Flamenco por Andalucía


Discos Flamencos
VVAA
Agencia del Flamenco, 2005
Antonio Nieto Viso


FLAMENCO POR ANDALUCÍA, ESPAÑA Y LA HUMANIDAD.
Agencia Andaluza Para El Desarrollo del Flamenco. 2005


Un martes del once de Octubre de 2005, en el Teatro Cervantes de Málaga, Manuel Chaves como Presidente de la Junta de Andalucía, le entregó la V Llave de Oro del Cante al gran artista Antonio Fernández Díaz, Fosforito.

Tuve el honor y el orgullo de haber estado presente en este histórico evento para informar a los oyentes de Radio Nacional de España. Recuerdo que me regalaron un interesante Cd. Que lleva por título “Flamenco por Andalucía, España y la Humanidad”, un documento con doce cortes, en los que grandes artistas cantan el Himno de Andalucía, que creó Blas Infante, un hombre que pagó con su vida el amor por su tierra, y que está completado con la música sobre la partitura de José Castillo Díaz, que en la actualidad suena en los actos oficiales de nuestra comunidad desde la proclamación de la vigente Constitución Española de 1978.

Este Cd. que vamos a comentar, fue uno de los primeros proyectos que vieron la luz por la recién creada entonces Agencia Andaluza para el Desarrollo del Flamenco, sobre una idea de Manuel Curao y la producción musical de Isidro Muñoz, junto a otras personas de distintos campos que sería prolijo enumerar.

Nueve años después he vuelto a escucharlo, sin negar que me sobrecoge por lo que aportan grandes figuras de nuestro arte que aquí intervienen, especialmente de los que ya no está con nosotros, son los casos de Paco de Lucía, Chano Lobato, Enrique Morente, y Niño Miguel. En parte, sus correspondientes testimonios sonoros mitigan el dolor por tan buenos ratos vividos.

El cante, y el toque de los instrumentos correspondientes, complementan este homenaje al Himno de Andalucía hecho con mucha ilusión por los protagonistas andaluces para esta joya labrada con los sedimentos de nuestro glorioso pasado cultural, que a partir del siglo XVIII comenzó a ser el flamenco que se ha ido enriqueciendo hasta la actualidad.

Escuchamos palos y temas distintos en su desarrollo, que sumerge al oyente en un horizonte musical elaborado desde la técnica más refinada para un sentir único en el mundo que disfrutamos en su plenitud a lo largo y ancho de ocho provincias diversas, pero convergentes al mismo tiempo.

En primer lugar, escuchamos al genial Paco de Lucía acompañando por bulerías a Fernando de la Morena y Capullo de Jerez. Llama la atención la autenticidad y la frescura de esta fiesta jerezana regada genuinamente con las notas de Paco, que buscó el mejor sonido después de muchas horas de ensayo y trabajo hasta encontrar el que aquí figura, y que gracias a la técnica podemos revivir estos magnos momentos.

La joven cantaora María de los Ángeles Fernández, acompañada por el toque de su padre, Tomatito, representa a los nuevos valores del cante y en parte la vanguardia del más inmediato presente, que lo expresa con el taranto de Almería ilustrado con la cartagenera de Chacón, todo ello lo consigue tras muchas jornadas escuchando discos antiguos, modernizándolo todo con la orquesta sinfónica como acompañante.

Juan Peña El Lebrijano, en un mano a mano con José Mercé, canta por soleá dentro de la más absoluta ortodoxia de dos voces fenomenales, que llevan en su sangre lo mejor del flamenco de las comarcas de sus respectivos lugares de nacimiento. La guitarra de Moraíto sincroniza el compás en origen de dos escuelas legendarias familiares. Debemos prestarle mucha atención, porque será difícil que vuelvan a coincidir en otro trabajo de estas características. Lo guardamos en nuestra memoria por lo tanto.

El inolvidable Chano Lobato, que ya está en el cielo, sobre la base de Enrique Butrón nos ofrece unas alegrías de Cádiz con coros y la guitarra de Diego de Morao, un testimonio que siempre estará entre nosotros como el de los mejores cantaores de la segunda mitad del siglo XX. Chano será una referencia inquebrantable de los cantes del rincón de Cádiz que él supo aderezar con la sal de esa graciosa bahía..

Cuando no hemos terminado de secarnos las lágrimas por la emoción recordando al tío Chano. Volvemos a embargarnos con la tristeza escuchando al gran Enrique Morente, un revolucionario del cante, que nos sacude aquí con su cambio por seguiriyas y tonás con el que da paso a continuación a su hija Estrella, una voz dulce a los que acompaña Diego de Morao y la percusión de José Manuel Ruíz. La vanguardia es la protagonista, pero sin abandonar las matrices sonoras que Enrique ha sabido sacar adelante contra todo pronóstico sin perder un ápice de autenticidad.

Mientras transcurre el tiempo en este corte seis, a mitad de camino, nos llega la sensación de dos generaciones, una la de Enrique, que alcanzó a conocer a los últimos maestros, y la generación de Estrella Morente que ponen de manifiesto el apego a la pureza, pero sin dejar de avanzar en la evolución de este arte, con el mérito añadido de la generosidad compartida entre padre e hija.

La revolucionaria Sevilla está representada por la música del pianista David Peña Dorantes, que unido a los coros y demás instrumentos, actualizan el cante por bulerías en la voz de Esperanza Fernández, cantaora que lleva en su sangre dinastías de cantaores y toreros.

El maestro Fosforito, nos sobrecoge con unos fandangos de Lucena desarrollados sobre la modalidad de la calle Rute, una alabanza para Andalucía por un estilo que él conoce muy bien, agregándole vetas del zángano de Puente Genil, discurriendo su sabiduría hasta rematar con el fandango personal de Cayetano Muriel, engrandecedor de este y otros cantes. Fosforito nació en tierra adentro, pero ha sabido dotar a los cantes de Málaga con su fuerte personalidad, la misma que ha aplicado a todos los palos del flamenco. Destaca por su toque la peculiar manera de acompañan de José Antonio Rodríguez, una comunión perfecta entre ambos cordobeses.

Málaga, está representada por la Panda de Verdiales de las Casillas del Arroyo de los Frailes. Suenan los característicos platillos, y el el pandero, unido a las voces de Sergio Cuesta Muñoz, Carlos Fernández Campos, Antonio Fuentes Gómez, y Javier Serrano Salado. Estamos ante un cante folklórico que arrastra hasta la actualidad sus orígenes moriscos, que se completa con el cierre esplendido por jaberas cantadas por Bonela con la excelente guitarra de Manolo Franco.

Suenan a variedad los tangos de Granada en la voz de Marina Heredia, una cantaora afianzada en los primeros puestos actuales del escalafón, que nos llevan a apreciar otra forma de cantar por los jóvenes valores. José Quevedo Bolita, y la percusión de Paquito González ponen los sonidos más modernos para completar esta pieza que acompañó por fortuna el buen momento que atraviesa Marina Heredia.

La maestra Carmen Linares, pone un broche de oro por Jaén con una taranta de Linares y una cartagenera de hondo calado, forma de expresión que nació cuando los mineros buscaron en las entrañas de la tierra los metales que tanto demandaron en los siglos precedentes. Destacar por otra parte, el inmejorable toque de lujo del inigualable maestro Manolo Sanlúcar..

El ciclo de las distintas voces intervinientes que se escuchan en este trabajo, termina con Arcángel cantando los fandangos de Huelva por el estilo de Alosno. Una voz revolucionaria como es la de Arcángel, está llamada para a escribir páginas en la historia del cante del siglo XXI. Coros de voces blancas y soprano incluida, cantan por Huelva con brillantez, destacando el toque del Niño Miguel, que aunque nos ha dejado hace poco, a los aficionados siempre nos dejó boquiabiertos en su corta pero intensa carrera guitarrística.

El Cd. tiene un cierre de honor con el Himno de Andalucía en versión orquestada por Manolo Sanlúcar, que obtiene gloriosos momentos de solemnidad con su toque, unido a los violonchelos, violas, contrabajos, violines, y trompa, que han llenado esta bella pieza musical inigualable para todos los andaluces que amamos el flamenco. Todo un orgullo para escucharlo siempre.