Cuatro rondeñas flamencas del siglo XIX
EL FLAMENCO EN RONDA, MÁS CERCANO
José Luis Jiménez está empeñado en dejar a Ronda en el sitio que merece en la historia del flamenco. Ha publicado varios libros sobre artistas y cantes de esta bella e histórica ciudad malagueña. En La caña, (Ronda -Málaga-, 2006), por ejemplo, en más de cuatrocientas páginas, estudia la caña, uno de los estilos flamencos menos interpretados y más momificados. Antes lo había hecho con la rondeña y la serrana, de modo que va completando el análisis riguroso y documentado de un conjunto de cantes de la serranía de Ronda (Málaga), un enclave importante de la geografía flamenca. Ahora nos entrega una muestra más, esta vez con la ayuda de miembros de su familia: Marisa, Dani y Manuel.
Lo más loable de este trabajo en su empeño científico, a pesar de estar redactado en primera persona (por acercarnos con menos solemnidad a la dura tarea investigadora, suponemos). Ofrece mucha información, numerosos datos sobre lo que se comenta, mediante fotografías, documentos oficiales, árboles genealógicos, etc. Todo contrastado con la bibliografía anterior, entrando, si es necesario, en franca y demostrada polémica con ella. Deshacen, de esta manera, algunos entuertos o errores.
Nos ha llamado la atención especialmente la parte dedicada a la crítica de flamenco Dámasa Gil, “fiel reflejo del antiflamenquismo de la época”. Todo un “poema” su carta o vituperio contra el ambiente flamenco del momento.
Bienvenida, pues, esta obra, un alarde de entrega, documentación, pasión por el flamenco de Ronda y el flamenco en general.