Andando el tiempo


Discos Flamencos
Gerardo Nuñez
The ACT Company (2004)
Marcos Escánez Carrillo


El disco que Gerardo Núñez anunciara en diciembre, durante el Festival Mundial de Flamenco celebrado en Marbella, ha resultado ser un disco eminentemente guitarristico y hecho para guitarristas. Lo cierto es que juega con la ambivalencia de las cosas bien hechas, porque pese a la primacía de este parámetro, resulta ser ampliamente agradable para cualquier oído. Con estribillos pegadizos y vertiginosas caídas que se deslizan por el tobogán del buen gusto hasta ser depositado con suavidad en la quietud, en la plataforma de la seguridad. Esto es lo que se respira al escuchar sobre todo el primer corte, titulado "La Habana a oscuras" o el cuarto titulado "El templo del lucero".

Y créanme si les digo que es un trabajo bastante completo, porque hay de todo. Desde bulerías con el más puro aire jerezano representadas en el tema "Plaza de los Plateros", pasando por evocaciones a la tradicionalidad andaluza como es "Yerma", virtuosismo en "Siempre es tarde" que parece una visión especialmente particular de la estructura fandangueril, o la sobriedad de la investigación musical en la "Soleá de la luna coja".

En "Trasgo", de una inusitada belleza para ser una composición de guitarra solista, da la sensación de que Gerardo Núñez está haciendo incursiones de forma definitiva en el conocimiento del mundo de las sensaciones, porque hay que ver lo que despierta esta breve pieza. Y el caso, es que da la sensación de tratarse de un estudio por su brevedad. Claro que lo bueno si breve.... Imagino que algún día nos sorprenderá con el desarrollo de esta preciosa idea.


El quinto corte es "Nocturno", que comienza con un vertiginoso picado, y posteriormente con apoyatura de saxo nos hace imaginar la oscura noche de un pueblecito levantino en una acera y el Manhattan de los años 50 en la otra.

El "Compás de amistad" es un ejercicio al que en las sesiones de Flamenco-Jazz el maestro Gerardo nos ha acostumbrado. Sobre el compás de bulería nos pasea por la difusa línea que separa el flamenco del jazz, aunque no tengo muy claro si esa línea existe o se trata de un huertecito creado por estos músicos. Un huertecito donde todo florece.

A excepción del cuarto corte "El templo del lucero", todos los temas son cortitos, aunque los cinco minutos que dura la soleá le parecerán un suspiro a los amantes de la guitarra y del flamenco. Y es que aquí y en el siguiente tema titulado "Canícula" vuelve a jugar con las sensaciones.

Cierra el trabajo una obra que tiempo ha grabara Paco de Lucía. "Ímpetu" de Mario Escudero y que Gerardo Núñez interpreta con una solvente técnica y un sonido escalofriantemente nítido.

Para "Andando el Tiempo", el guitarrista se hace acompañar de músicos de la talla de Paolo Fresu a la trompeta, de Perico Sambeat al saxo, de Mariano Díaz al piano o del Cepillo a la percusión. Y el resultado es un gran disco de guitarra, así, sin hacer mucho ruido, como se hacen las cosas bien hechas.