Buscaré


Discos Flamencos
Ignacio Fernández
CM Records, 2008
Pablo San Nicasio Ramos


Con “Buscaré” hizo su debut en el panorama guitarrístico general, disco en mano, el jerezano Ignacio Fernández. Hablamos del año 2008.

Instrumentista del que por Madrid no sabíamos demasiado. Y no tiene por qué pasar nada, Madrid es la Corte, pero no la Meca. Tocaor que llegaba con el aliciente que da la novedad y una total ausencia de responsabilidad sobre sus hombros. Salvo la normal expectativa que arrastra quien es de Jerez y al que se le presuponen ciertos recursos en el toque.

Sin embargo en este caso, Ignacio Fernández ofrece una guitarra de un estilo melódico, más próxima a los recursos que ofrecen guitarristas de otras latitudes, de los que hemos hablado y seguimos haciéndolo en numerosas ocasiones. Para descubrir esas cualidades locales de su sonanta seguramente haya que coincidir con Ignacio en algún cuarto de cabales.

Se nota ese cosmopolitismo guitarrístico, por ejemplo, en temas como el primero “Ven, ven, ven”. Rumba con instrumentaciones y ecos caribeños, eclecticismo muy del gusto de públicos de todo tipo.

Guitarra llena de matices y recursos para llevar la melodía, algo carente de peso solista y cuyo resultado musical ciertamente se parece a muchos. Parte del flamenco pero llega a estilos que no sabríamos definir (quizá estemos en los últimos años asistiendo a la creación, gestación, nacimiento, invención…llámenlo como quieran, de un nuevo género guitarrístico híbrido de todo sin centrarse en nada concreto. Que suena a flamenca por el mismo instrumento en sí y por el peso que da la tierra natal de quien toca, que suele ser Andalucía).

En otra onda más comprometida se encuentra el tema que da nombre al disco. “Buscaré”. Bulería por secciones de interesantísima factura con parte melódica new age, zona arpegiada y sección central con cante, coros improvisación, riqueza tímbrica y compás algo más acentuado, entreviendo algo de su tierra.
Declaración de intenciones de lo que es en general un disco de bella factura, notable rigor melódico y facilidad para gustar a mucha gente, sin llegar a la vez a despertar un rotundo “ole”.

Nada nuevo porque él mismo se “autositúa” en una línea instrumental que bebe los vientos de las creaciones de Vicente Amigo o Pat Metheny, aunque aquí se parece más al primero que al segundo, sobre todo en el sonido y armonías. Para muestra su bolero final. Estéticamente personal pero en la filosofía del último Vicente a más no poder. Nuestro guitarrista busca instrumentaciones para lograr sensaciones, huyendo del concepto de falseta, como tantos otros de su tiempo. Y lo logra, quede dicho.

El equipo integrante de este “Buscaré” se compone nada menos que de trompetas, violines, coros, bajo, percusiones y piano, a veces con varios elementos de cada uno. Todos rellenan un espectro sonoro que nos aproxima al mundo de las sintonías utilizadas en Medios de Comunicación. Trabajo donde la mayor intensidad técnica de la guitarra llega en su tema “Laurita”, pero donde a la vez se echa de menos un trémolo más de vez en cuando. Siendo, como es, un disco de guitarra solista.