El flamenco y la música andalusí


Libros
Cristina Cruces
Edics. Carena, 2003
José Escánez Carrillo


Alejándose de todo romanticismo y mitología interesada de carácter político-sociológico, Cristina Cruces Roldán desarrolla un itinerario científico y escéptico por todos los aspectos que pueden configurar la tradición flamenca: desde los sistemas musicales en contacto en al-Andalus, sus parentescos y coincidencias, hasta la mitología étnica, pasando por las estructuras estróficas, orígenes líricos, intensidad dramática, expresividad, y los elementos de la interpretación y el acompañamiento. Todo ello arrojando la luz de un vasto saber procedente de la comprobación rigurosa de las fuentes y el estudio comparativo de las distintas teorías que conforman el confuso corpus de explicaciones probables pero hipotéticas, brillantes pero especulativas, que intentan solucionar el enigma de los orígenes del Flamenco.

Muchas virtudes atesora esta joya ensayística: desde un planteamiento en absoluto iconoclasta que intenta recoger objetiva y literalmente todas las aportaciones teóricas importantes acerca de cada uno de los asuntos que trata, hasta una actitud etiológicamente escrupulosa cuando trata de descartar alguna de ellas. Se trata de una obra amable para un lector interesado e iniciado, de cultura media-alta, en la que se dejan ver los fundamentos epistemológicos propios del ascendiente universitario de su autora, y el tipo de lector que prefiere, dado el carácter ecléctico de la obra. Si hemos de ponerle algún defecto (si es que se le puede llamar defecto al ‘amor por la verdad’), es excesiva la asepsia que pone en lo que enuncia, de manera que no permite que el lector (como tan mal acostumbrados nos tiene la literatura especialista) establezca una línea de interpretación definida y unitaria, sino que nos educa, nos obliga a cotejar las fuentes e incluso a consultar bibliografía (por ejemplo un diccionario de musicología, u obras que establezcan una secuencia crítica concreta en el caso de los contenidos literarios) si queremos establecer un criterio propio, lo que puede resultar muy engorroso para depende qué lector.

El libro consta de cinco partes sustanciales y dos capítulos de conclusiones.

En la primera compara los sistemas musicales orientales con el flamenco y establece relaciones entre ambos y el sistema exportado por los griegos a todo el Mediterráneo, que en el devenir temporal se ha mezclado con distintas tradiciones dando como resultado distintas realizaciones emparentadas.

El segundo capítulo lo dedica a establecer la base lírica sobre la que se compondrá la música. Aquí sondeo en un terreno teórico absolutamente cenagoso en el que se mezclan música y literatura, filología e historiografía. El desarrollo de la nuwwa, la creación de la jarcha en torno a la mwaxaja o viceversa, el influjo del zejel en la lírica castellana, o la posibilidad de que el zejel sea la lírica castellana, etc.

Los aspectos lingüísticos y retóricos de las letras, los temas, la expresividad y emocionalidad expresadas mediante el texto y la interpretación ocupan el tercer capítulo, quizás uno de los más interesantes.

El capítulo más voluminoso, tanto por contenido como por documentación es el cuarto, en el cual se nos informa de los parecidos en la disposición de una escenografía tradicional, rituales, danzas e instrumentos que en su disimilitud encierran un origen común y desarrollos paralelos.

Termina el cuerpo teórico de la obra con el estudio de los grupos étnicos que de una manera más activa han participado del desarrollo de la praxis musical que se ha venido planteando a lo largo de la obra.

Valor testimonial y sentimental aparte, la sexta parte, Encuentros en torno al sentido último de la música, es un compendio de erudición antropológica sobre el poder socializante de cualquier manifestación musical, y en concreto sobre el sincretismo cultural que provocan dos tradiciones en contacto.

Finalmente, la necesidad de exorcizar nuestros demonios culturales avoca a nuestra autora a arriesgar un capítulo de conclusiones que, con mayor o menor fortuna (depende de quien lo lea), pretende desbrozar el intrincado sendero de la especulación historiográfica. Establecer si es herencia o coincidencia el parentesco del flamenco con la música andalusí es una labor muy complicada, sobre todo porque, seguramente, de todo ello hay. Y otros factores aún más ignotos, como el sustrato greco-latino y sus diversos desarrollos en los ámbitos en los que se desarrolló su influencia.

Interesante libro que recomendamos encarecidamente al estudioso, no al aficionado.