Enrique Morente. La voz libre


Libros
Balbino Gutierrez
Fundación Autor, 2006
Marcos Escánez Carrillo


Diez años han transcurrido desde la primera edición de este libro biográfico sobre el Maestro granadino. 10 años y un día, el de la dedicatoria a la coherencia personal y artística. Porque el texto general tiene mucho que ver con el título que Balbino Gutierrez decidió para este trabajo: “La voz libre”.

Son muchos los momentos en que cuenta la vide de Morente a partir de sus propias palabras. Y así recorre todas las etapas por las que ha pasado el que probablemente será el más coherente de nuestros artistas flamencos.

Gutierrez trata con exquisita delicadeza temas tan importantes como las vicisitudes que Enrique ha tenido que pasar frente a los que siempre lo han tratado como un sacrílego, pero también, aborda de forma escrupulosa la pasión del maestro por la poesía y por el arte en general. Y como no, también dedica un espacio a los guitarristas que han trabajado con él, así como a los cantaores que el biografiado ha considerado referentes fundamentales.

Entre otras cosas, realiza un minucioso estudio sobre su discografía, aunque se centra más en los distintos artículos que se han publicado en la prensa, y en el que por cierto, no tiene en cuenta ni a Jondoweb, ni a la propia web del maestro Enrique Morente. Tampoco los considera en la hemerografía con la que termina el libro.



La verdadera cercanía al cantaor de Graná se consigue con los testimonios de éste sobre distintos temas, unos de actualidad y otros sobre polémicas históricas, en las que Morente se pronuncia de forma sincera e inteligente.

Se completa el trabajo recogiendo textos de críticos sobre sus formas cantaoras y un completísimo estudio sobre las letras que el genio ha cantado en su dilatada trayectoria.

Sinceramente, creo que es el más completo trabajo discográfico que se ha escrito de un personaje flamenco. Claro que la vida de Enrique Morente se puede resumir en algunas de sus propias afirmaciones:

“El delirio y el entusiasmo cuando se produce la conexión con el público puede llegar por dos caminos: por el del efectismo o por el del efecto. Los que no se olvidan del público vienen siempre a través del efecto, de la sensibilidad.”

“Las causas son siempre peligrosas, porque se convierten muchas veces casi en doctrina. Y tienen su peligro. He evitado mantener causas. Prefiero tener motivos.”