Curro Lucena, Curro Lucena en directo, 2 cedés, Cubaboluna, 2019
FLAMENCO DE SOLERA CON VARIADAS GUITARRAS
José Cenizo Jiménez
Siempre nos asombra, de veras, la capacidad de Curro Lucena (Lucena-Córdoba-, 1950, Hijo Adoptivo de Ronda) para publicar discos e información sobre su trayectoria, y la habilidad para estar muy presente en los medios de difusión actuales, especialmente Facebook. Pero esto, loable, es anecdótico, claro está. Lo relevante es que es un cantaor largo, con temple, forjado en mil lances en diferentes etapas del flamenco de la segunda mitad del siglo XX y principios del XXI.
Ha grabado más de una docena de discos, desde el primero de 1972 acompañado por la guitarra de Perico el del Lunar. Después, en otras grabaciones, ha sido acompañado por Manolo Sanlúcar, Manolo Franco o Ángel Mata, entre otros. Una carrera llena de trabajo, versatilidad, dominio, profesionalidad, como hemos destacado en otros comentarios a su obra.
Toca esta vez reseñar la última entrega, o penúltima, dada su laboriosidad. Una grabación, doble cedé, con grabaciones en directo, con 14 y 13 cortes respectivamente. Un libro abierto de cante con mayúsculas con el sabor del directo, con variados estilos del árbol flamenco: soleá, fandango o malagueña, junto a seguiriyas, alegrías de Córdoba, la caña, jaberas, tangos de Ronda, rondeñas, minera, etc., variedad melódica y rítmica, y literaria o poética, que sólo un cantaor enciclopédico como Curro puede hacer con solvencia.
Le acompañan excelentes guitarras: la maestría de Manolo Brenes, el brillo tradicional de Antonio Carrión, la enjundia de Enrique de Melchor, el clasicismo y señorío de Juan Habichuela, la cadencia de Manolo Franco, junto a los aportes de Niño Elías, Ángel Mata, Merengue de Córdoba, Luis Calderito, Quique Paredes, Paco Serrano o Perico el del Lunar, entre otros, hasta veintisiete. Una sinfonía, en fin, digna de tener en nuestra colección de buenos discos de flamenco.
Por destacar, destacaríamos, como en una entrega anterior, el sabor y el tempo jondo de las soleares de Tomás (hay letras preciosas como “Puse los brazos en cruz, / vinieron las golondrinas / pero no viniste tú”), la textura perfecta de los fandangos de Lucena, la andadura de la serrana, los airosos tangos de Ronda, la estupenda malagueña del Canario, la caña (de la que es uno de sus máximos representantes y divulgadores) o las alegrías de Córdoba, entre otros, que cada cual elija su repertorio preferido.
Un trabajo de selección, vivo, en directo, variado, que muestra la plenitud cantaora de Curro Lucena.