El Atlante


Discos Flamencos
Juan Antonio Suárez Cano
2012
F. López de Haro


El arte como ejercicio intelectual nunca deja de ser un esfuerzo titánico. Al modo del Titán Atlante o Atlas castigado por Zeus a cargar sobre sus hombros con el peso del cielo para mantenerlo separado de la tierra. El arte debe enfrentarse siempre al peso que ejercen la tradición, la técnica y la expresión sobre ella. Por otra, no existe el arte sin dolor. Este Atlante sin duda es muy consciente, por un lado del peso que soporta y por otro de cuales son los esfuerzos finalmente recompensados. El arte sin duda solo tiene una recompensa y se gesta en el interior del artista.


Tengo que decir que bajo mi percepción, la gesta de este nuevo Titán del arte flamenco radica, primero en tener algo que contar y segundo en saberlo contar. Desde luego puede ser de los artistas flamencos más interesantes de los últimos quince años. No ya solo por su personalidad que la tiene a raudales, si no por su valentía y arrojo a la hora de mostrarse.

En este nuevo trabajo discográfico Juan Antonio Suárez Cano se presenta solo con su sonanta y todo su talento, sin necesidad de artificios banales. Nos introduce en su mundo sonoro por medio solo y exclusivamente de la guitarra, esa guitarra excelsa de sonoridades, concisa de melodías flamencas y amplia de armonías. El Atlante es sin duda el trabajo más personal y sincero de este artista gitano catalán de orígenes extremeños.

Esta pensado, por tanto, por y para la guitarra flamenca. La exprime, la lleva a latitudes sonoras antes nunca visitadas por el flamenco, desde la expresión, desde el dominio de las tesituras de la guitarra y sus técnicas, propiciando así en el oyente una sensación de sosiego total. Te hace en definitiva comulgar con el discurso expuesto, aunque este no sea precisamente el más ortodoxo. Consigue en definitiva transportarte a ese mundo, su mundo particular de Flamenco, donde las melodías se presentan sin tapujos y el concepto rítmico prevalece sin aniquilar a la armonía.

Me parece muy suculenta la idea de mostrar lo efímero de la interpretación a través de conservar ese sonido sin escrúpulos, mostrando en todo momento esa estética desgarradora donde la perfección sonora no tiene cabida. No son fallos, es la verdad del momento, del aquí y ahora.

Por último, no puedo dejar de admitir con gran placer que este nuevo proyecto de este guitarrista, a superado cualquier expectativa que yo pudiera haberme imaginado, al tiempo que me congratulo por descubrir un nuevo mundo dentro de nuestro mundo, al que llamamos Flamenco.

Sastipem.