Al filo de la medianoche


Discos Flamencos
Nono García
18 chulos , 2008
Pablo San Nicasio Ramos


¿Quién es Nono García? ¿Un jazzero de Barbate y por tanto un músico con raíz flamenca de serie? ¿Un flamenco con mucho mundo? ¿Un premiado cantautor instrumental mestizo? ¿Un erudito de todas las músicas que le rodean y amigo de todo músico viviente?

Un poco de todo eso, la verdad. A él le gusta llamarse “piñonero”.

En este “Al filo de la Medianoche” Nono García ofrece un disco que no se sale un ápice de lo que puede intuir cualquiera que lea su biografía previamente. Abundancia de estilos, de versiones, de recuerdos, de improvisación, de colaboraciones.

Un mundo de sonidos, un espectro caleidoscópico dentro de un mismo álbum y a la vez dentro de un mismo tema.

Once temas estrenados el año 2008 en donde el jazz y el flamenco se entrelazan y sujetan al resto de géneros. Unas veces armonizando y otras proporcionando ritmo o swing. Si en “Caravan” hay letra y soniquete flamencos, es el jazz el que pone su filosofía armónica. Mientras que es en “Los Duros Antiguos” donde los tanguillos tienen que sujetar al jazz para que no se lleve por delante el aroma de Cádiz. Poco más o menos lo que ocurre en “Bluesguillo”, ya se imaginan qué mezcla es esa.

Y Brasil, qué tendrá. En “Chega de Saudade” metida la samba a compás de tres y en “Conil, belleza singular”, metiendo a bossa lo que antes pedía unas palmitas de toda la vida.

Se encuentra uno revisiones del mítico “Te recuerdo Amanda” en la voz de Eva Durán o un interesante lavado de cara a añejas melodías flamencas en “Canaster”, al tiempo que se toma “El Molino de mi Amor” de Javier Krahe como homenaje a la canción de autor, sin ser este un cantautor puro. Y perdón por la expresión.

Y las versiones instrumentales, mejores que las otras, porque aquí además hay técnica y afán de novedad. Ahí queda “Verde que te quiero Verde” o “Asturias Patria Querida”, que parecen otras. Sin olvidar el tema que bautiza al disco, todo un recuerdo a uno de los grandísimos pioneros del jazz, el pianista Thelonious Monk.

Todo está tan natural que no parece haber lo que hay. Pero no es tan fácil, créanme, meter todo eso en un mismo saco. Y además a gente como Eva Durán, Pablo Martín, Jorge Pardo, Guillermo Mcgill, Carmen París o Jerry González. “Piñoneros” de los de andar por casa…

Nos preguntábamos al principio cómo definir a Nono García. Va a ser que no.