Moroneando


Discos Flamencos
Son aires de la Frontera
Bujío (2010)
Pablo San Nicasio Ramos


Con la marcha de uno de los miembros del grupo “Son de la Frontera”, se intuía cierta grieta que, en muchas bandas del pasado se dio, podría dar al traste con la continuidad de la formación. Pero no fue el caso y con nombre nuevo, la esencia de la herencia de Diego del Gastor sigue vigente.

Con la denominación de “SonAIRES de la Frontera” los hermanos Paco e Ignacio de Amparo continúan exprimiendo los recursos estéticos, sobre todo guitarrísticos, que inspiran la leyenda de un tocaor peculiar que no cerró escuela con su muerte.

Ocho temas donde se continúan variando sin descanso las fórmulas que ya hicieron famoso a “Son de la Frontera”. Sencillez melódica y armónica, robustez sonora, uso paroxístico del pulgar, golpes sobre la tapa y compás, mucho compás.

Nuevos timbres que acentúan la sensación de autenticidad de esta estética. Siempre interesante porque se busca la convivencia entre los soníos negros y el recuerdo a otros grandes músicos que, en su tiempo, tuvieron mucho que ver en la dignificación del arte gitano, como Falla o García Lorca.

Y siempre teniendo presente que tocar de esta manera, aun siendo algo que para un no aficionado puede resultar simplona, es extremadamente complicado.

Estilo guitarrístico que ha evolucionado para bien en los descendientes del patriarca. Pues, si bien Diego del Gastor es uno de los puntales tocaores de su tiempo, no es menos cierto que su peculiar y oclusivo carácter impidió su explosión definitiva como referente de toda una generación de guitarristas. Más pendientes de Ricardo, Melchor o Sabicas. Una pena porque la exportación de los recursos que había en Morón hubieran hecho mucho bien de ser más conocidos.

Para el aficionado no hay mucho nuevo aquí. Seguimos en la continuación, por ejemplo del gran disco “Homenaje a Diego del Gastor”, con menos guiños a la galería, si cabe.

Se sustituye el tres cubano por la mandola de Keko Baldomero, se incorpora el baile de Mercedes de Morón, el violín de J. Gregorio Lovera y el cante de Jesús Santiago y David “El Galli”.