Pastor de nubes


Discos Flamencos
El Cabrero
Atípicos utópicos, 2011
Antonio Nieto Viso


“De cabrero a cabrero”, sobre un poema adaptado de Miguel Hernández como soporte literario, el cantaor de Aznalcóllar, José Domínguez el Cabrero abre el cd. “Pastor de Nubes” con una liviana, que podemos considerar de antología por su alta calidad de expresión.


Este nuevo trabajo, se suma a la larga lista que engrosa la amplia discografía de este artista, que despierta pasiones allá donde se escucha su cante cargado de queja contra las injusticias, que denuncia con su voz la temática social comprendida en poemas populares, o bien de autores conocidos de la literatura.

En diez cortes, en los que está acompañado por la guitarra de Rafael Rodríguez como único instrumento musical. El cd. ha sido grabado con la intensidad que el Cabrero pone al cante, aunque en esta ocasión hay que poner matizaciones, ya que unos cantes están muy bien, otros no tanto, y otros, debió haber cuidado más los esquemas musicales para que hubiera podido tener la calificación de excelente, que por supuesto no alcanza, como seguidamente veremos.

Del tronco matriz de los tangos, ha sacado una mariana extraordinaria, que muchos aficionados agradecerán por no tener muchas ocasiones para escucharla como aquí está comprendida. Me hubiera gustado más extensión en la seguiriya de la escuela de Triana sobre la base de Antonio Mairena, que mejora completando con unas genuinas cabales de Silverio. Una canción por bulerías, nos sumerge en la protesta social en la que el Cabrero se encuentra muy a gusto, y al mismo tiempo, ha sabido pautar con buena musicalidad, que le viene como anillo al dedo para denunciar las fatigas pasadas por nuestros antepasados, siendo al mismo tiempo consciente de ello. Sobre la misma línea desgrana unos fandangos de Huelva. Los mismos que hemos comprobado, que se le entrega el público en los festivales veraniegos a lo largo y ancho de la geografía española.

Yo creo, que el mejor cante está en el corte seis, “Pastor de Nubes”, se trata de un pregón por zambra, que da titulo a este trabajo. Aquí, artísticamente, José nos manifiesta tonalidades y matices de un brillante cantaor que tiene un destacado lugar en el escalafón. En su selección de cantes por soleá, encontramos las querencias de Alcalá y un magnifico cierre de tercio utrerano.

Contra todo pronóstico, he podido apreciar, que no ha cuidado las malagueñas están cortadas en seco en la curva descendente, que en parte corrige con dos rondeñas, como hace tiempo no escuchábamos. Una vez más, apreciamos a el Cabrero como un especialista por fandangos naturales, palo con el que se sabe imponer con los ecos más propicios para llegar a la mayoría, lo mismo en el calor del directo, que en el frío estudio de grabación, que en ningún caso, le resta ni un ápice de su gran valor testimonial para comunicar su obra flamenca más variada.

Cierra brillante por partida doble, tanto por la temática, como por la enorme calidad alcanzada cantando por tonás, arrancando lágrimas fortuitas de lo escrito por Marcos Ana, poeta que le tocó vivir las adversidades de la postguerra y sus consecuencias.

Reconozco que el Cabrero sabe adentrarse en poetas y escritores para cantar como pocos saber hacerlo fundiendo cante y poesía. “Pastor de Nubes”, tiene momentos muy buenos, sin embargo, por otros tiempos flamencos pasa sin pena ni gloria. De verdad que lo siento tener que decirlo a estas alturas de su biografía, pero es mi obligación reconocer lo bueno y lo malo de grandes cantaores de Flamenco.