“EL MATI” Y SU PRIMERA OBRA BIEN CONCEPTUADA
José Cenizo Jiménez
Matías López “El Mati” es un cantaor nacido en Cataluña, aunque de familia extremeña afincada en Barcelona. Músico versátil, domina varios instrumentos. Ha trabajado con primeras figuras del flamenco como cantaor: Pepe Habichuela, Manolo Marín, Cristina Hoyos, Antonio Canales, Manolo Franco, La Moneta, Rafaela Carrasco o Israel Galván, entre otros muchos.
En su campaña de mecenazgo online (crowdfounding) para la realización de su primer proyecto discográfico, que ahora ve la luz, decía: “A lo largo de mi carrera profesional he trabajado y colaborado con muchas de las grandes figuras del cante y el baile flamenco, aportando mi granito de arena a cada momento de arte, esfuerzo y sudor encima de las tablas, por escenarios de todo el mundo. Y gracias a todos ellos soy lo que soy en la actualidad, dado que todos me han aportado muchos conocimientos y mucha pasión por este arte. Por todos ellos, creo estar en el momento idóneo para realizar mi primer proyecto discográfico. Así pues, tomada la decisión me he puesto manos a la obra y he ideado este proyecto titulado “12 de 4” con el cual quiero rendir homenaje a 4 grandes figuras del cante jondo (Lebrijano, Gaspar de Utrera, Juanito Villar y Pansequito) y beber del arte de todos ellos. Respirar la esencia flamenca de una época esplendorosa de creatividad, cargada de tradición y respeto a nuestra cultura así como consecuente con los tiempos que les toco vivir. Respirar, beber, bucear, rebuscar y sobre todo sentir y disfrutar con la herencia recibida de estos “4 magníficos”, auténticos titanes del arte flamenco”.José Cenizo Jiménez
Matías López “El Mati” es un cantaor nacido en Cataluña, aunque de familia extremeña afincada en Barcelona. Músico versátil, domina varios instrumentos. Ha trabajado con primeras figuras del flamenco como cantaor: Pepe Habichuela, Manolo Marín, Cristina Hoyos, Antonio Canales, Manolo Franco, La Moneta, Rafaela Carrasco o Israel Galván, entre otros muchos.
Grabado en el Teatro Oriente de Morón de la Frontera en 2014, sale a luz en 2018. La grabación se ha realizado de la misma manera y con el mismo productor que el primer disco de Juan Meneses, en directo aunque sin público y con la casa Caló Records, que dirige artísticamente el guitarrista y compositor Fernando María, que en su labor como productor del disco imprime a la obra, a su conjunto, un concepto, un enfoque musicalmente variado y rico, pero profundamente flamenco, con letras nuevas en todos los cantes y ampliaciones en los registros de la guitarra: el resultado es una entrega enriquecida con nuevas aportaciones tanto en el apartado poético como en el musical.
En este caso, El Mati, como él mismo explica, quiere ofrecer un homenaje a cuatro grandes artistas de lo jondo, referente de él y de muchos otros: El Lebrijano, Gaspar de Utrera, Juanito Villar y Pansequito, cuatro formas muy determinantes de hacer flamenco, de innovar, de aportar, de entrega, de compás, de unión entre tradición y renovación, idea que es el propósito de nuestro cantaor en su primer trabajo.
Se nos ofrecen trece estilos, aunque el juego de palabras del título haga referencia al número 12 tan presente en la amalgama y en nuestras vidas (12 meses, 12 horas, 12 apóstoles…) y el trece se reserve para un Bonus Track, por cierto lo mejor o de lo mejor de la obra para nuestro gusto: la galera del Lebrijano rejuvenecida. Los doce en cuestión son jaleos extremeños, malagueñas con remate de abandolao, cantiñas, tientos, bulerías “de los cuatro magníficos” (los citados), petenera, bulerías por soleá, fandangos, los tangos del Caracol (no se refieren a Manolo Caracol, sino que son una creación de Charo Cala con letra de Vicente Tortajada, también incluidos en el trabajo discográfico de Juan Meneses, la misma letra aunque con distintos), soleá, tarantos “indignados” (de protesta) y seguiriya. Las letras corresponden a los poetas Vicente Tortajada, José Antonio Guerrero Reina, Juan Peña Jiménez, Fernando María y Pilar González. La producción artística es de Fernando y del propio Mati. Escuchamos a cinco guitarristas: Jesús Núñez, Víctor Márquez “Tomate”, Antonio Sánchez, Óscar Lago y Fernando María. Se completa con las palmas y baile de Abel Harana, las palmas y percusión de Roberto Jaén, el piano de Alfonso Aroca y el violín de José Gregorio Lovera. Las fotografías de Álvaro Benítez y el diseño gráfico de Icíar Calvo prestan colorido y belleza al libreto y a la excelentes portada y contraportada. Se agradece, como siempre, que se nos ofrezcan puntualmente las letras de cada cante, algo imprescindible en nuestra opinión.
En la introducción del libreto Fernando López de Haro destaca del Mati su dinamismo y expresividad, su “cante medido, ajustado, delicado, fértil y excelso”.
Ha tenido el cantaor la suerte de encontrar a un productor y guitarrista de sobrada solvencia, que cuida con acierto cada entrega. El Mati ha tocado aquí distintos enfoques del flamenco en cuanto a influencias y a estilos. No ha eludido la seguiriya o la soleá, ha entrado en jaleos y bulerías, se acuerda de cantes de Levante y festeros gaditanos y no ha dudado, cosa que le elogiamos, en recuperar o revivificar un estilo discutido pero de impacto como es la creación por galera del Lebrijano, un cante estupendo, a nuestro modo de ver, que aborda espléndidamente El Mati con unos arreglos a la altura del homenajeado.
De entre todo, nos quedamos especialmente con las malagueñas, su cante y desarrollo y su música exquisita de introducción -con unos trémolos espléndidos y penetrantes de Jesús Núñez-; la petenera, la chica y la grande, con aciertos en el violín de introducción y subrayados posteriores a cargo de José Gregorio Lovera y en los compases guitarrísticos de Óscar Lago, y letras redondas de Juan Peña como “Que pongan en mi sepultura / nadie mi suerte lamente, / la vida no me dio nada, / nada me quitó la muerte”; los “tarantos indignados”, letra de Gerrero Reina, de tempo acompasado, enriquecidos con marcajes de baile de Abel Harana y la guitarra de Víctor Márquez “Tomate”; o la ya destacada galera, con letra nueva de Fernando María, de atractivo acompañamiento añadido de violín y piano, titulada “Sin fronteras”, de fondo de denuncia y de crítica social, recogiendo la leyenda sobre el castigo afligido a la figura mitológica de Hércules como sinónimo de nuestra existencia para cantar por el deseo de un mundo más solidario:
Sin fronteras,
sin fronteras.
Vives doblegado por la suerte
soportando tú tus penas.
Darle a Gerión la muerte fuiste
queriendo recuperar
los hijos que un día tuviste
allí donde acaba el mar (…).
Otras letras recogen otros motivos, como el amoroso, que no puede faltar a la cita, presente en las cantiñas, las bulerías, los tangos o la soleá; o el del paso del tiempo y la muerte, como en la seguiriya: “Me quisiera morir, / maldita mi suerte, / que por ser tan desgraciaíto / no me quiere la muerte” (de Juan Peña).
En conjunto, por tanto, un disco para una nueva voz del espacio flamenco actual, con una visión del cante tradicional al que se aportan enriquecedoras innovaciones en letras y arreglos, un trabajo hecho con amor y calidad. Para los que tengan ocasión, se presentará en el Espacio Turina de Sevilla el día 31 de mayo de 2019.