A Juan José Hurtado


Opinión
José Cenizo

José Cenizo


A JUAN JOSÉ HURTADO RAMÍREZ, IN MEMORIAM


José Cenizo Jiménez


El flamenco de Paradas (Sevilla), nuestro pueblo, y el flamenco en general, ha perdido el pasado 22 de enero a otro de sus aficionados más cabales, aficionado de lujo, cantaor aficionado también, y hombre entregado al flamenco de base: Juan José Hurtado Ramírez (1924-2022). Nuestro pésame a su familia, especialmente a sus dos hijos, Juan José y María. María Hurtado es cantaora y ha heredado esa pasión por el flamenco de su padre.




  • Juan José Hurtado
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Como vemos en la página web de la peña flamenca “Miguel Vargas” de Paradas Ver web
ahí está Juan José Hurtado en los inicios de la peña, de hecho fue su primer presidente (al que sucedió en el cargo otro gran aficionado por desgracia fallecido hace poco, Ramón Saucedo Pérez). Referidas a estos inicios, se reproducen palabras de Juan José, que también pueden leerse en el folleto realizado para la VI Semana Cultural de Actividades Flamencas de Paradas (7 al 13 de abril de 1996), donde aparece una magnífica foto de él y otros paisanos junto al inolvidable Melchor de Marchena. Reproducimos el texto:

Según Juan José Hurtado Ramírez, primer presidente de nuestra Peña y miembro fundador de la misma, sus orígenes se remontan a finales de los años sesenta, cuando se reunía muchas noches, al terminar sus respectivos trabajos, con Manuel Rueda Maqueda (El Talabartero), Joaquín Gómez (Algarín), José Suárez Aguilar (El Pescaero), Juan Torres (El Rubio de los Teheringos), Rafael Peña (El Sepulturero), José Rodríguez Sánchez y otros aficionados. El motivo que los unía no era otro que echar un rato de cante en cualquier bar de la localidad, cosa harto difícil en aquel tiempo puesto que los agentes de la autoridad les imponían el preceptivo silencio a partir de ciertas horas de la noche.

Ante estas perspectivas no les quedaba otra solución que elegir como “escenario” de sus cantes cualquier domicilio particular, como la casa de José el Pescaero; lugares apartados, como el corralón del Talabartero o la Huerta de la Calle Laguna, o incluso salir a algún ventorro, cerca de Arahal o Marchena.

Pero dejemos que sea el mismo Juan José quien nos ponga en antecedentes, de su puño y letra, de cómo este grupo sería el germen de una futura Peña Flamenca:

“En una de nuestras reuniones, allá por el año 69, nos decidimos a dar los primeros pasos para constituirnos en peña flamenca, considerando que éste era el único modo de disfrutar de nuestra afición sin que nadie nos molestara.

Comenzamos denominándola Peña Flamenca de Paradas y, a finales de 1970, decidimos por unanimidad darle el nombre de Miguel Vargas, por tratarse de un hijo del pueblo que despuntaba ya como una figura del flamenco.

La Peña fue acogida por el pueblo con mucho entusiasmo, como lo demuestra el hecho de que el número de socios alcanzó una cifra impen¬sable incluso para nosotros, llegando a sobrepasar los doscientos.

Por nuestra Peña desfilaron muchos cantaores; hicimos varios concursos, tanto de flamenco como de saetas; además celebramos el Primer Festival con cantaores de Paradas, llegando a tener tanto éxito que a los participantes se les premió al final con más dinero del que tenían estipulado en sus contratos.

Yo, Juan José Hurtado -el de la Huerta-, fui presidente durante los primeros años y me siento muy orgulloso de haber tenido esta iniciativa con mis amigos, y de haber dejado abiertas las puertas de la Peña para disfrute de todos los que habéis ido llegando después”.

Esas son sus palabras. Como aficionado, sus gustos se inclinaban hacia cantaores como Pepe Marchena, Niño de la Huerta, Vallejo... Y como cantaor aficionado, seguía a los citados y similares, haciendo su repertorio con verdadera devoción. Así de ellos, sus ídolos y de tantos aficionados, cantaba malagueñas, colombianas, milongas, fandangos, soleares, seguiriyas, guajiras, saetas, habaneras, tarantos, granaínas y medias granaínas, alegrías de Cádiz y tanguillos del Peluso, alegrías de Córdoba, mirabrás...

Juan Peña Jiménez, profesor y poeta, paisano, escribe sobre Juan José estas emotivas palabras con las que enlaza el trabajo de hortelano de Juan José con su propia infancia: “La muerte de Juan José me ha conmovido mucho por lo que representa en mi vida, en nuestras vidas. Juan José y sus hermanos Manuel y Vitoria eran algo así como los dueños de una sucursal del paraíso para los niños que fuimos. Recuerdo que en una siesta, tendría yo no más de ocho años, con unas décimas de fiebre, me escapé de mi casa con el flotador. Mi madre me lo había escondido porque se olía mis intenciones, pero yo, subido a una silla y con el palo de una escoba, lo cogí de encima del ropero. Y me recuerdo corriendo, pese a mi madre y la fiebre, por el camino de la huerta que lindaba con mi casa, y al fin zambulléndome en la alberca victorioso. La imagen congelada de mi cuerpo en el aire, lanzándome al agua, rebelde e inmortal, es acaso la imagen más pura que guardo de la felicidad.De aquel mundo nuestro, y de quienes cuidaban de él, habla esta coplita, que me ha venido a las manos, casi sin pensar, después de conocer la muerte de Juan José.


Se baña el niño en la alberca
en la tarde de un verano,
mientras cuida de la huerta
Juan José el Hortelano”.

Su hija María Hurtado escribió un artículo sobre su padre con motivo del homenaje que se le dedicó en Paradas el 27 de agosto de 2011 (junto a Joaquín Gómez, “Algarín”, primer presidente y vicepresidente respectivamente de la peña “Miguel Vargas”). En él, titulado “Juan José Hurtado, ese gran cantaor”, cuenta que “ya de niño apuntaba maneras” y cómo, por ejemplo, solía visitar a uno de sus ídolos, Pepe Marchena, de Marchena, localidad cercana a Paradas. O cómo participó hasta casi mayor en concursos de cante, como el de la peña flamenca “Niña de los Peines” de Arahal, en que le tocó la guitarra Niño Elías. Y anécdotas muy sugestivas, como cuando cantó ante El Niño de la Huerta y éste le comentó: “No he escuchado a nadie que cantara por mí tan bien como lo había hecho usted, Juan José”, o cómo renunció a un contrato como cantaor porque su vida la tenía hecha ya en el pueblo. En fin, como dice su hija, un gran aficionado incapaz de estar sin cantar a la vez. Y así hasta su último aliento literalmente, pues María nos dice que poco antes de fallecer su padre lo visitó el guitarrista Fernando Rodríguez, de La Puebla de Cazalla, y le tocó por fandangos para que Juan José, con dificultad pero con un empeño admirable y emotivo, los hiciera con su infinita afición por Pepe Marchena, Niño de la Huerta y los demás cantaores citados. Uno de los fandangos tenía la siguiente letra adaptada a su cante y su momento, textualmente la dice así en ese acto de espontaneidad expresiva: “Porque siempre estoy cantando / me dicen mis amigos que yo estoy enfermo, / y es que penas y alegrías / se dicen en los fandangos / como yo digo ahora mismo las mías” (variante de “Me dices que estoy alegre, / porque siempre estoy cantando. / Es que penas y alegrías, / se dicen en el fandango, / como yo digo las mías” y que El Niño de la Huerta canta como la que hemos visto de Juan José, sólo que el célebre cantaor dice alegre en lugar de enfermo (curioso cambio que estremece el que hace nuestro paisano).

Enlace con el del Niño de la Huerta

Descanse en paz este aficionado y peñista de lujo, cantaor aficionado también, de los que hacen afición y construyen con su entrega y generosidad un mundo y un flamenco mejor.



FOTOS: Archivo de María Hurtado.
Juan José Hurtado junto a Melchor de Marchena y otros aficionados. Foto publicada en el folleto de la VI Semana Cultural de Actividades Flamencas de Paradas, 7 al 13 de abril de 1996.
Juan José Hurtado junto a Melchor de Marchena y su hijo Enrique de Melchor junto a otros aficionados.
Fotos reunido con otros paisanos y aficionados.
Foto con su esposa Francisca Parrilla Bascón en la huerta.
Juan José Hurtado con su hija María en Paradas (Sevilla) el día en que cumplía 97 años, septiembre de 2021. Foto: Ana González Bascón.
Varias fotos cantando con la guitarra de Rafael Peña.
Cartel del homenaje que se le dedicó a Juan José Hurtado en Paradas el 27 de agosto de 2011 (junto a Joaquín Gómez, “Algarín”, primer presidente y vicepresidente respectivamente de la peña “Miguel Vargas”). Diseño del cartel: Roberto Suárez, yerno de Juan José y marido de María Hurtado.
Portada de una grabación inédita de cantes de Juan José Hurtado, preparada por Roberto Suárez. 2010.
María Hurtado con la guitarra de Fernando Rodríguez. Semana Cultural Flamenca, Paradas, 2015.