El arrebato del arte


Opinión
Yolanda Salmerón


El arrebato del arte


El futuro es un poema sin rima sacado de una encrucijada de suertes que destiñe por asperezas y rencores varios sostenidos entre pasado y presente. Así lo entiende Estrella Morente, quien ha participado en la campaña promocional de una entidad bancaria para conversar sobre el futuro con el psiquiatra Luis Rojas Marcos. La cantaora se presenta más arrebatadora que nunca, descalza, y desnuda de sentimientos. Estrella se confiesa ‘a disgusto con todo’, en huelga de etiquetas, y necesitada de libertad, ‘sin encorsetamientos, ligera de equipaje’. Está claro que la marcha del padre y maestro Enrique Morente no sólo ha dejado huérfano al arte, sino también a la propia Estrella, quien se ha encontrado frente al espejo de sus treinta años, con una exitosa carrera en plena ebullición, sin la guía de su progenitor. Una mano añeja y valiente capaz de transformar todo aquello que alcanzara el melisma de su voz en armónico estandarte del arte y siempre en perfecta conjugación con la vanguardia y el más puro clasicismo. Unos dedos que supieron acariciar el cante y escribir con tesón y maestría páginas de oro en la Historia más reciente del Flamenco y a los que les tocó despedirse sin un adiós, a medio dar vida a su penúltima obra (porque sin duda le habría seguido otra y otra más…).

Estrella hija se encuentra en pleno duelo, transformando el dolor de la pérdida en esperanza, recopilando los múltiples recuerdos del padre y atesorándolos en el lugar de la memoria destinado a la felicidad. Estrella artista está en constante evolución, buscándose, convirtiendo su desaliñada pena en una huella de hondura y clamor a su cante, en un atisbo de madurez a su carrera: en la explosión del genio que lleva dentro.



En el vídeo, de unos veinte minutos de duración, se puede ver a una mujer desgarrada, plena, que viaja entre sus recuerdos para ofrecer la mejor imagen de sí misma y de un árbol genealógico de profundas raíces musicales. ‘Si quieres hacer reír a la vida, haz planes’, sentencia una Estrella espléndida, inquieta, exultante de belleza, y ávida de libertad. Y culmina su charla dando una pequeña pincelada a modo de fandango de la evolución a la que se enfrenta, del riesgo, el ímpetu y la genialidad que recoge del maestro, a quien cita por cante valiente. ‘Yo no le temo a la muerte/ porque morir es natural/ le temo más a la vida/ porque no sé dónde iré a parar/ con esta cabeza mía’. Y quedan advertidos los oyentes de que La Estrella se hará más Morente. Y que los Morente ya han encontrado a su Estrella.