. Afición, que eso se nota mucho, el que tiene afición y el que no la tiene. Se nota mucho si tiene una afición verdadera o impostada aprendida a base de clichés. Y estereotipos.
P. Una letra que te guste
R. Una letra en especial, diría que hay letras muy bellas dentro del Flamenco, hay un gran un poemario tanto popular como de autor. Chacón tiene letras maravillosas, Marchena buscaba letras maravillosas, había mucha exquisitez y paladar. Y también se hicieron muchas adaptaciones de grandes poetas desde místicos a Lorca, Miguel Hernández, Alberti, Juan Manuel Flores... Y muchos otros que han sido muy buenos. Yo diría una que es mía muy cortita, no de gran mérito pero bueno…
Como martillo golpean,
me golpean las malas lenguas,
son tantas las que me hieren,
soy como el yunque que aguanta los golpes,
fueron tantos golpes que ya no me duelen.
Es una letra muy simple.
Por bulería
Puedes incluir en letra a Laurent Berger que me hizo todo el poemario de El Quixote.
1:Te quieren cuando le sirves,
te tiran cuando tu caes, (bis)
te siguen cuando te envidian,
te echan cuando los buscas, (bis)
los traidores del arte. (bis)
2:En mi ultimo combate
déjenme en paz. (bis)
Yo no quiero ver a nadie
por caridad.
A mí me dieron la espalda
y me traicionaron
ellos y sus palabras dulces, (bis)
los pies, los judas me los besaron. (bis)
Me olvidaron, me olvidaron,
los amigos me olvidaron,
los amores ya pasaban,
nadie de miles, me dicen nada
que te dicen que estarán NO.
Firmes en combate,
fieles y leal.
P. Proyectos a corto y medio plazo
R. Acabo de salir de un estreno el julio pasado en Itálica, se estrenó con la coproducción de Itálica y de los teatros del Canal en Madrid, Comunidad de Madrid, Éxtasis Ravel (show andaluz) un espectáculo que gira en torno al universo Sonoro de Maurice Ravel.
Y ahora mismo estoy sumergido en una creación nueva en Amsterdam que estrenamos el día 12 de Julio en el Julidans Skiagraphia. Ahora mismo estoy en esto. Pero seguramente pronto me pondré en otra cosa. O por lo menos eso espero. También estoy sumergido en un proyecto Yarín que se estrena en Bienal de Flamenco de Sevilla el día 29 de septiembre con el Teatro Central. Esta creación trata de los bailes vascos y andaluces, estoy con un dantxari vasco, Jon Maya, y un cantante vasco francés que se llama Julen Achiary.
(Nota: la entrevista se realizó antes del verano de 2022).
P. Tu sueño es...
Un sueño: mi sueño es seguir bailando, luchando por este nuestro arte que es el Flamenco, pero siempre desde la libertad, desde lo inclusivo, con integridad y honestidad sin olvidar nuestras raíces. No puede ser de otra forma.
Hasta aquí las respuestas con enjundia de Andrés Marín, artista cada vez más valorado. Le deseamos lo mejor.