La figura de José Monje Cruz (San Fernando, Cádiz, 1959-Badalona, Barcelona, 1992), cantaor flamenco, anunciado Camarón de la Isla en programas y carteles, gitano rubio y de ahí su nombre artístico, sigue vivo en la memoria de los aficionados veintes años después de su prematura muerte, víctima de una cruel enfermedad. Su trayectoria artística fue sumamente brillante desde sus comienzos en las reuniones de cabales que se celebraban en la Venta Vargas de su ciudad natal, desde donde pasó a los escenarios, alcanzando una extraordinaria popularidad tras la grabación de su primer disco con la sonanta de Paco de Lucía, mereciendo su cante numerosos galardones, entre ellos el Nacional de la Cátedra de Flamencología de Jerez. La Junta de Andalucía le otorgaría La Llave de Oro del Cante a título póstumo. Unos méritos que se atestiguan en el disco “Con Camarón” (Universal), ahora mismo en los anaqueles.
Y esa voz siempre sobre un compás legítimo, se nos ofrece ahora resucitada en el CD titulado “Con Camarón”, interpretando una admirable antología cantaora formada por diversos estilos, junto a las guitarras de los artífices que le acompañaron en distintas etapas de su quehacer gustoso, desde las bulerías a las siguiriyas, pasando por los cantes de Levante, los tangos, los fandangos y las soleraes. Sabicas, Paco del Gastor, Paco de Lucía, Ramón de Algeciras, Juan Habichuela, Paco Cepero, Raimundo Amador, Moraíto, Tomatito y Vicente Amigo, ponen de manifiesto la grandiosa riqueza musical flamenca, personalizada por cada uno de ellos gracias a la maestría interpretativa.
“Con Camarón” es un verdadero acierto discográfico, al recopilar éxitos camaroneros como los titulados “Ay, corre que te pillo”, “Tres luceros”, “La cigarra”, “La Luna brilla en la noche”, “Gitana blanca”, “Con el yay”, “Bulerías del Cojo Peroche” (bulerías), “Los pícaros tartaneros” (taranto y cartageneras), “Tírame un beso” (tangos), “Entre Valverde y Huelva”, “Campesino andaluz” (fandangos), “Del color de la cera”, “Si no me sirven pa ná” (soleares), “, “Como sé que contigo” y “A los santos del cielo (siguiriyas). Cantes para la historia del género, porque son ejemplos consumados de las cualidades de un cantaor inmortal, que a los veinte años de su fallecimiento, permanece vivo para siempre en los anales flamencos.